Este año Valencia se prepara para una Navidad distinta, marcada por el recuerdo de las devastadoras inundaciones generadas por la Dana del pasado 29 de octubre, las cuales han dejado una cicatriz en todos los valencianos difícil de reparar. Sin embargo, en medio de la adversidad, estas fiestas se presentan como una oportunidad para marcar un punto de inflexión hacia la recuperación, el reencuentro y la esperanza.
Desde el Ayuntamiento de Valencia, hemos preparado una cuidada programación con el objetivo de recuperar la ilusión y la esperanza, sobre todo, la de los más pequeños. Juegos infantiles, espectáculos de magia, rutas teatralizadas, actividades navideñas en museos y conciertos, entre otras muchas cosas, se distribuirán por todos los barrios de nuestra ciudad, con especial atención a las pedanías del sur, las más afectadas por la Dana, especialmente La Torre, Castellar-Oliveral y Horno de Alcedo.
A ello se suma, entre otros, la tradicional Ruta de Belenes, empezando por el belén del salón de cristal del ayuntamiento, este año con una figura muy especial: la de un voluntario como símbolo de la ola de solidaridad vivida durante estos tiempos difíciles.
Entre toda esta programación, la música ocupa un lugar destacado, convencidos del poderoso efecto positivo que tiene sobre nuestro estado emocional. Como dijo el filósofo, poeta y compositor alemán Friedrich Nietzsche: "Sin música, la vida sería un error".
Más de 40 conciertos gratuitos de bandas de música valencianas y coros que se celebrarán en 30 localizaciones de la ciudad. Gracias a Cosomuval, a la Federación de Sociedades Musicales y a la de Folklore de la Comunitat por su colaboración, con una mirada muy emocionada a las tres sociedades musicales de las pedanías de La torre y Castellar-Oliveral, que con gran espíritu de superación han colaborado en este ciclo de conciertos.
A ello se une la presencia especial de la música en los eventos organizados en las últimas semanas: los tradicionales actos lúdicos han evolucionado a homenajes a los afectados por la Dana a través de la música.
Es el caso del encendido de luces, la cena de navidad solidaria de AVE o los startups awards, todos ellos precedidos por la música de Rei Ortolà interpretando su canción “Voces de Valencia”, compuesta para homenajear a los afectados y a los voluntarios. Momentos que reconfortan, sanan y nos unen. Como dice la letra de este himno que ya se ha hecho viral: “somos tantos levantando, un mismo pueblo, un mismo hogar...”, que si vamos todos a una no cabe el fracaso. Ese es el gran reto que tenemos por delante como sociedad.
Y es que, tal y como señalan numerosos estudios, escuchar música activa regiones del cerebro asociadas con la emoción y la memoria, ayuda a aliviar el estrés y fomenta una actitud positiva. Pero, además de reconfortar, la música también une. La música es un lugar común. Algunos estudios revelan que cantar en grupo genera sentimientos de pertenencia y conexión social más rápidamente que muchas otras actividades.
En una sociedad tan fragmentada como la nuestra, en la que algunos intentan utilizar políticamente esta tragedia, quizás unas notas musicales puedan conmover el corazón de aquellos estrategas que solo ofrecen ayuda cuando se la pedimos, o cuando sus cálculos políticos les aseguran un beneficio.
Tras los estragos de la Dana, es natural sentir el peso de la incertidumbre. Sabemos que el camino de la recuperación será largo y complicado. Sin embargo, la Navidad me parece una invitación a detenernos, reflexionar, recargar fuerzas con nuestros seres queridos y tomar impulso.
Después de haber vivido la catástrofe más grave de los últimos tiempos de nuestra ciudad, estoy segura de que esta va a ser nuestra Navidad más solidaria. La Navidad simboliza renacer y comenzar de nuevo. Por eso, al ritmo de las melodías que inundarán nuestra ciudad, podremos iniciar el nuevo año con fuerzas renovadas, con la ilusión de construir juntos una Valencia mejor, más resiliente y solidaria.
Por todo ello, me gustaría invitar a todos los valencianos a dejarse llevar por la magia de la música esta Navidad, y también a nuestros visitantes, más necesarios que nunca de cara a reactivar nuestros comercios y toda la cadena de valor del sector turístico de la ciudad.
Valencia resurge con música, con esperanza y con la certeza de que juntos podemos superar cualquier adversidad. La música es en sí misma un acto de cooperación: aquellas ciudades y comunidades que incorporan la música a su estrategia suelen ser las más exitosas, porque están más cohesionadas.
Espero que esta Navidad sea el preludio de un año lleno de armonía, unión y nuevas oportunidades. Mi deseo es que 2025 llegue cargado de soluciones innovadoras para afrontar los grandes desafíos actuales y con el impulso necesario para alcanzar grandes metas.
¡Feliz Navidad y próspero 2025!