VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ha modificado la prueba de valenciano fijada en las bases generales que rigen las oposiciones de turno libre para el acceso a la función pública en la administración municipal. El gobierno municipal dio luz verde al cambio el pasado viernes para sustituir el tipo de ejercicio de evaluación de las capacidades de la lengua valenciana tras la reclamación de los sindicatos.
El acuerdo tomado por la junta de gobierno local a instancias de la concejalía de Personal, que dirige la popular Julia Climent, expone que las secciones sindicales integrantes de la Mesa General de Negociación se habían quejado a finales de noviembre de "la indeterminación del ejercicio" previsto en las bases generales para acceder a una plaza de funcionario en el Ayuntamiento de València, aprobadas a finales de 2022 con el gobierno municipal anterior, conformado por Compromís y PSPV, y el apoyo de cuatro de los cinco sindicatos representados en el consistorio.
La actividad prevista consistía en un cuestionario tipo test con 20 preguntas "sobre aspectos gramaticales del valenciano, adaptado al nivel del marco europeo común de referencia para las lenguas en función del subgrupo de clasificación profesional de la plaza que se convoque". Además, contemplaba la redacción de un texto "relacionado con la plaza que se convoque" tanto en cuanto a la temática como a la tipología del texto. E incluía una prueba oral para "aquellas plazas en que la atención oral resulte preeminente".
A la reclamación por la "indeterminación" de la prueba, se sumaron otras críticas de las secciones sindicales como "la ausencia de cualquier tipo de temario o guía". Aspectos que podían, dijeron, "dar lugar a indefensión por parte de los aspirantes" y consideraban que deberían modificarse las bases con un ejercicio "más objetivo", y que este cambio se aplicara no sólo a las bases específicas que se aprueben de ahora en adelante sino también para las ya aprobadas.
El ejecutivo local ha atendido las peticiones sindicales y sustituirá esta prueba por otra en la que los aspirantes deberán traducir un texto "castellano-valenciano y valenciano-castellano" seleccionado previamente por el tribunal de selección, sobre el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Un texto que deberá ser "adecuado al grupo de titulación de que se trate".
Así pues, esta novedad surtirá efecto de cara a las futuras bases específicas de oposiciones de turno libre, pero el acuerdo también modifica las que ya se han aprobado: de agente de Empleo y Desarrollo Local, arqueólogo, arquitecto, arquitecto técnico, auxiliar administrativo, economista, educador infantil, estadístico, informático, ingeniero de caminos, industrial y de telecomunicaciones, inspector de obras y servicios, maestro de infantil y de educación física, operador de comunicaciones, subalterno, suboficial de bombero, técnico de la administración general, técnico de gestión de administración general, técnico de gestión de patrimonio histórico, de integración social, técnico medio de enfermería y de trabajo social.
El edil de Compromís Ferran Puchades recuerda que el ejercicio presente en las bases generales adaptaba, a través del Gabinete de Normalización Lingüística, el nivel de la prueba a la clasificación profesional (grado elemental para los grupos C1 y C2 y grado medio para los grupos A1, A2 y B) pero que la modificación aprobada es "un procedimiento absolutamente acientífico, arbitrario y discrecional que ignora cualquier gradación en los conocimientos que se han de acreditar".
En ese sentido, señala que esta gradación es "imposible" si se ha de escoger un texto del DOGV, que "ni es una obra que contenga diferentes grados de dificultad ni variedad gramatical ni semántica ni lingüística". Por ello, señala el edil que es un "método que ignora y menosprecia cualquier destreza en el conocimiento del valenciano y que ignora que el Ayuntamiento tiene un gabinete de Normalización Lingüística con capacidad y profesionalidad contrastada".