VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ya ha convocado el concurso de ideas para proceder a la remodelación y renaturalización integral de la plaza de San Agustín y su conexión con las vías contiguas de la calle San Vicente y la Avenida del Oeste. Un proyecto que, según ha destacado la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, tiene como objetivo recuperar espacio para el peatón y mejorar la calidad tanto visual como ambiental de un entorno que actúa como "puerta de entrada" al barrio del Carmen.
Las ideas presentadas al concurso no podrán superar el límite máximo de los 7 millones de presupuesto, mientras que las obras contarán con un periodo estimado de ejecución de 18 meses. En este sentido, el proyecto tiene dos funciones principales: por un lado, mejorar la calidad ambiental de todo el entorno y, por el otro, proceder a la máxima peatonalización de los espacios. Aunque, eso sí, siempre teniendo en cuenta que la zona es una de las principales arterias de circulación de la ciudad, tanto para el transporte público como privado.
Es por ello que la peatonalización total del entorno ha quedado descartada, aunque las exigencias del Ayuntamiento con respecto al proyecto contemplan que las aceras deben tener como mínimo 5,30 metros de ancho. Asimismo, también deberá garantizar la entrada a los diversos aparcamientos que se encuentran en la zona, al ser esta una cualidad irrenunciable de la obra por su necesidad. Y es que, al fin y al cabo, este es un entorno marcado por la vías comerciales, el propio Mercado Central y la entrada a un barrio con severas dificultades para el estacionamiento como lo es el Carmen.
En cuanto a la circulación, la edil de Urbanismo ya ha adelantado que la plaza de San Agustín mantendrá la distribución que ya presentó en la peatonalización blanda de hace un año. Es decir, quedan igual tanto los espacios dedicados al peatón como aquellos de calzada para el paso de vehículos. Por su parte, en la Avenida del Oeste tendrá, previsiblemente y si no se producen cambios de criterio desde Movilidad, un carril de subida y dos de bajada. Y, por último San Vicente mantendrá dos carriles para circulación y uno para autobús.
Por lo que respecta al carril bici, se dará continuidad al de la calle San Vicente, aunque todavía no se han adelantado más detalles del proyecto o el itinerario. Y es que, a diferencia de otras obras en las que el consistorio establece una serie de requisitos mínimos muy claros, en esta ha dejado un buen margen para la libertad creativa de los estudios que presenten propuestas, especialmente en lo que tiene que ver con la distribución de la vegetación.
Precisamente, la alta densidad de parkings en el subsuelo hace complicada la plantación de especies y renaturalización del entorno. Es por ello que Gómez ha definido como "un reto" la remodelación de todas las vías implicadas, y ya ha adelantado que se valorará especialmente la innovación y la originalidad de las ideas que se presenten al concurso para salvar todos los inconvenientes que supone la intervención sobre una zona tan consolidada como es la de San Vicente y alrededores.
Así, la edil destacó que no solo está el problema de los aparcamientos, sino también el de la intensa cantidad de vías de suministro que discurren por todas las calles y plazas implicadas en la obra. "Queremos renaturalizar todo el itinerario, aunque sabemos que es complicado por la presencia de los aparcamientos. Es por ello que valoraremos especialmente las ideas rompedoras", alegaba la vicealcaldesa al respecto.
"También valoraremos el diseño bioclimático sostenible y de consumo neutro, que nos permita generar un espacio verde y que al mismo tiempo minimice el consumo hídrico y de mantenimiento", exponía. "Un entorno eficiente energéticamente y que nos ayude a reducir la contaminación de los ejes". Asimismo, también se tendrá en cuenta a la hora de valorar las propuestas la accesibilidad de todo el conjunto y los criterios de género.
Por último, Sandra Gómez también destacó durante la presentación que esta obra vertebra el camino con algunas de las otras que también se han llevado a cabo en el entorno, como por ejemplo la reciente inauguración de la nueva plaza del Brujas o la plaza de la Lonja, que unen todo el sector con el barrio del Carmen. O, del mismo modo, las cercanas plaza del Ayuntamiento o plaza de la Reina. "Ahondamos en el objetivo de València como una ciudad de plazas, más verde y amable con el peatón", concluía.
La primera fase para la presentación de ideas contará con un periodo de sesenta días naturales, en los que las empresas interesadas podrán postular los bocetos de su proyecto, siempre umpliendo con las exigencias mínimas del consistorio. Y, a continuación, el jurado tendrá tres meses para elegir las tres mejores ideas. El tercer puesto se llevará un premio 3.000 euros más IVA, el segundo, 5.000 más IVA y, el primero, 10.000 euros más IVA y además, como es lógico, la adjudicación del proyecto de redacción y dirección de obras, que asciende a los 386.000 euros. A partir de ese momento, la adjudicataria dispondrá de seis meses para realizar estos trabajos de redacción.
Una vez terminada la redacción del proyecto ya se procederá a la adjudicación de las obras como tal y el inicio de su ejecución aunque, en vistas de los plazos, es poco probable que esto ocurra en el año 2022. Por ello, es previsible que finalmente la ejecución se traslade al año 2023, momento a partir del cual contarán con otros 18 meses para su finalización.