VALENCIA (VP). La suerte está echada. Hoy a las seis de la tarde, una vez cerrados los mercados de valores domésticos, Banco de España (BdE) trasladará a la opinión pública los resultados de la segunda versión de la pruebas de resistencia de la Unión Europea (UE) sobre la banca española, que por otro lado ya los tiene el sector desde hace unos días y de ahí las contínuas filtraciones a los medios de comunicación. Sin ir más lejos, ayer mismo Banco Pastor y CatalunyaCaixa publicaron sendos comunicados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) desmintiendo las noticias que advertían que iban a suspender los 'stress test'.
Ambas entidades están en el punto de la diana porque, tal y como reconocieron públicamente al supervisor, ambos aprobados están supeditado al hecho de haber tenido en cuenta las provisiones genéricas -el 'colchón' impuesto por el gobernador del BdE y gracias al cual han podido capear bastante mejor la crisis actual los bancos y cajas españolas-, así como las emisiones convertibles en acciones.
El esquema de actuación es idéntico al establecido en junio de 2010 aunque los resultados serán más 'estresados', al eliminar del cómputo de capital básico o 'core capital' precisamente las comentadas provisiones genéricas y subestándar -las llamadas anticíclicas-, además de los bonos obligatoriamente convertibles en acciones -ese fue el camino previo elegido por CaixaBank en su reciente salida a bolsa-, tan de moda entre la banca española de un tiempo a esta parte. De ahí las 'quejas' del sector bancario español.
Las pruebas que se han llevado a cabo en el marco del ejercicio común coordinado por el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS) para toda la banca europea, que deberán confirmar la solidez del sector, suponen un ejercicio de máxima transparencia, ya que cubren la práctica totalidad de las cajas de ahorros y de los bancos españoles cotizados. Veinticinco entidades nacionales y/o grupo nacionales han sido 'testadas', lo que equivale al 27,5% del total en Europa (91), que se han sometido a los test de estrés por parte de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
De momento la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez advirtió antes de ayer que CAM, CatalunyaCaixa, Unnim y NovacaixaGalicia, que representan el 8% de los activos del sector bancario español, requerirán necesariamente algún tipo de ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), mientras informó que las necesidades de capital para el sector se elevarán hasta los 17.000 millones de euros para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia.
Más allá de los matices de cálculo, lo realmente interesante será conocer de forma individualizada los resultados de los test. En junio de 2010 se sometieron un total de 27 grupos y, de entre ellos, destacó el denominado Grupo Júpiter, encabezado por Caja Madrid y Bancaja, que posteriormente pasaría a llamarse Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Junto a la 'dupla' madrileño/valenciana estaban también -y de hecho siguen estando- Caixa Laietana, Caja Insular de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja.
MÁS TRANSPARENCIA Y MENOS OPACIDAD
Entonces el mercado entendió que no se hiciera mención expresa a un banco cotizado, el Banco de Valencia, tal y como rezaba la nota de prensa del BdE. Todos los bancos cotizados habían sido evaluados (Grupo Santander, Grupo BBVA, Banco Popular Español, Banco de Sabadell, Bankinter, Banco Pastor, Banca March y Banco Guipuzcoano). Pero, ¿dónde estaba el Banco de Valencia, el único banco cotizado no mencionado directamente por Banco de España?.
Ciertamente Banco de Valencia había quedado diluido dentro del Grupo Bancaja y éste a su vez dentro del Grupo Júpiter. Por lo tanto, ni Bancaja ni Banco de Valencia se habían sometido directamente a las pruebas de resistencia, lo cual desprendía cierto halo de opacidad tan perjudicial siempre para un banco cotizado.
Después de la publicación de los resultados de junio del pasado año, el Grupo Júpiter desembocó en Bankia pasando previamente por BFA. Mucho ha cambiado el panorama desde entonces, pero con una gran diferencia: el banco gestionado por Domingo Parra no forma parte de los negocios bancarios cedidos por las cajas a favor de Bankia. Y, por tanto, Banco de Valencia es a todas luces una filial más del propio BFA.
A falta de ver los resultados de hoy, parece claro que tanto Bankia (negocio bancario de las siete cajas de ahorros) como Banco de Valencia deberían someterse, individualmente, a las pruebas de resistencia aunque todo apunta que no va ser así. Sería un paso fundamental y crucial para el propio banco de Pintor Sorolla (BVA). Se trataría de mostrar a los mercados financieros la salud, mejor o peor, del banco pero en todo caso la salud real. Nada de incertidumbres que tanto han penalizado al banco por su excesivamente dependencia de Bancaja. Cincuenta mil accionistas merecen una mayor transparencia. La respuesta: esta tarde a las seis.