VALENCIA, (EP). El Colegio de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV) ha advertido este lunes de que la falta de cuidado de los pies, especialmente la semana de carrera, y no escoger adecuadamente las zapatillas son los principales errores que pueden perjudicar a los participantes en el maratón. Las lesiones más habituales tras la prueba son uñas caídas, encarnadas, hematomas subungueales y ampollas.
Cien profesionales voluntarios atenderán este domingo a todos los corredores que lo necesiten tras la carrera que se celebrará en las calles de Valencia, según ha informado en un comunicado la entidad colegial, que ha recalcado que atender a la salud de los pies es un "factor indispensable" para acabar con éxito la carrera.
"Cada vez es mayor el número de corredores que están concienciándose de la importancia de cuidar sus pies como elemento fundamental para poder realizar carreras de larga distancia. Esto es menos frecuente en los runners que participan por primera vez en esta prueba y errores como falta de hidratación, tener uñas engrosadas o no haber escogido bien la zapatilla, les pasa factura antes de llegar a la meta", ha declarado Santiago Muñoz, podólogo deportivo y vocal del ICOPCV.
"Hemos detectado que algunas personas se guían por las recomendaciones de foros o revistas a la hora de comprar sus zapatillas de running y es otro de los errores más comunes que acaban derivando en lesiones. El podólogo es el mejor asesor en este ámbito, ya que les realizará un estudio biomecánico de la pisada y en función de sus propias condiciones, peso y altura, le ayudará a escoger el modelo más apropiado en su caso concreto", ha insistido Muñoz.
Entre las recomendaciones para preparar adecuadamente los pies unos días antes del maratón, se encuentran la de realizar una quiropodia cuatro o cinco días antes de la carrera, eliminando las durezas y cortando las uñas adecuadamente para que no generen fricciones que podrían provocar lesiones durante la prueba.
Además, nunca se deben cortar las uñas el día anterior a la carrera ya que cualquier error al realizarlo, como cortar en exceso, podría provocar dolor al correr y no habría margen de tiempo para dejar que la uña crezca y solucionarlo. Por eso, es recomendable hacerlo cuatro o cinco días antes.
También se debe hidratar los pies diariamente para que la piel esté preparada y flexible. Durante la semana se aconseja utilizar un calzado cómodo para evitar rozaduras o ampollas anteriores que podrían perjudicar el estado de los pies para la carrera y realizar baños fríos los días anteriores para activar la circulación y evitar problemas vasculares como, por ejemplo, hinchazón de tobillos o de la pierna.
En relación al material, es muy importante realizar la carrera con material que haya sido utilizado anteriormente y no estrenar nada. En este sentido es esencial escoger una zapatilla "que se adapte a las necesidades concretas de la persona y prestar especial atención a los calcetines porque si no son adecuados pueden causar rozaduras y ampollas".
En el día de la carrera, aconsejan poner vaselina únicamente en las zonas concretas del pie donde se sabe que se genera mayor fricción para proteger la zona, aunque piden que no se abuse de ella porque la vaselina no se absorbe, aumentaría la sudoración y dificultaría la marcha.
Los voluntarios que ayudarán al final de la carrera son tanto podólogos en activo como estudiantes de la Universidad Católica y de la Universitat de València, que atenderán a todos los runners que lo necesiten. "Los principales problemas que nos encontramos en la meta son uñas caídas, uñas encarnadas, hematomas subungueales, que han de drenarse para que no se coagule la sangre, y ampollas que requieren una asistencia inmediata para poder aliviar el dolor que provocan", ha afirmado Santiago Muñoz.
Para relajar los pies tras una carrera de larga distancia es aconsejable realizar baños fríos para bajar la inflamación; reposar y mantener los pies en alto para mejorar el retorno venoso y, en los días posteriores, se recomienda llevar un zapato cómodo, con buena amortiguación y que sea ajustable (utilice cordones o velcros) para que el pie vaya ligeramente suelto y no esté presionado.
En el caso de sufrir alguna ampolla, hay que drenarla con una aguja esterilizada, aplicar povidona yodada y cubrirla con un apósito. La piel debe mantenerse hasta que se forme la piel de abajo porque actuará como una tirita natural. Si hubiera aparecido alguna molestia destacable, "es importante acudir al podólogo para que no se agrave".
Las patologías que se tratan con mayor frecuencia en los corredores de largas distancias, debido a que realizan un movimiento repetitivo y prolongado en el tiempo, son el síndrome de la cintilla iliotibial, rotura fibrilar por el esfuerzo máximo, fascitis plantar, tendinopatía del tibial anterior, tendinitis del tendón de Aquiles.