-Seguimos siendo positivos aunque conscientes de las dificultades, el último escollo el anuncio del BCE de subir tipos que ha dejado a los índices europeos en tierra de nadie tratando de interpretar el nuevo escenario. Pensamos que relativamente el Ibex 35 aunque alcista volverá a comportarse peor que otras bolsas extranjeras, que ya recogen mayores expectativas de crecimiento económico y resultados empresariales. Seguimos poniendo como objetivo para el español los 11.500 puntos.
-Tras la reciente publicación de las cuentas de 2010 ¿qué espera de las cotizadas españolas para el primer trimestre de 2011?
-Gracias a su excelente diversificación geográfica, se encuentran en una buena posición para aprovecharse de una mayor actividad económica global. Injustamente pesa demasiado el riesgo país que sigue cotizando a un nivel demasiado elevado y los inversores se fijan demasiado en ese factor. Esto lastra lo que podría suponer un gran movimiento alcista.
-¿Falta mucho para que fluya nuevamente - pero de verdad- el capital en España?
-Hay muchas dudas que despejar para que volvamos a ver auténticas entradas de capital en España. Algunas de carácter interno como los avances en la reducción del déficit público, la competitividad de nuestro sector productivo y la verdadera situación de las entidades financieras y algunas que tienen su origen en el exterior como el impacto de una subida de tipos en Europa o una mayor apreciación del euro. Dudas que deben despejarse en breve para que retorne la confianza y los flujos de capital desde el exterior. Esperamos un panorama mejor de cara a final de año.
-¿Se muestra pesimista sobre el incremento del precio del petróleo y su impacto sobre la recuperación económica mundial?
-Cada vez está más claro que la globalización ha traído problemas de suministro en el caso de las principales commodities y por lo tanto tensiones en los precios. Energía y alimentos están sufriendo subidas récord ante una mayor demanda y ante problemas geopolíticos. Estas alzas de precios pensamos que han venido para quedarse, el impacto sobre la recuperación global será evidente. Hoy más que nunca la productividad y la competividad se muestran claves para absorber el shock y para sobrevivir.