VALÈNCIA. (EFE) El concejal de Hacienda de Buñol, Manuel Sierra, ha ordenado contratar la ejecución de los trabajos de emergencia que permitan el retorno de los habitantes de las viviendas que resultaron afectadas por un corrimiento de tierras el pasado 31 de agosto.

El incidente, ocurrido tras una noche protagonizada por tormentas de lluvias y viento que azotaron numerosos puntos de la provincia de València, obligó al desalojo del vecindario de viviendas de la calle Moratín, que quedaron sin acceso a ellas por la vía pública y sin servicio de agua potable y alcantarillado.

Como consecuencia de las fuertes rachas de viento y lluvia registradas en la tarde del día 30, horas después se produjo el derrumbe del muro de sostenimiento y parte de la calzada de la calle y resultaron dañadas las infraestructuras de suministro de agua potable y alcantarillado, según detalla la resolución del concejal que resuelve ordenar la contratación de los trabajos de emergencia.

La calle quedó sin elemento de contención hacia los terrenos inferiores, con riesgo de nuevos desprendimientos, y aunque no se apreciaron signos de asentamientos de las estructuras de los inmuebles ni daños aparentes, se desalojaron por motivos de seguridad.

El concejal señala que los trabajos de emergencia que se deben llevar a cabo en la calle afectada son trabajos especializados en ingeniería civil y no pueden ser acometidos por medios propios del ayuntamiento, por lo que ordena su contratación libre.

Asimismo, el ámbito afectado se incluye en el Área de Protección Tipológica del Barrio del Castillo de Buñol, por lo que se deberá dar traslado de la situación acaecida y medidas adoptadas a la Conselleria de Cultura.

El deslizamiento de tierras afectó a seis inmuebles y causó heridas a una mujer, y se dio la circunstancia de que ocurrió el mismo día en que la localidad celebraba la Tomatina, que reunió a 15.000 personas tras dos años de paralización por la pandemia de la covid-19.