Urbanismo deja un 'oasis' en Ciutat Vella para poner en marcha edificios de viviendas turísticas

VALÈNCIA (EP/ E.P). Urbanismo ha dejado un 'oasis' en el distrito de Ciutat Vella para poner en marcha nuevos edificios dedicados exclusivamente a viviendas turísticas. Así lo recoge el Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella, en el que se especifica que sí será posible cambiar el uso residencial de un edificio completo a terciario en el barrio de San Francesc y parte de Velluters siempre que existan al menos 150 metros de distancia. 

De momento, València tiene suspendido de manera cautelar el otorgamiento de licencias para la implantación de nuevos hoteles en el distrito -menos en edificios singulares difíciles de encajar para residencia habitual-. Esta suspensión se mantendrá a la espera de aprobar este documento que se someterá a aprobación en la Comisión de Urbanismo de la próxima semana y en el próximo pleno del Ayuntamiento. Tras su aprobación preliminar, será sometido a un periodo de exposición pública de 60 días. 

San Francesc y Velluters son los dos barrios donde la proliferación de apartamentos turísticos ha sido mucho menos que en el resto de distrito, donde se busca recuperar el carácter residencial y los comercios tradicionales e intentar preservar el corazón de la ciudad frente a la turistificación.

El documento provisional del PEP era presentado este miércoles por el concejal de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià, en una rueda de prensa celebrada en el consistorio. El plan tiene una vigencia 20 años y contempla una inversión pública de 34 millones de euros repartidos en 12 anualidades.

60 días para alquiler turístico y estar empadronado

El plan también establece una nueva figura que sí permitirá el "alquiler ocasional" en la totalidad de Ciutat Vella, de modo que los vecinos empadronados en una vivienda podrán alquilarla con carácter vacacional por un máximo de 60 días al año. Éstos deberán comunicarlo a la administración manifestando el compromiso de que no se excederán en los días límite, además de aportar la cédula de habitabilidad y el documento donde consta que la comunidad de vecinos no ha prohibido ese uso en el edificio.

Además de mantener y aumentar el tejido y la población residencial, la nueva regulación del régimen de usos contempla fomentar el comercio tradicional y hacer compatible el uso terciario en edificios singulares y poco aptos para uso residencial, "y así fomentar la rehabilitación de edificios actualmente sin uso", apuntaba el edil.

Respecto a los comercios históricos, a menudo sustituidos por establecimientos hosteleros, se establece, como forma de protegerlos, que la distancia entre nuevos bares y restaurantes deberá ser de 65 metros en el área donde se protegen este tipo de establecimientos tradicionales.