VALÈNCIA (EP). La Concejalía de Calidad Acústica y del Aire del Ayuntamiento de València ha elaborado un informe técnico, a raíz del inicio del periodo de información pública del Mapa Estratégico de Ruido (Fase IV) del Aeropuerto de València, -una vez analizada la documentación publicada en la página web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana- en el que pide mejorar algunas cuestiones para dar respuesta a los vecinos que denuncian molestias por la contaminación acústica derivada del tráfico aéreo.
Por un lado, se han tenido en cuenta datos que corresponden al año 2021, cuando hubo 49.631 movimientos de aeronaves, una cifra "considerablemente" inferior a la del último año anterior a la pandemia, 2019, cuando se produjeron 77.702, según ha informado el consistorio en un comunicado.
El uso de esos datos "empeora" la representatividad de la situación actual y el Ayuntamiento de València considera que la delimitación territorial que resulta afectada (algunas zonas de la Fontsanta y Safranar así como Vara de Quart) "es muy reducida, dado el volumen de quejas que se han presentado en la administración local por el tráfico aéreo en una localización amplia que incluye los distritos de Patraix, Jesús, Cuatro Carreres y el Olivereta".
En segunda instancia, se considera que el método de cálculo predictivo de niveles sonoros aplicado ha utilizado un software anterior a la última actualización, lanzada 14 meses después de la que se ha utilizado y se determina que "no hay conocimiento de mediciones simultáneas experimentales para validar los niveles sonoros obtenidos en la elaboración de ese mapa del ruido".
Además, se plantea que el uso de medias mensuales provoca una diferencia importante respecto al nivel sonoro máximo que se registra, utilizando así datos de entre seis y siete decibelios menos. Esto se traduce en la consideración que en València no hay población expuesta a unos determinados niveles de contaminación acústica.
Por eso, el informe técnico considera que "los parámetros evaluados no representan ni se corresponden con las molestias sufridas por los vecinos de la ciudad cuando desde sus casas o sus entornos reciben en reiteradas ocasiones a lo largo del día el sonido que emiten las aeronaves".
En este sentido, se entiende que esas quejas se tendrían que relacionar con otro índice de ruido recogido en el Real Decreto 1367 para infraestructuras aeroportuarias y que no se tiene en cuenta en la simulación del mapa de ruido, pero que sí serviría para tener en cuenta los niveles máximos de ruido, que son los que más molestan al vecindario de la ciudad.