VALÈNCIA. Unides Podem y Compromís no tiran la toalla con la tasa al azúcar aunque aceptan un aplazamiento para la tasa turística que ha pedido el PSPV-PSOE de Ximo Puig. Así, el grupo parlamentario que lidera Naiara Davó registró este jueves junto a Compromís una enmienda a la Ley de Acompañamiento en la que se encuentra esta reivindicación que ya fue objeto de debate durante la legislatura pasada.
Así, la propuesta inicial fue de Compromís, que primero planteó gravar los alimentos pero, tras diversas fases de negociación, decidió limitar la iniciativa a implantar una tasa solo sobre las bebidas azucaradas, tal y como se hace en otras autonomías como Cataluña. Una medida que generó un fuerte rechazo en la patronal, por lo que el PSPV tampoco estaba dispuesto a aceptarla.
Finalmente, el texto que registró Compromís se limitó a proponer un estudio sobre la oportunidad de implantar la citada tasa. Una rebaja de la iniciativa considerable ante la cual reaccionó Podemos, que decidió presentar una enmienda para recuperar la idea inicial de implantar un tributo de este tipo en la Comunitat y no limitarse sólo a la realización de un mero estudio. Esta fue rechazada el año pasado pero, ahora, ambas formaciones han decidido retomarla.
En lo que se refiere a la tasa turística, que generó no pocas tensiones durante la anterior legislatura entre Podemos y las otras fuerzas del Botànic, el acuerdo alcanzado a propuesta del PSPV entre los grupos que conforman el Consell consiste en aplazar el estudio sobre la posible implantación de este impuesto al próximo año coincidiendo con el Año de la Fiscalidad Verde.
En este sentido, cabe recordar que Podemos proponía la implantación de la tasa turística en dos tramos, uno autonómico y otro municipal. El PSPV rechazaba la primera, y Compromís también se mostraba favorable al segundo. Sobre esto, la formación morada proponía que se instaurara la tasa municipal en primer lugar y a los dos años se avanzara con el tramo autonómico. Un planteamiento que no convencía a la coalición valencianista y, por supuesto, tampoco al grupo socialista.
En el PSPV temían, y así lo justificaron en su día, que implantar este tipo de impuesto les pasara factura en las urnas como años atrás le sucedió al primer gobierno de progreso balear presidido por el socialista Francesc Antich, que perdió las elecciones gracias a la campaña de oposición a la tasa turística que hizo el popular Jaume Matas.
Ahora bien, aunque Unides Podem mantenga parte de sus exigencias, la manera de tramitar estas iniciativas ha cambiado significativamente respecto a la legislatura pasada. De hecho, antes de registrar los textos, los morados han acordado con sus socios el 'qué' y el 'cómo'. Es decir: qué enmiendas podían recuperar en esta negociación, hasta dónde llegar en el debate en tribuna y qué contenido volcar en ellas.
El motivo de este pacto no es otro que el preacuerdo al que han llegado el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. En este sentido, las formaciones de ambos en la Comunitat consideran que no sería conveniente escenificar una división mientras en Madrid tratan de formar un gobierno de coalición.