MADRID (EFE). La agencia de medición de riesgos Moody's confirmó este jueves el rating A3 a largo plazo de Iberdrola y de sus filiales y ha cambiado de negativa a estable la perspectiva en un entorno regulador más favorable marcado por los avances en el proceso de titulización de la deuda eléctrica. La agencia emite el comunicado la víspera de la junta general de accionistas de la energética, que tratará la absorción de Iberdrola Renovables y el dividendo a repartir.

La agencia explicó en un comunicado que la perspectiva negativa que otorgó a la eléctrica en julio del año pasado reflejaba una gran preocupación por la inseguridad regulatoria en España debido a la revisión de los costes de la electricidad y al aumento del déficit de tarifa.

No obstante, Moody's considera que las medidas de ahorro adoptadas por el Ejecutivo a finales de 2010 demuestran su intención de seguir avanzando tanto en la titulización de la deuda como en el déficit de tarifa y confía en que el Gobierno cumpla el compromiso de que la tarifa logre reflejar en 2013 los costes reales de la electricidad.

La agencia advirtió de que los impulsos orientados en este objetivo deben mantenerse y reconoce que los retrasos pueden deberse a cambios en el mercado o al sentimiento político.

Por otro lado, Moody's destacó la fortaleza financiera del grupo tanto a cierre de 2010 como durante los tres primeros meses de 2011, la diversificación de la cartera de negocios, centrada en las actividades reguladas y las energías renovables, o la adquisición de la brasileña Elektro.

Además, valoró el proyecto de fusión previsto entre Iberdrola y su filial renovable y la entrada del fondo soberano de Catar, Qatar Holding, en el capital de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán.

Iberdrola cuenta actualmente con una calificación por parte de la agencia Standard & Poor's de A- a largo plazo y A-2 para el corto plazo, mientras que Fitch sitúa el rating de la compañía a largo plazo en A y a corto plazo en F-2.