VALÈNCIA. En torno a 30.000 trabajadores de los municipios damnificados por la Dana que asoló Valencia el pasado 29 de octubre se han visto de momento afectados por un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE), una cifra que representa al 2,7% de la fuerza laboral de la provincia.
No obstante, la intensidad de los daños en las zonas más próximas a la capital valenciana provoca que en la comarca de l'Horta Sud, la más perjudicada por la riada, ese porcentaje se eleve hasta situarse casi en el 8,5% del total de los empleados, a la vez que en la ‘zona cero’ del temporal haya sectores productivos, como la hostelería o las actividades artísticas y de ocio, donde alrededor de uno de cada tres trabajadores se ha visto en un ERTE o aún se encuentra en él.
Estas son solo algunas de las cifras que se desprenden del informe sobre el 'Alcance económico de la Dana del 29 de octubre en la provincia de Valencia' presentado el pasado viernes por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), en el que se estiman en al menos 17.000 millones de euros los daños de la riada en activos públicos y privados, como edificios, viviendas, comercios o maquinaria.
El documento destaca que uno de los impactos más graves de la inundación se encuentra en la destrucción de empleos “durante un tiempo más o menos largo”, y se sirve de estadísticas como los ERTE tramitados cuya causa es la Dana para estimar su dureza sobre el mercado laboral. En este sentido, el informe recoge las cifras de trabajadores acogidos a este procedimiento desde la jornada posterior a la riada y hasta el pasado 8 de enero.
De este modo, en los quince municipios que conforman la ‘zona cero’ de la Dana, entre los que se encuentran localidades como Paiporta, Picanya, Catarroja, Algemesí o Utiel, casi un 35% de la fuerza laboral de la hostelería se ha visto en algún momento afectada por un ERTE, un porcentaje que representa a más de 2.500 trabajadores. Esta rama de actividad se encuentra también entre las que arrojan a un mayor número de personas acogidas a este procedimiento, tras el comercio (3.916) y la industria manufacturera (3.276).
En estos dos últimos casos, la proporción de empleados que se han visto o todavía están en un ERTE es del 17,7% y del 18,7% respectivamente, porcentajes muy elevados pero que son superados por el dato que arrojan las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento con un 30%, casi uno de cada tres trabajadores y más de 650 personas damnificadas.
Además, destacan igualmente en cuanto a la cantidad de empleados afectados sectores como la educación o las actividades inmobiliarias, ya que en el primer caso hasta un 15,5% de la fuerza laboral se habría visto involucrado en un ERTE y en el segundo se superaría el 19%. En cuanto al número total de trabajadores, eso sí, estas ramas de actividad representan cifras mucho más reducidas sobre el total del tejido productivo.
No es de extrañar por tanto que el informe del Ivie sostenga que en los municipios de la ‘zona cero’ de la Dana el número de empleados afectados por un ERTE “se intensifica” en los servicios comerciales y en la hotelería, una realidad que se aprecia también en l’Horta Sud pero no en el conjunto de las localidades dañadas por la riada, donde la mayor concentración se produce en la industria. En cambio, en la comarca valenciana más asolada, casi un 8,5% de la fuerza laboral se ha visto en algún momento envuelta en un ERTE.
De hecho, en los establecimientos hosteleros de l'Horta Sud un 22% de los empleados ha estado o todavía sigue en un ERTE, un porcentaje que engloba a más de 2.700 trabajadores. En su conjunto, el número de personas de este sector que se encuentra en un ERTE supone el 18,6% del total de la comarca, mientras que el 28,5% pertenecen a la industria manufacturera y un 24,5% son del comercio.
No obstante, si lo que se observa es el número global de afectados en la provincia, y dada la cantidad de empresas y polígonos dañados, la industria manufacturera sería el sector con más personas en ERTE, con más de 12.260 empleados que representan al 8% de Valencia. Por su parte, los trabajadores de la hostelería que se habrían visto en un ERTE supondrían el 4,5% del total provincial, y en el caso del ocio y el comercio sería de algo más del 3%. Estas ramas de actividad serían, así pues, las más afectadas en estos términos por la Dana, por delante de otras como las actividades administrativas o las inmobiliarias.
Para el Ivie, los datos de trabajadores acogidos a los ERTE son relevantes desde dos puntos de vista para tratar el impacto de la Dana en el empleo y su posterior recuperación. Por un lado, tal y como se señala en el informe, estas estadísticas recogen a personas empleadas "que no computan como parados" y que, por lo tanto, no se reflejan en las cifras de la evolución del empleo. Por otro, se apunta a que los ERTE ofrecen "información muy inmediata" sobre la evolución de la situación de las empresas, de manera que pueden ser "un termómetro avanzado" de la salida de las mismas de la crisis causada por la riada.