Mercados

La valenciana Substrate AI pospone una amortización de acciones por la “incertidumbre” en los mercados

  • Lorenzo Serratosa, presidente de Substrate AI, en una foto de archivo.
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VALÈNCIA. La cotizada valenciana Substrate AI, compañía centrada en el desarrollo de software de inteligencia artificial, ha anunciado esta semana el aplazamiento de un proceso de amortización de acciones hasta al menos dentro de un año debido al “entorno de incertidumbre existente en los mercados”, tal y como ha comunicado la sociedad al BME Growth, el mercado donde cotizan sus acciones.

En concreto, el proceso pospuesto por Substrate AI involucra a la totalidad de sus acciones sin derecho a voto, nominalizadas como ‘acciones de la Serie B’, y su amortización fue aprobada por el Consejo de Administración a finales de febrero en un movimiento que buscaba “simplificar la estructura financiera y de capital” de la compañía valenciana.

En este sentido, y como informó en su momento la empresa valenciana, se decidió iniciar “los trámites necesarios” para poder acometer dicha amortización a través “de los procedimientos legalmente establecidos” y tomando “cuantas acciones sean oportunas a tal efecto”. De hecho, la sociedad contemplaba solicitar “asesoramiento externo” para la búsqueda de “las mejores fórmulas” de realizar este proceso, de las que se informaría “debidamente” a los titulares de las acciones B.

No obstante, y tan solo un mes después, Substrate AI comunica al mercado que, una vez estudiadas las diversas opciones planteadas para la amortización de sus acciones sin derecho a voto, y teniendo en cuenta “el entorno de incertidumbre existente en los mercados”, se decide “no avanzar en el proceso de amortización” y emplazarse a “dentro de un año” para volver a estudiar las posibilidades abiertas al respecto. 

De este modo, la compañía cotizada valenciana mantendrá por ahora su estructura actual, en una decisión de prudencia financiera enmarcada en un contexto internacional de alta volatilidad, marcado por cuestiones como la incertidumbre geopolítica y las presiones arancelarias, las dudas sobre los próximos movimientos del Banco Central Europeo (BCE) respecto a los tipos de interés o la inflación.

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