VALÈNCIA. Continúan los ecos tras el pacto al que llegó el gobierno de coalición con EH Bildu sobre la derogación de la reforma laboral. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha hablado de este y otros asuntos, este martes, en Plaza Radio.
Sobre la derogación de la reforma laboral, Sordo entiende que con las medidas que se están tomando a raíz de la crisis sanitaria provocada por la covid-19, "ya se están restringiendo de facto" algunos aspectos centrales de la norma.
En este sentido, el secretario general de CCOO ha sido claro: es imposible pensar en estos momentos en la derogación de la reforma laboral de 2012, en medio de la crisis sanitaria, ya que "nadie en su sano juicio lo contemplaría".
En ese contexto Sordo fija sus prioridades en las reuniones que mantienen junto al Gobierno y patronal para avanzar en la prolongación de los ERTE más allá del 30 de junio, en los sectores más afectados por la crisis del coronavirus.
Además, el 10 de junio está marcado en las agendas porque se tratará de una reunión crucial sobre la prolongación de los ERTE. En este sentido, Sordo cree que la CEOE volverá a la mesa, a pesar de haber mostrado disconformidad con el Gobierno, porque "más les vale volver, nos jugamos cosas importantes", asegura.
Unos ERTE que deben mantenerse en según qué sectores pero las soluciones a futuro, deben plantearse, a juicio de Sordo, dependiendo de las fases por las que nos encontremos, porque hay empresas que salen más afectadas que otras de esta crisis generada por la covid-19. Por eso, el secretario general de CCOO pone en el foco evitar que se destruyan puestos de trabajo.
Para poder sostener el sistema económico, Sordo ha asegurado que la propuesta de CCOO pasa por un pan de reactivación de la demanda, que dependerá además de la Unión Europea.
Para ello ha propuesto planes que pasen, a corto plazo, por que las empresas tengan liquidez; y a medio plazo por que exista un plan de inversión con criterios de sostenibilidad económica y medioambiental. "Por ejemplo, habría que pensar en un plan de renovación del parque de vehículos, que tendrían que ser de bajas emisiones; o un plan de apoyo a la construcción sin colonizar las costas, sino rehabilitando centros urbanos bajo criterios de sosteinibilidad medioambiental", explica.
Con todo, Unai Sordo confía en que esta crisis, a pesar de ser más dura que la que se vivió en el año 2008, será más corta, y que servirá para cambiar el modelo productivo y económico de nuestro país.