MADRID. La inteligencia artificial se ha convertido en el eje alrededor del cual gira todo el mercado tecnológico. Ningún otro sector concentra tanto interés, tanto capital y tantas expectativas. Y, en consecuencia, tampoco genera tantos temores. ¿Estamos ante una burbuja similar a la de las puntocom o ante un proceso natural de inversión masiva para construir la infraestructura tecnológica de las próximas décadas?
Esa es la pregunta que sobrevuela cada movimiento del mercado y un buen número de analistas intervienen en múltiples debates organizados por los más diversos medios de comunicación, ya sean generalistas, ya sean especializados, intentando dar respuesta.
Sin que sirva de precedente y comenzando por el final, podemos concluir que el entusiasmo por la IA es real, que los riesgos también lo son, pero que quizá la realidad del estallido de una supuesta burbuja llegue más tarde de lo que muchos creen.
El mercado vive, respira y reacciona en función de la IA
La Inteligencia Artificial (IA) es el gran motor del mercado actual. Es el origen del optimismo, del dinamismo y también del nerviosismo. El mercado es hoy más sensible que nunca y reacciona de manera hiperbólica a cualquier titular relacionado con esta tecnología.
El origen de ese nerviosismo reside en un patrón visible: las grandes tecnológicas están gastando más que nunca para sostener su crecimiento en IA. OpenAI, por ejemplo, ha comprometido más de 1,4 billones de dólares en acuerdos de infraestructura y capacidad con actores como Nvidia, Oracle, Amazon, AMD y CoreWeave. Es una cifra colosal si se compara con sus ingresos actuales, que rondan los 4.300 millones en el primer semestre del año 2025.
Esta misma situación se replica en las Big Tech. Meta elevó su CapEx esperado de 60–65 a 70–72 mil millones de dólares, Google de 75 mil millones a más de 91 mil millones, Amazon, de 100 mil millones a 125 mil millones…
Este incremento generalizado de la inversión ha sido interpretado por algunos como una señal de alarma, pero otros analistas señalan que es una consecuencia inevitable del momento en el que se encuentra esta tecnología: nadie puede permitirse quedarse atrás y todos gastan para no perder el tren.
Señales de tensión en la cadena de suministro: ¿advertencia real o ruido temporal?
Aunque el gasto crece, también empiezan a aparecer señales que inquietan al mercado. En sus últimos reportes empresas como Foxconn, Supermicro o CoreWeave defraudaron al mercado.
Foxconn es el principal fabricante de hardware para las grandes tecnológicas del mundo y un actor clave en la cadena global de producción electrónica e infraestructura de IA, con fábricas en China, India, Vietnam, México, EE.UU. y otros países. En el informe correspondiente al tercer trimestre de 2025 mostró una desaceleración significativa en su crecimiento mensual: pasó de un incremento del 33,7% en septiembre a solo un 7% en octubre, lo que sugiere un enfriamiento en la demanda de hardware ligado a la IA. Este cambio repentino ha sido interpretado por los analistas como una señal de tensión en la cadena de suministro, contribuyendo a los temores de una posible ralentización del mercado de servidores de IA.
Supermicro, empresa estadounidense especializada en el diseño y fabricación de servidores de alto rendimiento, soluciones para centros de datos, infraestructura para IA, computación en la nube y equipos modulares optimizados para eficiencia energética, igualmente redujo previsiones y decepcionó en resultados.
CoreWeave (proveedor estadounidense de infraestructura en la nube especializada en GPU, enfocado en cargas de trabajo de inteligencia artificial, renderizado, computación científica y machine learning a gran escala y uno de los socios estratégicos emergentes más importantes del ecosistema Nvidia), aplicó el primer recorte de CapEx desde febrero de 2024.
A ello se suma la complejidad de producir los nuevos chips B300 y GB300 de Nvidia, que requieren sistemas avanzados de refrigeración líquida. Estos retos han generado retrasos y alimentado el temor de que la demanda de servidores de IA se esté ralentizando.
Esto, visto como una señal de alarma por diversos analistas y comentaristas, es descartado por otros en el sentido de que implique un estallido inminente de una supuesta burbuja, y al contrario se ve como parte natural del ciclo tecnológico, como “problemas propios del crecimiento… nada fuera de lo común”.
Aunque la inversión es masiva y las valoraciones son altas, la industria todavía está en construcción. La transición hacia una economía impulsada por IA será larga y requerirá varios años más de inversiones intensivas antes de madurar. Podríamos hablar de “burbuja” cuando:
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El ciclo de gasto actual empiece a exigir retornos.
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La industria cuente con una infraestructura más sólida.
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La demanda sea más predecible.
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Y cuando los inversores dispongan de datos concretos sobre rentabilidad.
Hasta entonces, cualquier corrección será más un ajuste técnico que el inicio de un desplome estructural.
Los ganadores estructurales: quién tiene futuro en un mercado dominado por la IA
La clave para navegar un mercado volátil no es perseguir cada hype, sino identificar los actores con exposición fundamental a la IA. En base a todo ello nos atrevemos a destacar seis empresas como las mejor posicionadas para seguir liderar el ciclo al menos durante otro ejercicio más:
1. Nvidia (NVDA)
Es el pilar central del ecosistema de IA. Sus GPU siguen siendo las preferidas por gigantes como OpenAI, y su avance en ASIC y arquitecturas avanzadas sugiere que su dominio seguirá intacto.
El pasado 19 de noviembre, al cierre del mercado, publicó sus resultados correspondientes al tercer trimestre de 2025 y ha vuelto a batir con holgura las expectativas: ingresos récord de 57.000 millones de dólares, un 62% más que hace un año, con el negocio de data centers en 51.200 millones de dólares de facturación (+66% interanual).
El mensaje de la compañía es que la demanda de chips de IA sigue “fuera de escala” y su guía a futuro parece haber calmado, por ahora, los temores a un pinchazo inmediato de la “burbuja IA”.
2. Broadcom (AVGO)
Líder indiscutible en ASIC personalizados para IA. Sus clientes incluyen Meta, Google, ByteDance y OpenAI. Su posición en redes y aceleradores es estratégica y difícil de replicar.
3. Micron (MU)
El auge de la memoria HBM, indispensable para servidores de IA, la coloca en un punto de crecimiento estructural. Se espera que la demanda de HBM aumente un 80% el próximo año.
4. Seagate (STX) y 5. Western Digital (WDC)
Ambas dominan el mercado de almacenamiento de alta capacidad. En una era en la que cada vídeo generado por IA aumenta exponencialmente el volumen de datos, almacenamiento y memoria se vuelven esenciales.
6. AMD (AMD)
Es el caso más matizado. AMD es un actor clave, pero no por sus resultados actuales. Su asociación con OpenAI para desplegar 6 gigavatios de potencia representa un acuerdo estratégico que consolida su papel en el futuro de la IA. Aunque sus GPU MI300 quedaron por detrás de las de Nvidia, la próxima generación MI450 podría competir en condiciones más favorables. (Quizás AMD cotiza por expectativas futuras y no por su desempeño actual, algo que debe tenerlo claro cualquier inversor).
Conclusión: visión de largo plazo y selección quirúrgica
El mercado tecnológico atraviesa una fase de entusiasmo extremo combinada con episodios de miedo. La clave es no caer ni en el pánico ni en el FOMO.
La IA aún está en sus primeras fases y la inversión masiva es necesaria para construir su infraestructura. Las correcciones actuales son más “pausas técnicas” que señales de desplome y los verdaderos ganadores son aquellos con exposición fundamental y capacidad real de ejecución.
La burbuja —si llega— aún tardará. Mientras tanto, el desafío del inversor es identificar quiénes construirán los cimientos del futuro digital… y quiénes solo están montados en la narrativa del momento.
Opinión emitida por Antonio Castelo, analista de iBroker Global Markets SV SA, entidad regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el día 20 de noviembre de 2025 a las 09:00 horas.
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