VALENCIA (VP). Por si le faltaba algo a Quabit Inmobiliaria, su consejero delegado anunció ayer su renuncia al cargo y al puesto que tenía en el consejo de administración de la cotizada anteriormente conocida como Afirma y más atrás en el tiempo como Astroc. Sí, la misma que provocó un torrente de pérdidas entre un buen número de accionistas y especuladores de turno.
Alberto Quemada, el CEO de Quabit que procedía de la división inmobiliaria de Ferrovial, cogió ayer las maletas desde que aterrizara a mediados de 2009 en la compañía, convirtiéndose en uno de los pilares de la cotizada. De hecho logró el tercer proceso de refinanciación de la empresa cerrado en enero pasado, además de reducir la deuda de la inmobiliaria cotizada en un 30%, "asegurando su viabilidad durante los próximos ejercicios", tal y como reconoció la empresa a través de un comunicado.
A 'RESUCITAR' LA EMPRESA
La misma que no tardó en apresurarse para manifestar que dicha salida corresponde al proceso de reorganización de la empresa "para adaptarse al nuevo modelo de negocio del sector inmobiliario".
Las funciones de Quemada serán asumidas por el presidente y máximo accionista del grupo, Félix Abánades, que tiene un arduo trabajo por delante para tratar de 'resucitar' la empresa.
EN MANOS DEL 'CENTIMEO'
Quabit Inmobiliaria registró una pérdida neta de 19,84 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supuso recortar en un 43,3% los 'números rojos' contabilizados un año antes; mientras que recientemente dejó de cotizar en las bolsas de Barcelona y Bilbao en el marco de su plan de austeridad.
En el plano bursátil sigue presentando uno de los precios -no confundir con valor como decía Antonio Machado- más bajos de todo el Mercado Continuo, cuya capitalización ronda los 62,7 millones de euros, lo que la convierte en uno de los valores más apetecibles para 'centimear', es decir, entrar y salir rápidamente de la cotización con fuertes volúmenes para aprovechar unos pocos céntimos.
