VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València no tendrá que compensar a Bertolín por las pérdidas del parking que gestiona la firma en régimen de concesión en la calle Eugenia VIñes, en el barrio marítimo del Cabanyal. El juzgado de lo contencioso-administrativo número 4 de València ha dado la razón a la empresa municipal Aumsa frente a la concecsionaria, lo que librará de responsabilidad a la administración municipal de los malos resultados económicos de la concesión.
La filial de Bertolín encargada únicamente de gestionar estas instalaciones, Aparcamientos Paseo de Neptuno, había llevado a los tribunales a Aumsa para pedirle la resolución de la concesión por no haberse cumplido las previsiones económicas del contrato, así como una compensación por las inversiones realizadas en la infraestructura desde que resultó adjudicataria en 2009. Pero finalmente la justicia falló en favor del consistorio el pasado 12 de abril.
La mercantil privada sostenía que las proyecciones realizadas por el Ayuntamiento en el momento de realizar la adjudicación del contrato, en tiempos del gobierno del Partido Popular, eran erróneas, lo que había provocado que la explotación del aparcamiento resultara "inviable y ruinosa", pese a lo cual la concesionaria seguía manteniendo el servicio "ded forma diligente". Concretamente, el Plan de Viabilidad municipal preveía una afluencia media de 35.000 personas "que no se correspondía con la afluencia de público real".
Entre los motivos aludidos por la firma de Bertolín para explicar ese desfase estaban, por una parte, la no celebración de la Copa América y otros eventos como la Fórmula 1, así como la no ejecución de los desarrollos urbanísticos próximos. También la "permisividad" con el "aparcamiento irregular" en la zona, y la celebración de eventos deportivos que obligan a cerrar el tráfico rodado. Circunstancias de los que el Ayuntamiento, a juicio de la compañía, es "enteramente responsable".
De ahí, por considerarla responsable, que hubiera solicitado a la administración el reequilibrio económico del contrato -una indemnización- a raiz de los malos resultados económicos. Algo que el Ayuntamiento rechazó, por lo que la cuestión acabó en la justicia. El consistorio recordaba que las previsiones realizadas en su momento por los técnicos municipales, plasmadas en un Plan de Viabilidad, no recibieron ninguna alegación y que su objetivo no era "establecer el margen de beneficio" de la adjudicataria.
Así, el consistorio sostenía que la compañía "debió presentar un estudio de viablidad económica" propio y que el plan municipal "no tenía carácter contractual ni era finculante" de manera que si no se cumplían sus previsiones, no se daba lugar a responsabilidad" del Ayuntamiento. El juez da la razón a la parte pública: el escaso nivel de afluencia del parking no es uno de los motivos fijados en la ley para indemnizar a la concesionaria.
En este caso, el juez trae a colación un fallo del TSJ sobre la concesión de autopistas, según el cual la frustración de las expectativas económicas de la empresa es un "elemento de aleatoriedad" que no le exime de cumplir con el contrato y la merma de flujos de vehículos "no constituye un riesgo imprevisible, sino una consecuencia" que entra dentro del riesgo de la concesionaria y que esta "hubo de considedrar" al concurrir al contrato.
Así pues, el juzgado conviene con el Ayuntamiento en que la empresa "asumió las condiciones pactadas bajo el principio de riesgo y ventura" y en ese sentido se sobreentiende que la compañía privada "efectuó o debió efectuar su propio estudio de viabilidad". Motivos todos ellos que fundamentan el rechazo del juzgado al recurso de la filial de Bertolín. Así, no le concede ni el reequilibrio presupuestario ni la resolución del contrato, y fija que la compañía deberá hacerse cargo de las costas procesales.
Por otra parte, la firma dejó de abonar el pago a Aumsa. Un impago que ya asciende a 412.000 euros, según datos de Aumsa. Una deuda con la firma municipal que corresponde a varios ejercicios y cuya liquidación está en vías de negociación entre ambas partes, y que estaba también a la espera de la ya conocida resolución judicial.
La relación entre Bertolín y el Ayuntamiento por este aparcamiento viene de hace casi 15 años, desde 2007. Entonces, el gobierno municipal dirigido por Rita Barberà encargó a Aumsa las actuaciones precisas para construir y poner en funcionamiento un aparcamiento en terreno de dominio público municipal en Eugenia Viñes. Así, se condeció una concesión demanial sobre el subsuelo de estos terrenos por un plazo de 75 años a partir de 2009. Esto es, hasta 2084.
Para la construcción de las instalaciones y la explotación de las mismas en virtud de dicha concesión, Aumsa convocó un concurso en 2007, cuya adjudicataria fue la UTE formada por Bertolín y Begar Construcciones y Contratas, que más tarde subrogaron a favor de la filial, Aparcamiento Paseo Neptuno. En 2010 Bertolín adquirió Begar y con ello Aparcamiento Paseo Neptuno, por lo que desde entonces es responsable única de estas instalaciones.
En 2009, la firma tuvo unas ganancias de 3,1 millones, que se elevaron hasta los 11,4 millones en el ejercicio posterior. Una tendencia que se revirtió en 2011 -con pérdidas de 133.000 euros- y que se ha mantenido casi todos los años -salvo en 2013, con ganancias de 220.00 euros- hasta la actualidad. 122.000 euros de pérdidas en 2012; 14.000 en 2014; 66.000 en 2015, 85.000 en 2016; menores en 2017 (11.000) y 2018 (19.000), y acrecentadas en 2019, con 58.000 euros de pérdidas.