VALÈNCIA. València contará con un nuevo centro de producción de artes escénicas. Las naves de la calle Mariano Cuber, junto al Teatre el Musical (TEM), no serán ni un parking (como establecía el PEC-Plan Especial Cabanyal-Canyamelar) ni una escuela de circo (como se había planteado en la pasada legislatura). La concejalía de Acció Cultural, liderada por Maite Ibáñez, ha desvelado el futuro que ha dibujado para las naves, un espacio de 2.000 metros cuadrados que acogerá un centro de producción de artes escénicas que tiene por objetivo complementar la exhibición, ofertando un programa de formación para profesionales y un espacio estable para el “asentamiento” de las distintas asociaciones profesionales del sector. “Queremos que València se profesionalice a través de la producción escénica. Este es un espacio ideal para ensayos, para alzados técnicos, para pruebas de escenografía, etc.”, indicó Ibáñez, que visitó ayer las instalaciones junto a la concejala de Desarrollo Urbano Sostenible, Sandra Gómez.
El centro de producción se levanta sobre el proyecto de escuela municipal de circo anunciado hace años por la exconcejala de Acció Cultural, María Oliver (València en Comú), una iniciativa que finalmente no verá la luz a pesar de que, explicaba el pasado año durante una entrevista con Culturplaza, “genera mucho consenso”. No ha sido así y, aunque los actuales gestores incluirán algunas de las propuestas lanzadas por las asociaciones de circo para la escuela, documentos que sirven como base del centro, no llevarán a término la escuela. Fue la propia Maite Ibáñez la que hizo referencia a esa promesa que data de septiembre de 2017 y que no se llevará a cabo. “Una escuela municipal implica una estructura formativa a la que en estos momentos no podemos responder dentro de los presupuestos del Ayuntamiento de València”, indicó la edil. En otras palabras: la creación de un centro de formación implicaría la creación de puestos de trabajo específicos para ello, algo que queda "fuera de las posibilidades" del consistorio.
Explicó la socialista que, durante estos últimos meses, se ha reunido tanto con la Asociación de Profesionales de Circo como con la Asociación Valenciana de Circo para comunicarles que no veía “viable” el proyecto de escuela municipal de circo, aunque la relación con estas no acaba con ello pues, tal y como avanza hoy este diario, el Ayuntamiento externalizará la gestión de la tercera edición del festival de circo Contorsions, que será asumido por las asociaciones. "Estas naves tenían que ser unas naves que respondieran de una manera compartida al mundo de las escena y no solamente al mundo del circo, sino que también incluyera danza, teatro o performance", indica Ibáñez.
Pero, ¿qué quiere decir un centro de producción? El espacio nace como un “complemento” a la exhibición de los teatros privados y municipales, un local en el que las compañías que lo soliciten podrán desarrollar allí sus ensayos, ante la congestión actual de las salas para asumir este rol, un acceso que se hará a través de un alquiler del mismo, aunque con bonificaciones para las compañías asociadas a las entidades vinculadas al proyecto. Este nuevo centro no será, de esta forma, un centro de producción pública de obras de teatro o danza, sino un espacio público para el desarrollo de las mismas, sean iniciativas de salas públicas o privadas. Del mismo modo, y teniendo en cuenta su cercanía al TEM, también se plantea que las residencias artísticas encuentre en el centro su espacio de trabajo natural.
El proyecto nace "respondiendo a las necesidades del sector", indica la concejala, aunque será a partir de la próxima semana que la edil se reúna con las principales asociaciones de artes escénicas valencianas para concretar su papel en el centro. Este proyecto, además, abre una nueva vía de colaboración con el Institut Valencià de la Cultura que, aunque de ámbito autonómico, desarrolla gran parte de su actividad en València, organismo al que ya ha sido comunicado el proyecto, un proyecto que, por cierto, se inspira en otro como el de Fabra i Coats, en Barcelona, o Harrobia, en Bilbao. "Si queremos ser una ciudad de referencia en la ámbito de la cultura y de las artes escénicas tenemos que tener un local que estuviese 100% dedicado a este magnífico proyecto", afirmó por su parte Sandra Gómez. Pregunta por Culturplaza por si este proyecto responde a las críticas del sector por la falta de apoyo tras la reciente cancelación de la cuarta edición del festival Tercera Setmana, la edil destacó que aunque "es verdad que en otras ocasiones [el sector de las artes escénicas] ha criticado determinadas decisiones" de Acción Cultural, en "esta legislatura hay otro talante y otra relación" con el mismo.
Por lo que respecta a plazos, por el momento toca esperar. Actualmente, está abierta la licitación para la redacción del proyecto básico de ejecución, que incluye un estudio geotécnico para la rehabilitación integral de las naves, por un presupuesto de 142.775,50 euros (IVA no incluido), mientras que se plantea 2,2 millones de euros “para unas cuestiones generales”. Será a lo largo de 2020 que se defina el proyecto definitivo y, aunque no hay fecha concreta para la apertura, la concejala apunta a 2024 como año en el que seguro estará funcionando “a pleno rendimiento”, un final de legislatura que entiende “como horizonte razonable para que la actividad se inicie, pero, sobre todo, para que se haya conformado su viabilidad y modo de gestión”.
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