Como mencionamos en nuestra columna de la semana pasada, la irrupción de DeepSeek ha supuesto una verdadera revolución en los mercados. Aunque inicialmente provocó fuertes caídas, especialmente en fabricantes de chips, semiconductores y GPUs, ahora estamos viendo lo que podría llamarse una "segunda derivada". El pasado 4 de febrero, empresas como Alphabet (la matriz de Google) y AMD vieron importantes descensos en sus cotizaciones, pese a presentar resultados sobresalientes correspondientes al cuarto trimestre de 2024 y ofrecer perspectivas optimistas para los próximos trimestres.
Alphabet reportó un beneficio neto récord de 100.118 millones de dólares en el año fiscal 2024, superando por primera vez los 100.000 millones. Sin embargo, sus acciones cayeron aproximadamente un 8% desde el premarket, confirmándose esta caída en la sesión regular. Según los medios, los factores clave para justificar dichas caídas fueron:
- Ingresos por debajo de las expectativas: Los ingresos trimestrales alcanzaron 96.469 millones de dólares, un 12% más que el año anterior, pero ligeramente por debajo de los 96.560 millones esperados por los analistas.
- Desaceleración en Google Cloud: El crecimiento de los ingresos de Google Cloud se redujo al 30% (12.000 millones de dólares) frente al 35% del trimestre anterior. Los analistas esperaban un crecimiento del 32,3%, lo que generó preocupación entre los inversores.
- Aumento en inversiones de IA: Alphabet anunció planes para invertir 75.000 millones de dólares en infraestructura de inteligencia artificial en 2025, un 29% más de lo anticipado por el mercado. Aunque estas inversiones buscan consolidar su liderazgo en IA, el significativo aumento en gastos de capital generó inquietud entre los accionistas. Curiosamente, éste fue el factor negativo más mencionado.
AMD también sufrió una caída notable en su cotización tras publicar resultados del cuarto trimestre de 2024 a pesar de presentar unos sólidos resultados financieros, con unos ingresos que aumentaron un 24%, alcanzando los 7.660 millones de dólares y unas ganancias ajustadas de 1,09 dólares por acción, superando las expectativas de los analistas.
En este caso, la justificación de las caídas en su cotización vinieron de la mano de la inquietud sobre su negocio de centros de datos y la creciente competencia en chips de inteligencia artificial, especialmente tras el surgimiento de DeepSeek.
La influencia de DeepSeek
El lanzamiento de DeepSeek ha provocado un debate sobre las inversiones necesarias para desarrollar inteligencia artificial. Esta plataforma anunció ser más eficiente, utilizando menos recursos y con costos significativamente menores que sus pares occidentales. Esto ha llevado a algunos inversores a cuestionar si las grandes inversiones en infraestructura de IA siguen siendo justificables.
Sin embargo, este razonamiento podría ser un error.
La paradoja de Jevons
En 1865, el economista británico William Jevons observó un fenómeno inesperado: cuando las máquinas de vapor se volvieron más eficientes en el uso de carbón, el consumo total de este recurso aumentó en lugar de disminuir. Esto se debió a que la mayor eficiencia redujo los costos, lo que permitió un uso más amplio en diferentes industrias. Este concepto, conocido como la "Paradoja de Jevons", sugiere que las ganancias en eficiencia no reducen la demanda de un recurso, sino que la incrementan.
En el contexto actual, algunos temen que la eficiencia de DeepSeek reduzca la demanda de chips de alto rendimiento y computación en la nube. Sin embargo, la historia sugiere lo contrario: una IA más eficiente podría democratizar su uso, impulsando una adopción más amplia y aumentando la demanda de infraestructura tecnológica.
Oportunidades futuras
Una mayor accesibilidad podría llevar a que más empresas, desarrolladores e industrias integren la IA en sus productos, servicios y operaciones, al tiempo que una adopción masiva de la IA requerirá un aumento significativo en centros de datos, chips, GPUs y semiconductores.
Al igual que la reducción de costos en la computación en la nube impulsó la revolución de las aplicaciones móviles, una IA más económica podría habilitar casos de uso completamente nuevos.
DeepSeek demuestra que la innovación en inteligencia artificial no está limitada a los grandes actores de Silicon Valley, abriendo la puerta a avances en regiones como Asia, Europa y América Latina.
A pesar del pesimismo inicial del mercado, la irrupción de DeepSeek y su eficiencia podrían ser una bendición para las grandes tecnológicas a largo plazo. La historia nos enseña que las ganancias de eficiencia impulsan la adopción y la demanda. En este sentido, el avance de la inteligencia artificial promete una mayor integración en todos los sectores, acelerando la innovación y generando nuevas oportunidades en el ecosistema tecnológico global.
En lugar de temer las consecuencias de DeepSeek, los mercados podrían aprovechar esta oportunidad para capitalizar el próximo gran salto en el desarrollo tecnológico.
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