VALÈNCIA. El diseñador Paco Bascuñán ya tiene su plaza. La ciudad de València, que este año ostenta el título de Capitalidad Mundial del Diseño, ha homenajeado a la que ha sido una de las firmas clave para entender el sector en las últimas décadas. Clave en tanto que creador, pues algunos de sus trabajos han marcado la personalidad de la ciudad, como la señalética que realizó para el tranvía de València; como en tanto que divulgador, pues pocos días antes de fallecer abría sus puertas en el MuVIM la exposición Suma y sigue del diseño en la Comunitat Valenciana, que comisarió junto a Nacho Lavernia. Desde sus varias facetas, Bascuñán ha sido uno de los profesionales que ha marcado el ritmo de una profesión que ahora celebra gracias a los pilares que creadores como él asentaron.
La iniciativa nació del impulso de MacDiego, quien ‘presidió’ este lunes un emotivo evento que congregó a aproximadamente un centenar de personas que vieron entre aplausos como se colocaba la placa que vestía un rincón de València en honor a Bascuñán. Boke Bazán, Lina Vila o José Manuel Casañ, líder del grupo Seguridad Social, emitieron emotivos discursos en recuerdo al diseñador, un acto que contó con también con la participación de la Concejalía de Patrimonio y Recursos culturales del Ayuntamiento de València, Glòria Tello, desde la que se ha apoyado el proyecto.
Lupe Martínez, su compañera de vida y profesión, rodeada de toda su familia, agradeció emocionada el homenaje, en un acto que ha sumado a una buena representación del sector del diseño y la creatividad valenciano. De esta forma, el acto contó con la participación de profesionales como Dani Nebot, Nacho Lavernia, Marisa Gallén, Pepe Gimeno, Juan Nava, Juan Martínez, Carlos Bento, Chema Aznar, José Luis Martín, Víctor Palau, Xavi Calvo, Sara Mora, Chavo Roldán, Narcís Diez, María Navarro, Ángel Martínez, Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, entre otros.
Fallecido en el año 2009, Bascuñán deja en el patrimonio valenciano proyectos como la señalética que realizó para el tranvía de València, más de una veintena de paradas que contaban cada una con una imagen específica; la marca de Trafico de Modas, que diseñó junto a Mariscal, o la serie de azulejos que realizó para la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Perteneciente al colectivo La Nave, de gran influencia en el diseño valenciano más contemporáneo, fue en 1973 cuando inició su camino profesional tras estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos en una época en la que el diseño era una disciplina poco conocida y, sobre todo, muy polarizada en Madrid y Barcelona. Bascuñán daba sus primeros pasos entonces con la mirada puesta en el dadaísmo y el constructivismo ruso, jugando con la tipografía y la ilustración y tirando de intuición.
Todavía siendo estudiante, Bascuñán fundaría el grupo Escapulario con Quique Company. En 1981 se les sumaría Dani Nebot y pasarían a llamarse estudio ENEBECE. La Nave no surgió de la nada, antes hubo honrosos e importantes precedentes, pero sí que sirvió como plataforma donde unieron sus ideas dos grupos, Caps i Mans (formado por los hermanos Lavernia, Eduardo Albors y José Juan Belda) y el mencionado ENEBECE (con Dani Nebot, Quique Company y Paco Bascuñán). Este colectivo inicial se amplió pronto hasta los once componentes “titulares” de La Nave (Carlos Bento, Marisa Gallén, Luis González y Sandra Figuerola completaban el equipo) que acabarían haciendo historia en su estudio de una nave de la calle San Vicente de Valencia.