VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València volvió a batir el pasado año, el 2021, el peor dato de ejecución presupuestaria en inversiones desde que la coalición de izquierdas alcanzó el poder en el consistorio. El gobierno local, conformado por Compromís y PSPV, volvió el año pasado a tocar suelo en la realización de inversiones municipales, alcanzando el peor dato de los últimos seis años desde que gobierna la izquierda en el Cap i Casal, incluso empeorando la marca de 2020, ejercicio en el que impactó de lleno el estallido de la pandemia de coronavirus.
Es la conclusión que ofrecen los datos mensuales facilitados por el propui Ayuntamiento de València, gobernado desde 2019 por Compromís y PSPV sin València en Comú. Así pues, dichos datos revelan que las inversiones consistoriales adscritas al año 2021 que ya se han realizado -pagadas o cuyas facturas están pendientes de abono-, son del 32% aproximadamente. O lo que es lo mismo: las obras efectivamente ejecutadas a final del año pasado alcanzaron un tercio del total.
Se trata de una cifra sensiblemente inferior a la del año anterior, 2020, cuando el surgimiento de la pandemia de coronavirus provocó cierta parálisis en la actividad económica y administrativa. Aquel ejercicio, según los mismos datos del Ayuntamiento, llegaron al 42% del total de las inversiones previstas a principio de año.
El análisis de la evolución en la ejecución del gasto en inversiones revela que este ha ido ralentizándose con el paso de los años: el primer ejercicio llegó al 66%; en 2017, al 53%; y en 2018, casi al 46%. En 2019, la ejecución presupuestaria fue del 41% aproximadamente. Todo pese a que, cada año, el dinero presupuestado en inversiones por Compromís y PSPV ha ido in crescendo.
Así pues, también en términos absolutos el gasto efectivo en inversiones ha sido el peor de los últimos ejercicios consistoriales. El año pasado, el Ayuntamiento ejecutó 71,6 millones de euros, la cifra más baja del último lustro, por detrás de 2020 -83,4 millones-, 2019 -71,8 millones-, 2018 -78,6 millones-, y 2017 -79 millones-.
Los datos exponen que cada año el Ayuntamiento de València está presupuestando más inversiones que, al parecer, los departamentos consistoriales no están pudiendo absorber. O lo que es lo mismo: la gestión administrativa de las concejalías no está mejorando lo suficiente como para sacar adelante ese aumento de las inversiones previsto por el gobierno cada año sobre el papel.
Solo hay que acudir al presupuesto definitivo de cada año para constatar tal engrosamiento de la partida de inversiones. En 2017, por ejemplo, alcanzó los 148 millones. Cifra que ha ido superándose anualmente -aprovechando los dirigentes municipales para celebrar las partidas más altas de la historia- hasta los 224 millones de euros en 2021. Un aumento de las proyecciones anuales que, sin embargo, contrastan con la baja ejecución, que el año pasado apenas llegó al 32%. El presupuesto no gastado, por lo general, se suma al del año siguiente.
El bajo nivel de ejecución presupuestaria llevó este viernes a la oposición a criticar la gestión municipal. La portavoz del PP, María José Català, advirtió de que la "falta de gestión es dramática y lo es porque las inversiones no llegan a los barrios y ni a los vecinos". La portavoz popular calificó de "inadmisibles" las cifras dadas por el gobierno y dijo que es "preocupante", pues con dichas cifras "sabemos que los presupuestos para el 2022 son más que papel mojado". ""Ribó se pone la medalla de ser expansivos y de superar los mil millones pero a la hora de la verdad no sabe ejecutar y no llega a cumplir ni un tercio de las inversiones previstas", sentenció.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, opinó que se la ejecución presupuestaria se trata de un "porcentaje ridículo y vergonzoso teniendo en cuenta las muchas necesidades que tiene la ciudad de València". Todo pese a que, señaló Giner, "se han recaudado algo más de 451 millones de euros en impuestos directos, indirectos y tasas". A su juicio, "este dato pone de manifiesto el déficit de gestión en buena parte de las delegaciones y confirma que el equipo de gobierno ha estado más centrado en vender humo y proyecciones, pero a la hora de la verdad no ha estado entre sus prioridades cumplir en plazo con los proyectos e inversiones a los que se comprometieron con la ciudadanía".