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El mayor portacontenedores del mundo, el MSC Pamela

La contratación en bolsa en España se multiplicó por 70 desde 1986

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VALENCIA PLAZA.COM. Estos son algunas de las conclusiones que se desprenden del Informe sobre Ofertas Públicas de Acciones (OPVs) y Salidas a Bolsa presentado por el Servicio de Estudios de BME. El informe, que señala el excepcional desarrollo económico registrado en España en los últimos veinticinco años al multiplicar por más de cinco veces el PIB desde 1986, año de la firma del tratado de adhesión a la CEE, destaca la importancia de la Bolsa como impulsora de este desarrollo, al canalizar múltiples operaciones corporativas que han posibilitado el trasvase y la reasignación segura de importantes flujos de capital y acciones.

“Se ha vivido la transición desde un modelo de sistema financiero en el que el papel preponderante y casi único en la financiación lo desempeñaban los intermediarios bancarios (banking-oriented), hacia otro en el que los mercados de valores han adquirido una importancia creciente, hasta convertirse en una de las principales herramientas del sistema financiero por sus funciones de suministro de flujos de financiación a la economía y permanente valoración de activos (market-oriented)”, ha afirmado Domingo Garcia Coto, Director del Servicio de Estudios de BME, durante la presentación del Informe.

En 1986, el valor de mercado de las empresas cotizadas, la capitalización, se situaba en 39.000 millones de euros y ha pasado a 1,1 billones de euros en 2009, veintiocho veces más y una tasa media de crecimiento anual acumulativo del 15,7%, el doble que la anotada por el PIB. Por su parte, la contratación en renta variable aumenta exponencialmente desde los 12.600 millones de euros de 1986 a los 897.000 millones de 2009.

El objetivo del informe es revisar y analizar esos procesos de captación de fondos a través del mercado y deja claro que la salida a Bolsa es una decisión crucial para una compañía, con un gran beneficiado que es el accionista. La empresa necesita la obtención de recursos con los que financiar su proceso inversor y, para el accionista, el mercado bursátil favorece la liquidez, la formación objetiva de un precio, el conocimiento de la plusvalía latente y una mayor protección.

El informe también destaca las ventajas adicionales que para la empresa supone salir a Bolsa como son el aumento de valor para el accionista, refuerza la reputación, notoriedad y supervisión de la empresa al someterla al escrutinio público y esto ayuda a su expansión e innovación en forma de nuevos clientes o acceso a la financiación.

TRES ETAPAS EN LAS SALIDAS A BOLSA EN ESPAÑA

En el estudio pueden identificarse claramente tres etapas ya cerradas y una última que comienza en 2008 y aún permanece abierta. En la primera (1986-1995),  calificada como la de despegue de la nueva bolsa española, se llevan a cabo 128 operaciones por valor de 11.000 millones de euros, una cifra relevante teniendo en cuenta que en el final de este subperíodo la capitalización de la Bolsa era de 122.000 millones de euros. Por número de salidas a Bolsa de nuevas empresas es la etapa más brillante de la Bolsa española.

La segunda etapa (1996 y 2000), fue el auténtico lustro dorado. El acelerado proceso de convergencia de España para formar parte del euro impulsa de manera significativa la actividad en la bolsa española que se convierte en un auténtico fenómeno social  por el extraordinario comportamiento de las cotizaciones y por la cantidad de las OPVs de acciones, sobre todo procedentes de empresas públicas en proceso de privatización, que son adquiridas masivamente por inversores particulares e institucionales.

El balance es significativo: en apenas cinco años se producen 63 ofertas de venta de acciones por valor superior a los 50.000 millones de euros (800 millones de euros por operación en promedio). El año 2000 marca el final de esta etapa con el comienzo del pinchazo de lo que se denominó la burbuja 'puntocom'.

La tercera etapa (2001-2007) coincide con el nuevo siglo y con la abrupta corrección de las cotizaciones de acciones de empresas tecnológicas que arrastra, en mayor o menor medida, a todos los valores cotizados. A la crisis tecnológica se unen el trágico balance de la ofensiva terrorista de septiembre de 2001 en Nueva York, los escándalos empresariales en EEUU y las crisis monetarias en Argentina y Brasil.

A partir de ahí se inicia un proceso largo de recuperación de las cotizaciones que finaliza en 2007, año en el que estalla la crisis financiera originada en las hipotecas subprime. En este período se llevan a cabo 35 operaciones de salida a Bolsa y OPVs por valor de 23.000 millones de euros, con un volumen medio de 641 millones de euros cada una.

HITO HISTÓRICO

El año 2008, según el informe, puede considerarse el inicio de una nueva etapa que continúa en 2009. En este período se ha producido la histórica OPV de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la primera caja de ahorros en salir a cotizar mediante la emisión de cuotas participativas. El año 2009 también aporta novedades relevantes: el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión diseñado para facilitar el acceso de las medianas y pequeñas empresas a los mercados de valores.

Por último, el informe también pone de manifiesto que por sectores económicos a los que pertenecen las empresas que han protagonizado las operaciones de salida y OPVs, y utilizando la actual clasificación sectorial bursátil, es el de petróleo y energía el que acumula mayor volumen efectivo de venta de acciones con el 32,7%, una tercera parte de total, seguido de servicios Financieros e inmobiliarias con el 27,2%. Por su parte, servicios de consumo, tecnología y telecomunicaciones acumulan cada uno porcentajes sobre el total superiores al 10%.

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