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La tensión comercial y el deterioro económico presionan a la renta variable de EEUU

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La renta variable estadounidense vuelve a enfrentar presiones bajistas este martes, revirtiendo rápidamente la relativa recuperación que se presentó durante la jornada de arranque de semana. El S&P 500 y el Nasdaq 100 registran descensos de 0,8% y 0,7%, respectivamente, reflejando las crecientes preocupaciones en torno al desempeño económico del país.

La semana arrancó con cautela ante la inminente entrada en vigor de nuevas tarifas comerciales impuestas por Estados Unidos y sus socios comerciales. A partir de este miércoles, se espera se implementen tarifas recíprocas, seguidas el jueves por aquellas dirigidas específicamente al sector automotriz. Estas medidas han intensificado la incertidumbre global, elevando el riesgo de estanflación, caracterizada por bajo crecimiento y presiones inflacionarias persistentes.

Si bien los mercados aún mantienen cierta dosis de optimismo, apoyados por expectativas de moderación en la implementación de tarifas por parte de la administración Trump, esta confianza ha menguado considerablemente tras conocerse los últimos datos económicos, particularmente negativos para el sector manufacturero.

El índice ISM Manufacturing PMI descendió hasta 49 puntos en marzo, indicando contracción tras apenas dos meses en territorio expansivo. Este debilitamiento responde principalmente a una abrupta caída en los pedidos nuevos (45,2%), reflejando una desaceleración significativa en la demanda interna. La cartera de pedidos también presentó contracción (44.5%), sugiriendo futuras dificultades en la actividad productiva.

Además, la producción manufacturera regresó al terreno de contracción (48,3%), mientras que el empleo en el sector cayó más pronunciadamente (44,7%), acentuando la prudencia de las empresas en sus decisiones de contratación ante la incertidumbre reinante.

Otro factor inquietante es la persistente presión inflacionaria impulsada por las políticas arancelarias, particularmente sobre materiales clave como acero y aluminio. El índice de precios escaló significativamente a 69,4%, su mayor nivel desde junio de 2022, anticipando mayores costos operativos y menores márgenes empresariales.

Por otro lado, las vacantes laborales en Estados Unidos registraron un retroceso preocupante, ubicándose en 7.568 millones de puestos disponibles en febrero, una caída de 194.000 frente al mes anterior. Sectores clave como comercio minorista, finanzas, manufactura y ocio y hotelería mostraron notables reducciones, lo que podría traducirse en una desaceleración más amplia del mercado laboral. Esta menor disponibilidad de empleos, combinada con la cautela empresarial para nuevas contrataciones, refuerza el escenario de un mercado laboral menos robusto de lo anticipado.

Ante este panorama, los inversionistas se mantienen atentos a las próximas jornadas, en las que la aplicación efectiva de las nuevas tarifas comerciales actuará como catalizador principal de la toma de riesgo en los mercados financieros. La combinación de incertidumbre comercial, deterioro en datos económicos clave y presiones inflacionarias emergentes representa un desafío significativo para la estabilidad de los índices bursátiles estadounidenses en el corto plazo.

Quásar Elizundia es estratega de investigación de mercados en Pepperstone

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