En unos días, el 9 de octubre, los valencianos celebramos el día de la Comunidad Valenciana, de nuestro Histórico Reino de Valencia, en recuerdo del año 1238, cuando el Rey Jaime I reconquistó nuestra tierra para la Cristiandad, frente al dominio musulmán.
Es una fecha que enorgullece a los valencianos; es un día en el que todos nos tenemos que sentir unidos especialmente, en defensa de lo que somos, gracias al esfuerzo, el compromiso, la entrega y la fe de nuestros antepasados, y el empuje y la innovación en los que somos pioneros en la actualidad.
Los valencianos, de nacimiento o de adopción en esta gran tierra de acogida, somos un pueblo afable, esforzado, trabajador, y orgulloso de quiénes somos, y de lo nuestro.
Por eso celebramos la consolidación de nuestra tradición, de nuestra cultura y de nuestra fe, como ofrenda a España de glorias pasadas y de promesas firmes de futuro. Somos un pueblo en constante movimiento y lleno de dinamismo, que no se queda satisfecho con lo hecho, sino que siempre está pensando en lo que va a hacer: tanto en la ciencia, como en la cultura o el emprendimiento. Y por eso no nos conformamos con lo que hicimos, sino que luchamos por lo que queremos ser.
Somos un pueblo de artistas en la escritura, como Anfós Ramon o Blasco Ibáñez, de pintores como Sorolla o escultores como Benlliure, y de religiosos y políticos representantes de nuestro Siglo de Oro como Sant Vicent Ferrer. Si la ciencia y el arte es “universal”, Valencia es ejemplo de universalidad por sus ilustres hijos, que nos han marcado un camino a seguir a todos los que queremos esta tierra y queremos que su futuro sea aún mejor y más próspero que su pasado.
Dicen que el camino se demuestra andando, y en esa travesía Vox está haciendo historia; y de la buena. En las Cortes valencianas ha presentado una iniciativa para que los títulos de valenciano, expedidos por Lo Rat Penat, siguiendo la gramática validada por la Real Academia de Cultura Valenciana, sean nuevamente reconocidos con toda la oficialidad que merecen, y que ya tuvieron hasta que en 1983 el Partido Socialista les arrebató vilmente su validez. El Partido Popular blindó una Academia Valenciana de la Lengua que se ha echado en brazos del “invasor”, por lo que, según ley, no podemos desmarcarnos de la imposición de un falso valenciano, pero podemos reconocer el valor oficial del único, del nuestro, del de verdad, hasta que un mayor apoyo de la ciudadanía nos confiera el peso suficiente para recuperar una Academia que sí esté al servicio de los valencianos.
También Vox ha presentado una iniciativa para que se declaren nulos de pleno derecho todos los actos administrativos realizados por la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) que se hayan fundamentado en criterios normativos emanados del Institut d’Estudis Catalans, en tanto que dicho instituto carece de competencias territoriales para intervenir en la regulación lingüística de la Comunidad Valenciana.
E igualmente, Vox ha presentado una iniciativa en les Corts Valencianes para que se conceda la Alta Distinción de nuestra Comunidad a un insigne poeta valenciano, Anfós Ramon i Garcia, en el centenario del año de su nacimiento.
Nuestra tierra valenciana es arte, es cultura, es trabajo y es fiesta. La Mare de Deu dels Desamparats, la Virgen de Lidón o la Dama de Elche, nuestras Fallas, Gaiatas, Hogueras, Moros y Cristianos, Bous al Carrer, o la Muixeranga, tienen reconocimiento y prestigio internacional, y constituyen un valor natural de España, que en el Reino de Valencia se traduce en ruido, luz y color. No hay mejor Mediterráneo que el que pintó Sorolla; el sol brilla de forma única, ejemplar, en nuestras playas; y la pólvora purifica nuestro ser.
Nadie, absolutamente nadie, va a poder con los valencianos; nadie, absolutamente nadie, va a “sustituir” a los valencianos; y nadie, absolutamente nadie, nos va a “conquistar” nunca.
El 9 d’octubre nos recuerda que la Comunidad Valenciana (Valencia, Castellón y Alicante) no va a ceder a chantajes, a desprecios ni amenazas. Somos un pueblo que lucha por sus hijos, que defiende a sus familias, que respeta a sus mayores.
Con ese espíritu de generosidad que nos define desde siempre, las mujeres valencianas obsequiaron al Rey Jaime I, a su mujer Na Violant de Hungría y a sus soldados, con frutas y verduras de la huerta valenciana, y por esa tradición plurisecular también celebramos el 9 d’octubre, el día de Sant Donís, o día de los enamorados, con la tradicional “mocadorà” y “les piuletes i els tronadors, aixina com fruites i figuretes de massapà”.
Desde la política, y como depositarios de la confianza de los valencianos, tenemos una misión: guardar y hacer guardar su identidad, su vida y su dignidad. No es una obligación; es un compromiso y en ello empeñamos nuestra palabra.
Por eso quiero felicitar a los valencianos en nuestro día; quiero felicitar a las mujeres valencianas en nuestro particular día de los enamorados; y quiero felicitar a todos los que formamos esta tierra, que día a día y año a año, ofrenda lealmente nuevas glorias a España.