VALÈNCIA (EP). La Unió Llauradora ha enviado un escrito a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, para pedirle una reunión para trasladarle su posicionamiento sobre la venta no sedentaria en los mercados de tipología agroalimentaria de la ciudad, y han señalado que son partidarios de que "la venta en mercados de la huerta esté totalmente regulada -como ya lo está en la actualidad- y no crear conflictos con otros vendedores".
De los cuatro mercados que actualmente están legalmente establecidos en la ciudad de Valencia: Castellar-Oliveral, Benimaclet, Malilla y Plan de Remei (Colón), solo este último se encuentra ubicado junto en un mercado municipal y por tanto "sería el único que podría provocar un supuesto conflicto de intereses". "Los otros tres mercados no han generado ningún conflicto, al contrario, su presencia forma parte de las demandas de las asociaciones vecinales que han visto con muy buen ojo este tipo de venta directa en sus barrios", han señalado en un comunicado.
En este sentido, la Unió se posiciona así a favor de estos mercados de la huerta y "en contra de una posible confrontación de intereses". Para lo cual considera que "se tiene que dar continuidad a los mercados de l'Horta en las ubicaciones donde no se ha originado un enfrentamiento de intereses (Castellar, Benimaclet y Malilla) y como hay una lista de espera de personas agricultoras interesadas en vender sus producciones de proximidad en estos mercados no sedentarios, habría que acordar nuevas ubicaciones consensuadas entre todos los agentes".
Los mercados de venta no sedentaria están regulados ya por una ordenanza municipal específica. Por lo tanto, las personas que venden sus producciones en esos mercados pagan las licencias correspondientes y tienen los mismos derechos y obligaciones que el resto de vendedores ambulantes o sedentarios.
La formula de canal de distribución corta o venta directa "forma parte de una de las reivindicaciones de la Unió, puesto que llega un mayor valor a las personas productoras por sus cosechas al suprimirse intermediarios que encarecen el producto". Además, "hay que apuntar que esta modalidad de venta directa está consolidada en la mayoría de ciudades europeas y forma parte incluso de un atractivo turístico más". La Unió considera que la proyección de referente europeo de la ciudad de Valencia "no se puede quedar descolgada de esta tendencia".
A juicio de la Unió "es evidente que si se cumpliera, en su integridad, la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria y las personas productoras recibieran precios justos por sus cosechas, no habría una lista de espera de productores para vender en los mercados no sedentarios, como es el caso ahora de los de la ciudad de València".
El pasado 8 de marzo, el Boletín Oficial de la Provincia de València publicó el anuncio del Ayuntamiento de València de aprobación de las autorizaciones para ejercer la actividad en los mercados de venta no sedentaria. Este anuncio establecía los requisitos y la convocatoria por la concesión de autorizaciones y constitución de una bolsa de solicitudes para ejercer la venta no sedentaria en mercados, de nueva creación, de venta directa de tipología agroalimentaria.
Por lo tanto, desde el primer momento, las personas agricultoras han estado ejerciendo una actividad totalmente legal y por eso desde la Unió no se comparte la campaña en contra de estos mercados de proximidad que se está llevando a cabo en los últimos meses y que es consecuencia de una más que evidente falta de información al respecto.
Un privilegio histórico, una vía directa para los restauradores de acceder al género de proximidad, un madrugón tradicional. La tira de contar es el mercado, amigos y amigas