ALICANTE. La declaración del Estado de Alarma está siendo duro para muchos. Empresas, autónomos, trabajadores de todo tipo, pero fundamentalmente, los de la Sanidad ... y los mayores. Estos últimos son el colectivo más vulnerable al virus, especialmente los que tienen más de 70 años. Y dentro de éstos, desgraciadamente, el foco está puesto en las residencias de la Tercera Edad, que acumulan muchos brotes de contagio y por tanto, muchas víctimas. Sólo en la Comunitat Valenciana se han registrado 61 víctimas mortales, 28 de ellas, en la de Alcoy. Pero ¿qué pasa con los mayores que están solos? ¿quién los cuida con las normas del Estado del Alarma que ponen restricciones a los movimientos y por tanto a estar con ellos? ¿O a las recomendaciones sanitarias, en caso de que algún familiar esté en cuarentena? Desde hace muchos años, este servicio lo asume la Cruz Roja a través del servicio de teleasistencia, que está pendiente de cualquier necesidad que tiene un mayor sin compañía.
En la actualidad, más de 30.000 mayores en la Comunitat Valenciana dependen de este servicio, que para los usuarios es un auténtico salvavidas en el pleno Estado de Alarma. De ellos, hay 23.000 en la provincia de Alicante, 16.000 incluidos dentro del servicio que presta la Diputación de Alicante y unos 6.000 privados. Los otros restantes es el servicio que la Generalitat presta a dependientes en la toda la autonomía a través de Cruz Roja.
Según explica la coordinador del servicio, Ana Velasco, los mayores tienen instalado en su domicilio un terminal que les tienen conectado con la central de Cruz Roja. O bien llevan un colgante o una pulsera y cuando necesitan algo, pulsan el botón. "En el momento que se recibe la llamada, se establece una conexión telefónica con manos libres. Cuando se produce la llamada, ya nos aparece en las pantallas quién llama, qué enfermedades que padece, cuál es su medicación, quién es su médico o quienes son sus contactos...se abre todo el expediente", relata Ana Velasco.
Hay un elemento importante: el botón es sumergible, algo que parece una prestación minúscula en los tiempos que ocurren, pero importantísima en su contexto de soledad de un mayor en una vivienda: la mayoría de los accidentes ocurren en el cuarto de baño. La conectividad es instantánea, bien a través de la línea telefónica, bien a través de un dispositivo de Cruz Roja que tiene una tarjeta SIM dentro. "Lo más importante es el botón; pulsándolo desde cualquier parte de la casa son atendidos", cuenta Velasco.