València regula los VTC: se pedirán una hora antes y no estacionarán en espacios concurridos

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València aprobó en el pleno de este jueves, el último de la presente legislatura, una modificación de la ordenanza de movilidad que afecta directamente a los servicios de vehículo con conductor. Es decir, los VTC, que generalmente se suelen gestionar a través de aplicaciones móvil como por ejemplo Cabify. Este cambio supone un endurecimiento de la regulación con respecto a este tipo de servicios en la ciudad. Concretamente, introduce la obligación de demandarlos con una hora de antelación antes de iniciar el trayecto y, además, no podrán prestar servicio alrededor de espacios concurridos como centros comerciales u hoteles. 

En este sentido, los vehículos con conductor no podrán aparcar a menos de 300 metros de lugares "de alta concentración y generación de transporte de personas viajeras". Esto es, específicamente, puertos, aeropuertos, estaciones de autobús y de ferrocarril. Tampoco podrán posicionarse cerca de otros recintos como por ejemplo centros comerciales y de ocio, ni de equipamientos deportivos o de asistencia sanitaria, ya sean de titularidad pública o privada. Del mismo modo, no les estará permitido aparcar por las inmediaciones de hoteles con más de 400 plazas ni paradas de taxi que tengan una capacidad superior a las 9 plazas. 

Por lo que respecta al tiempo de antelación con el que se tendrá que agendar el servicio, la normativa municipal se presta mucho más estricta que la que en su momento aprobó el gobierno autonómico, allá por el año 2019. En este sentido, cabe recordar que les Corts Valencianes establecieron el periodo de espera en 15 minutos, mientras que el área de Movilidad que dirige Giuseppe Grezzi lo ha elevado a una hora completa, salvo algunas excepciones que tengan que ver con el transporte de urgencia derivado de una emergencia o asistencia en carretera. 

Además, todos los viajes tendrán que cumplir con esta premisa, independientemente de que una persona o empresa demande el servicio de VTC varias veces en el mismo día. Asimismo, se ahonda en la idea de que los conductores no podrán utilizar la geolocalización para captar clientes, como ya regulara en su momento el Consell. Y, del mismo modo, los vehículos no podrán quedar en ningún caso estacionados en la vía pública, por lo que deberán disponer de garaje propio ya sea público o privado, aunque de ninguna manera este aparcamiento podrá estar ubicado directamente en la calle. 

Por su parte, el Ayuntamiento de València establece que, cada vez que se tenga que sustituir un vehículo actualmente adscrito a las autorizaciones de VTC, el nuevo modelo deberá estar agendado en el registro de la Dirección General de Tráfico con una calificación ambiental de Cero Emisiones. Y, asimismo, también se guarda el derecho a ejercer restricciones totales o parciales sobre este tipo de movilidad en determinadas zonas u horarios, siempre y cuando estas respondan al interés público.

Todo ello con el objetivo de introducir regulación en un sector que se incorporó de manera relativamente reciente en el mercado de la ciudad, y que durante los últimos años ha sido objeto de distintos intentos de normalización por parte de las administraciones públicas. Así, el Ayuntamiento pretende compatibilizar los servicios de los VTC con los que ya presta el sector del taxi, de manera que no haya solapamiento ni tampoco "competencia desleal".

Con todo, cabe recordar que el gobierno autonómico ya estableció un decreto por el que regulaba de manera general el uso de los vehículos con conductor dentro del ámbito de la Comunitat Valenciana, aunque delegaba en los Ayuntamientos una serie de funciones para ampliar o matizar algunos de sus preceptos. En este sentido, tanto el gobierno compuesto por PSPV y Compromís como Ciudadanos han votado a favor de la modificación de la ordenanza municipal en la ciudad de València, mientras que el Partido Popular se ha abstenido y Vox ha votado en contra. 

Ciudadanos: en contra en les Corts, a favor en València

Precisamente, la sorpresa durante la votación la dio el grupo municipal de Ciudadanos, quien se alineó a favor de regular el uso de los VTC en la ciudad de València a pesar de que, dos años antes, en abril de 2019, se había posicionado totalmente en contra en les Corts. De hecho, fue el único partido que votó en contra en aquel momento. Y además, el cambio de sentido en su decisión viene de la mano de una propuesta que endurece sustancialmente la que en su momento rechazaron por parte del gobierno autonómico. 

Por aquel entonces, el grupo parlamentario justificó su voto en la "falta de consenso" con todos los sectores implicados dentro de la normativa. Así, consideraba que debería haber habido un mayor acercamiento y negociación con todos aquellos servicios que se vieran afectados por la regulación. Y, del mismo modo, Ciudadanos también consideró que la norma afectaba a las bases de la libre competencia: "Hay que posibilitar todas las opciones de negocio, no ponerle puertas al campo", defendieron. 

Sin embargo, ahora las circunstancias han cambiado y con ellas también el sentido del voto de la formación naranja en el consistorio: "Las decisiones las tomamos pensando en lo mejor para la ciudadanía, especialmente después de la crisis de la covid-19 que obliga a los taxis a salir un día de cada dos". Del mismo modo, también apuntan a la situación particular de la ciudad de València, que es el ámbito más estricto de su competencia.

"En el caso de València el sector del taxi está muy regulado. En cada ciudad será distinto, y cada una tendrá sus necesidades, pero aquí los VTC sí que requieren de una regulación para evitar las situaciones de competencia desleal". Así, se desmarcan de aquella primera postura refugiándose en la casuística propia de la capital. Y añaden: "Hablamos de una ordenanza de estricto alcance municipal que afecta solo a la ciudad de Valencia, donde apostamos decididamente por el sector del taxi, como bien recogía nuestro programa electoral, y de evitar situaciones de competencia desleal", incidían.