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El riesgo país, en manos de las subastas de deuda de España, Italia y Portugal de la próxima semana

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MADRID (EFE). La prima de riesgo de España -también conocido como riesgo país o diferencial de la deuda-, que mide la desconfianza de los mercados a invertir en el país, cerró el viernes en los 269 puntos básicos, su cota más alta desde el 30 de noviembre de 2010, afectada por la incertidumbre sobre la capacidad de los países periféricos de la Unión Europea para afrontar los compromisos con sus acreedores.

Al inicio de la sesión, la prima de riesgo se disparó para llegar hasta 259 puntos básicos, nivel desde el que fue escalando hasta rozar 267 puntos básicos a primera hora de la mañana, aunque luego se relajó.

Sin embargo, al final de la sesión repuntó, dado que la rentabilidad del bono español a diez años llegó a 5,566 por ciento, mientras que la del alemán al mismo plazo, con la que se mide, bajó al 2,874 %.

La volatilidad de los mercados se debe, según los expertos, a las ventas de deuda por parte de los inversores ante las próximas subastas de bonos a medio y largo plazo en varios países europeos la próxima semana.

Con esas ventas, obligan a los Estados a ofrecer mayores rendimientos para atraer a compradores de deuda y garantizar el éxito de las subastas.

Portugal anunció este pasado jueves una subasta para el próximo miércoles de entre 750 y 1.250 millones en obligaciones a 3 y 10 años, mientras que el Tesoro español hará el próximo jueves una emisión de bonos.

Italia tratará de colocar 7.500 millones en deuda a un año el próximo viernes, mientras que Grecia será el primer país periférico en acudir a los mercados la próxima semana con la intención de captar 1.500 millones en letras a seis meses.

A pesar de la escalada, la prima de riesgo española aún está lejos de los cerca de 300 puntos básicos que alcanzó en noviembre del pasado año, su tasa más alta desde comienzos de mayo de 1996.

Además de elevar la prima de riesgo, la desconfianza de los mercados a invertir en España influyó en la caída de la bolsa española que se dejó en la sesión de este pasado viernes el 1,46 por ciento, mientras que en la primera semana del año perdió el 3,03 por ciento.

El mayor interés exigido por los mercados en este momento para seguir teniendo deuda española en sus manos hace que la presión sobre el Tesoro crezca y previsiblemente sus próximas emisiones se encarezcan, ya que los expertos consultados por Efe coinciden en que la rentabilidad ofrecida tendrá que subir para garantizar el éxito de las subastas.

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