VALÈNCIA. (EP) El Ayuntamiento de València ha aprobado este miércoles, en el pleno ordinario de diciembre y de manera definitiva, el presupuesto del consistorio para 2021, que asciende a 914,8 millones de euros y que se centra en "hacer frente a la crisis sanitaria, social y económica" derivada de la Covid-19.
Estas cuentas, superiores en 16,5 millones (un 2 por ciento más) a las de 2020, han salido adelante con el voto a favor del Govern del Rialto (el ejecutivo local conformado por Compromís y PSPV) y la abstención de Cs. El PP y Vox han votado en contra. El respaldo logrado para el presupuesto ha sido el mismo que el conseguido en el pleno ordinario de noviembre, en el que fue aprobado de manera provisional.
La abstención de Cs llegó entonces y se ha ratificado ahora a partir del pacto firmado entre esta formación y el gobierno municipal en favor de estas cuentas tras aceptarse que en ellas se incluirá la demanda de Ciudadanos de destinar 15 millones (un 2,5% del presupuesto) a "ayudas directas" para autónomos y pymes, líneas de apoyo a actividades e industrias culturales y la ampliación del Cheque Escolar.
El presupuesto de 2021 contempla 18,15 millones más en gastos corrientes en bienes y servicios y transferencias para afrontar la crisis sanitaria (5,43 millones --sumando a los presupuestos globales de servicios a la ciudadanía 181,7 millones--), la social (5,38 millones --156,7 millones en conjunto para prestaciones sociales básicas--) y la económica (7,34 millones --35,5 millones globales para la reactivación económica--) surgidas por la Covid-19.
Las cuentas del próximo año han llegado de nuevo al pleno para recibir el último visto bueno tras resolverse las alegaciones presentadas en el periodo abierto para ello. Durante el debate de este miércoles, el edil de Vox Vicente Montañez ha considerado de nuevo que este es el presupuesto "de la muerte" y ha censurado que el alcalde, Joan Ribó, haya llevado otra vez más gasto, además de decir que estas cuentas lo presentan como "un auténtico manos rotas".
Montañez ha lamentado que se sigan "recortando aspectos importantes como la protección a la ciudadanía y la educación" y ha apuntado que el presupuesto de 2021 no es lo que necesita la ciudad en estos momentos, por lo que ha dicho que están para "devolverlos a casa" y que "se olvidan de las personas". Ha agregado que Cs al no rechazarlos y abstenerse, está "vendiendo el alma al diablo".
El portavoz de Cs, Fernando Giner, ha destacado que a pesar de esa abstención su grupo ha presentado 319 alegaciones porque este no es su presupuesto aunque el gobierno municipal haya aceptado completarlo con el acuerdo alcanzado para que el pacto de reconstrucción a partir de laCovid-19 "no fuera papel mojado". Giner ha reiterado que Cs no comparte las subvenciones a "entidades pancatalanistas" y ha dicho que no podía "aprobar unos presupuestos con eso".
"Ahí está la fundamentación entre la abstención y el sí. Las 319 alegaciones explican nuestra abstención", ha agregado Giner, que ha valorado que se hayan logrado "15 millones en ayudas directas" a autónomos y pymes "para aguantar la situación" actual, así como medidas para la actividad cultural, el crecimiento del Cheque Escolar y que hasta el 30 de junio "no se pague ningún impuesto obligatorio".
El responsable de Cs ha subrayado que pesar de su abstención a las cuentas municipales de 2021, su grupo se ha opuesto --como PP y Vox-- a la tramitación de las alegaciones y a su rechazo, tanto a las suyas como a otras como "las del PP o las del comercio". Por su lado, la portavoz del PP, María José Catalá, ha lamentado el rechazo a sus alegaciones y a las de entidades como la CEV o Hosbec y ha dicho que la abstención de Cs al presupuesto ha sido le ha parecido "la más barata".
Catalá ha advertido de que en este documento "no está el Cheque Escolar, ni los 15 millones, ni la eliminación de la tasa de mesas y sillas" ni el acuerdo de reconstrucción "No hay absolutamente nada. A Cs no le han aceptado ni las alegaciones", ha apuntado, a la vez que ha criticado el que Rialto haya dicho "no a todo el mundo" y a propuestas como "bajar el IBI" y ha rechazado "blanquear esta actitud de no es no". "Los consensos se trabajan y se ponen negro sobre blanco", ha agregado.
En respuesta a PP y Vox, Fernando Giner ha pedido "un poco de tranquilidad" y ha planteado que la actualidad requiere "llegar a acuerdos". "Es una cuestión de voluntad, de olvidarse de las siglas. La gente lo está pasando mal", ha añadido, tras lo que ha instado a "imponer la cultura del acuerdo en beneficio de los ciudadanos" y a dejar de lado "la confrontación y el ombliguismo".
El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán ha manifestado que "lo más importante" que pueden hacer ahora los políticos es "tratar de acercar posiciones con el que piensa distinto", teniendo en cuenta que los ciudadanos lo están pasando "mal". "Nos estamos jugando vidas, empleos y la credibilidad de instituciones", ha expuesto.
Tras ello, ha indicado que "habla bien de este ayuntamiento" que las cuentas del año que viene recojan cuestiones "más allá del consenso de los miembros del gobierno" y ha asegurado que el acuerdo con Cs "ya se está cumpliendo". Ha agregado que tiende la mano al PP para el acuerdo, aunque diga mentiras" y le ha dicho que estaba "a tiempo de rectificar" para respaldar un "presupuesto de reconstrucción", con "gastos extraordinarios en salud y crecimiento en reactivación económica y protección social".
"Soy progresista y me gusta el consenso", ha afirmado, además de valorar "la valentía de quien piensa distinto y negocia" y decir a Catalá que tiene "menos ganas de acordar que Giner". Esta última le ha dicho que para "cosas serias" encontrará al PP y ha pedido que los acuerdos se incluyan en el presupuesto. Sanjuán ha precisado que lo presentado al presupuesto "no son alegaciones" sino "peticiones". "Aquí no hay procedimiento de enmiendas como en la Generalitat", ha matizado.