-¿Cómo se ve el patio bursátil desde BPA?
-Supongo que igual de revuelto de como se debe ver desde todos los sitios. El proceso iniciado en 2008 no hace sino continuar su curso y la crisis va poco a poco quemando etapas. El problema es que parece que hay un empeño en salir de ella con las mismas soluciones que se daban a las crisis anteriores. Como se está viendo esas soluciones no son válidas y sólo producen un efecto temporal en la economía. Los estimulos monetarios no sirven y solución tras solución los apuros de deuda a nivel global empiezan a ser difícilmente soportables.
-A la vista de los últimos vaivenes en el mercado, ¿qué valores ofrecen un precio atractivo para entrar?
-El problema no son las valoraciones como no lo eran en 2008. La bolsa no estaba cara entonces y no lo está ahora. Las valoraciones son importantes si esto fuese simplemente una crisis de bolsa. Como hemos visto este verano, en episodios de ventas agresivas cae todo y el único refugio es la liquidez. Mientras los problemas de deuda no se solucionen, las valoraciones de momento son un tema secundario. Pese a ello habra valores que lo harán mejor de otros, pero no tanto por sus valoraciones como por la capacidad que tenga cada compañia para desenvolverse en este complicado entorno
-¿Qué espera de la campaña de resultados del tercer trimestre del año?
-Las presentaciones de resultados no tienen hoy por hoy la trascendendia que deberían tener. Pocas compañias tienen capacidad para mantener una senda estable y es el entorno el que va marcando el tiempo. En general, no creo que vayan a ser malos, pero ahora los problemas en los que se centra el mercado son otros. Algun día los resultados y la evolución de los negocios será lo que se tenga en cuenta, pero hoy en día se les ha dado un discreto segundo plano.
-¿Y de la marcha económica española?
-Pues seguimos un poco con la tónica de los últimos trimestres. El consumo interno sigue languideciendo y son las exportaciones y el turismo los que mantienen un poco el tipo. Pocos cambios se atisban en el horizonte y desde luego volver a tasas significativas de crecimiento queda algo lejos en el tiempo. El proceso de desapalancamiento continúa su proceso lentamente.