VALENCIA. A la chita callando Mapfre se ha venido desprendiendo de sus 'bankias' en los últimos meses hasta quedarse sin ninguna en cartera después de haber llegado a invertir en la cotizada presidida por José Ignacio Goirigolzarri 160 millones de euros.
La aseguradora ha querido evitar así ver diluida su participación en Bankia antes de que se materializara la ampliación de capital del banco nacionalizado, dado que como el resto de accionistas tenía claro que dicha operación iba a reducir a su participación, tal y como les va a suceder al resto de inversores minoristas.
La compañía presidida por Antonio Huertas había asumido ya a lo largo del pasado año unas pérdidas cercanas por el 80% de su inversión en Bankia como la mayoría de los que acudieron a la salida a bolsa.
FUERTES PÉRDIDAS
Desgraciadamente unos y otros daban por hecho de que no volverían a recuperar los 3,75 euros que tuvieron que pagar por cada título en julio de 2011.
De este modo, la desinversión de Mapfre en Bankia no tendrá un gran impacto en las cuentas de la aseguradora y previsiblemente las minusvalías habrán sido limitadas más que nada porque habrán sido provisionadas previamente.
Por otro lado, tal y como le sucedió a la propia Bankia con su cartera de participadas -Mapfre incluida donde mantiene el 15%- y que la CNMV le vino recordando a la hora de incrementar las dotaciones por pérdida de valor de dicha cartera.
PENDIENTE DE SALIRSE DE MAPFRE
El grupo asegurador fue clave en el debut bursátil de Bankia porque no solo Mapfre invirtió 160 millones de euros sino que Cartera Mapfre, la sociedad gestora de las inversiones de la Fundación Mapfre, metió otros 120 millones. En total, la inversión de las dos compañías le daba una participación del 4,11% en el capital de Bankia, según informó la aseguradora a la CNMV en el verano de 2011.
Y es que la relación entre Bankia y Mapfre ha sido estrecha desde el comienzo del banco porque una de sus entidades fundadoras, CajaMadrid, era el segundo accionista de la aseguradora con un 15%, la que heredó Bankia y que deberá ser vendida -como el resto de sus participadas- antes de 2018.
