VALÈNCIA (VP/EFE). El exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas, José Manuel Uncio, ha defendido este jueves la corrección del diseño y ejecución del primero de los dos tramos de financiación de las obras de ampliación de Feria Valencia, para el que hubo un plan de viabilidad elaborado por Feria Valencia y validado por el IVF porque, a la vista de la cuenta de resultados, consideró que el recinto podría afrontar por sí mismo las obligaciones sin coste para la Generalitat, que actuó como "garante" de la operación.
Uncio ha comparecido en la comisión de investigación de Les Corts sobre la gestión de los recintos feriales valencianos en calidad de exdirector del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), entre 1995 y 2004, los años en los que este organismo dependiente de la Conselleria de Hacienda participó en el diseño de la operación de financiación de la ampliación de Feria Valencia con la Generalitat como avalista.
Uncio ha rechazado las afirmaciones del actual director del IVF, Manuel Illueca, quien en su comparecencia en esta misma comisión aseguró que el aval público para la ampliación de Feria Valencia, que puede acabar costándole a la Generalitat hasta 1.027 millones de euros, se formalizó sin un informe previo de viabilidad del IVF. Illueca dijo no tener constancia de que los técnicos del organismo hubieran analizado los riesgos antes de diseñar la financiación.
Al respecto, Uncio ha asegurado que, sin un plan de viabilidad, no hubiera sido posible que las entidades financieras otorgasen la financiación.
El plan de modernización del recinto se aprobó a principios del año 2000 y se financió en dos tramos con aval y subvención públicos que sumaron 587,1 millones de euros. De ellos, 324 corresponden al primer tramo y se financió a través del Banco Europeo de Inversiones (97,5 millones) y la emisión de bonos por importe de 227,5 millones de euros.
El exdirector del IVF, que se ha excusado en que no recordaba los detalles de la operación para evitar contestar a algunas preguntas, ha opinado que Feria Valencia sufrió un "shock asimétrico" que le impide devolver el crédito, por lo que la Generalitat abona cada año desde 2009 30 millones de euros para devolver los créditos. "Una inversión tan dependiente de la coyuntura derivó en una situación compleja y probablemente de sobreinversion difícil de prever", ha asegurado.
José Manuel Uncio ha rechazado que el IVF tuviera funciones ejecutivas en la operación, ya que ejerció un papel “instrumental” para conseguir la financiación necesaria para el proyecto. Además, ha precisado que técnicamente el IVF no otorgó un aval a favor de la institución ferial, sino que actuó como garantista de la financiación para el caso en el que el recinto no fuera capaz de afrontarla con sus propios recursos.
Para el diseño de la financiación ha sostenido que nunca recibió ninguna "consigna política" por parte del Consell del PP y ha defendido la necesidad de acometer la ampliación del recinto en el momento en el que fue aprobada porque existía un problema de "competitividad" como consecuencia de la falta de espacio y el "estrangulamiento" que padecía el recinto ferial.
Por otro lado, a preguntas de la diputada de Compromís Teresa García sobre el uso de las tarjetas de crédito del recinto por parte de los exdirectivos, Uncio ha respondido de forma tajante que no tenía ninguna valoración que realizar.
Esas tarjetas sirvieron para pagar regalos a algunos representantes de la administración como el propio Uncio. Tal y como publicó este periódico, la exdirectora general de la institución ferial, Belén Juste, pagó con la Visa de la entidad pública, el 18 de diciembre de 2001, el regalo de bodas del entonces director del IVF y después vicepresidente de la comisión de control de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Un presente que costó al erario público 853 euros y que Juste cargó al recinto ferial como "gasto de representación".
Por su parte, el sucesor de Uncio al frente del IVF, Enrique Pérez Boada, ha comparecido a continuación para defender que se hizo "el control que tocaba" respecto del riesgo que asumía la Generalitat al avalar la financiación del proyecto de modernización y ampliación de Feria Valencia.
Ha asegurado que el IVF logró operaciones "sencillas y muy ventajosas" para la Feria, y ha agregado que aunque el aval de la Generalitat es importante para que la entidades otorguen financiación, esta se da "porque había viabilidad en la operación" y existía "un plan de negocio que tenia sentido". Pérez Boada ha destacado que en aquel momento "no se dudaba de la viabilidad del proyecto, si no nadie hubiera dado fondos", ya que "lo que realmente quiere el banco es que se le devuelva el préstamo".
Pérez Boada ha defendido los controles realizados por el IVF, pues, según ha destacado, "cada vez que había que hacer libramiento de fondos" por parte de los bancos, un técnico del Instituto Valenciano de Finanzas comprobaba que la inversión se había acometido. A su juicio, lo que habría que discutir es si eran necesarias todas las inversiones que se hicieron en Feria Valencia, en concreto las acometidas en la segunda fase del proyecto de ampliación, pero ha precisado que era otro momento, en el que "había mucha financiación".
"Ahora es fácil juzgar porque tenemos toda la información de las cosas", ha afirmado el exdirector, pero ha recordado que en aquel momento "faltaban metros" en la Feria y entidades financieras como el BEI o el ICO, de cuyo rigor no duda nadie, "no dudaron en dar financiación" para este proyecto. Enrique Pérez Boada ha afirmado que el IVF hizo un trabajo "excelente", ya que se buscaron los mejores fondos, se supervisó que se aplicaban a lo que se tenían que aplicar, y además, se ayudó a que el Instituto fuera "más sostenible", ya que se decidió cobrar unas comisiones por el aval.