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Bruselas estudia exenciones y tipos reducidos para los pequeños productores de bebidas alcohólicas

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BRUSELAS (EP). La Comisión Europea estudia opciones para combatir el fraude fiscal en los impuestos especiales al vino, la cerveza y las bebidas alcohólicas como establecer exenciones y tipos reducidos comunes, especialmente para los pequeños productores de bebidas alcohólicas y los que producen en casa.

"Las normas actuales sobre clasificación y estructura fiscal de las bebidas alcohólicas pueden estar abiertas a la interpretación, de modo que algunos productores pueden explotar los resquicios fiscales produciendo y vendiendo alcohol falsificado", explicó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Impuestos y Aduanas, Pierre Moscovici.

"También queremos mirar vías para reducir la carga para nuestros pequeños productores", confirmó el comisario.

El Ejecutivo comunitario ha lanzado este viernes una consulta pública para recabar de aquí al 27 de noviembre la opinión de las autoridades, los productores y los consumidores de cara a evaluar si hacen falta cambios en la normativa sobre impuestos especiales aplicados a las cervezas, el vino y bebidas alcohólicas para combatir el fraude fiscal y reducir la venta de alcohol adulterado y falsificaciones.

Bruselas también quiere consultar a los consumidores europeos si están adecuadamente informados sobre lo que beben, por ejemplo si contienen químicos dañinos o si hay más probabilidad de que el alcohol más barato haya sido falsificado. La actual directiva sobre la armonización de la estructura de los impuestos especiales para el alcohol data de 1992.

Por un lado, la normativa  fija una serie de definiciones comunes de los productos alcohólicos a los que se les aplica impuestos, como la cerveza, el vino y otros productos fermentados como la sidra para garantizar que los productos se tratan igual en todos los países y por otro especifica el método para calcular los impuestos y los criterios que permiten aplicar tipos reducidos o exenciones, por ejemplo para el alcohol desnaturalizado, no destinado al consumo humano pero utilizado en perfumes, anticongelantes o biocombustibles.

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