VALÈNCIA. Aunque el casco urbano de Torrent sufrió daños puntuales durante la Dana del 29 de octubre, la riada supuso un golpe devastador para el municipio y su memoria colectiva. La ciudad todavía recuerda la pérdida de ocho de sus vecinos —y de otras dos víctimas halladas en su término municipal—, así como los graves daños en urbanizaciones y diseminados. Las infraestructuras, vitales para los casi 100.000 residentes y para buena parte del área metropolitana de València, fueron también gravemente afectadas.
A punto de cumplirse un año de la mayor catástrofe vivida en la localidad, la alcaldesa, Amparo Folgado, recibe a Valencia Plaza para hacer balance de la reconstrucción y valorar la gestión de la emergencia por parte de la Generalitat Valenciana y del Gobierno de España. También aborda las acusaciones del president Carlos Mazón hacia la Confederación Hidrográfica del Júcar y Aemet o sobre su posible reelección, y reflexiona sobre su propio papel al frente del municipio. En esta conversación, Folgado reconstruye las horas más críticas de aquel 29 de octubre y rinde homenaje a las víctimas que marcaron para siempre la historia reciente de Torrent.
-Alcaldesa, vayamos punto por punto, ¿en qué situación está Torrent un año después de la Dana?
-Bueno, nosotros, en la localidad de Torrent, fuimos afectados de una forma muy diferente a otros municipios, porque nos afectó tanto en una parte del núcleo urbano como en la zona de los diseminados. En esa parte de los diseminados, lo más afectado fueron las viviendas, por una parte, los campos y también las carreteras y vías de acceso. Yo diría que, quitando alguna parte de la zona de urbanizaciones, estamos al 90%.
-¿Qué es lo que se ha hecho y queda por hacer en Torrent en la reconstrucción tras la Dana?
-En estos momentos, nosotros ya hemos recuperado todos nuestros puntos de acceso. Tenemos metro, tenemos los puentes completamente en marcha —parte gracias a la administración autonómica y parte con la aportación del Estado—. Ahora lo que nos queda, y que creo que es lo más costoso y lo que más preocupación genera: Hemos tenido que proceder al derribo de cerca de 50 viviendas que estaban en estado de ruina. Tenemos pendiente ejecutar el derribo de un bloque de cinco viviendas, y sobre todo, poder dar una solución habitacional a las personas que perdieron su vivienda y que no tienen otro recurso.
Algunas de ellas han podido acceder a viviendas a través de la Sareb, otras mediante la Generalitat, pero sabemos que esas viviendas son recursos con un tiempo limitado y que en la mayoría de los casos, no están dentro del municipio. Por otra parte, la Generalitat también está trabajando en el desarrollo de viviendas sociales para poder ofertarlas y en el proyecto de construcción de 40 viviendas industrializadas para personas afectadas por la Dana. Creo que esos serían, en este momento, los puntos que más nos preocupan: el acceso a la vivienda y recuperar el 100% de nuestras infraestructuras.

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado. -
- Foto: MARGA FERRER
-¿Hay algún avance sobre el proyecto de construcción de viviendas industrializadas de la Generalitat? Algunos vecinos afectados denuncian que no tenían una alternativa de vivienda todavía.
-No todos han cobrado el dinero del Consorcio. Una gran parte sí, pero otros están pendientes. A día de hoy han cobrado las ayudas de la Generalitat y también las de la Fundación Amancio y Ortega, pero no tienen el recurso de una segunda vivienda o de un familiar que disponga de una. Además, en el caso de Torrent, la zona afectada —como es la del Xenillet— tiene sus características: es una población con mayores necesidades y menos recursos. Por tanto, hay que seguir trabajando tanto con la Generalitat como, en este caso, con la Sareb, para ver si se pueden ofrecer viviendas para estas personas.
-Como alcaldesa, usted ha defendido de manera bastante decidida la ejecución del nuevo Plan Sur. Muchos expertos han corroborado que el Turia podría soportar el caudal del Saleta, pero hay miedo sobre si podría aguantar el del Poyo. ¿Usted cree que podría soportar el caudal del Saleta, del Poyo, de l’Horteta, en un posible desvío hacia el Turia?
-Yo siempre planteo algo muy claro: se habla del barranco del Poyo, pero no se habla del barranco de l’Horteta. En el municipio de Torrent tenemos dos barrancos: el de l’Horteta y el del Poyo, que confluyen en un punto concreto de la ciudad de Torrent. El día 29 de octubre, el barranco de l’Horteta llevaba mayor caudal que el del Poyo. Y no lo digo yo porque lo vi, sino que hace unas semanas el propio presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, lo reconoció. Por parte de la CHJ se tiene que hacer una actuación muy concreta para consolidar los taludes de ambos barrancos y generar las infraestructuras que durante siglos se han construido en el barranco de l’Horteta. Si durante generaciones se han hecho infraestructuras que frenaban y laminaban su caudal, es porque es un barranco muy peligroso. Además, las víctimas mortales del municipio de Torrent fueron del barranco de l’Horteta. Si no se refuerza ni se frena, el agua volverá a venir igual de desbocada.

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, durante la entrevista con Valencia Plaza. -
- Foto: MARGA FERRER
-¿Se han mantenido ya reuniones con la Confederación Hidrográfica del Júcar?
-Sí, se han mantenido reuniones y se les han remitido las diferentes alegaciones al proyecto que tenía la Confederación. En una de esas reuniones, celebrada en el propio Ayuntamiento, yo les pedí —y además porque tenía la certeza de que no lo sabían— que hicieran un mapa del agua, con la cantidad de caudal que llevaban los barrancos ese día, pero también un mapa que señale dónde se produjeron las víctimas mortales. Cuando tú fijas las víctimas mortales, ves claramente dónde se produjeron los hechos cuando llegó la Dana. Y vuelvo a insistir: las víctimas mortales son del barranco de la Horteta.
-¿Tienen ustedes desde el Ayuntamiento pensado algún acto u homenaje para el 29 de octubre, cuando se cumpla un año de la catástrofe?
-Todos teníamos claro que había que hacer algo como muestra de apoyo a las familias de las víctimas. En una rotonda de la Masía del Juez crearemos un espacio de homenaje que llevará los nombres de todas las personas fallecidas en Torrent. En un anillo circular se colocarán los nombres de las víctimas, junto a un anillo de luz iluminado por detrás, y en el centro se alzarán árboles de acero que simbolizan a cada una de ellas, inspirados en la vegetación del entorno. Aunque en Torrent contabilizamos ocho víctimas, hemos querido incluir también a las once personas fallecidas, como muestra de respeto hacia quienes perdieron la vida aquí. Además, algunos familiares han pedido que el árbol que represente a su ser querido, dentro de la propia rotonda, se coloque de cara a su antigua vivienda, y así lo haremos. No se trata de una inauguración, sino de un acto de recuerdo que se celebrará la semana del aniversario, para rendir homenaje a todas las víctimas.

- Detalle de una pulsera con el nombre de dos víctimas mortales de Torrent. -
- Foto: MARGA FERRER
-Quería preguntarle por la suspensión de clases, un tema ahora bastante polémico no solo en Torrent si no en muchos otros municipios. Algunos están a favor o en contra, por la conciliación, la pérdida de horas lectivas, etc. La decisión es bastante dificil ¿cómo puede abordarse esta situación?
-Por una parte, hay que hacer caso a las alertas meteorológicas, pero la experiencia nos demuestra que tampoco te puedes fiar del todo. En la Mancomunitat de l’Horta Sud, los diferentes alcaldes llegamos a un pequeño acuerdo: cuando haya alerta naranja, se suspende la actividad lectiva. En el caso de Torrent, no tenemos ningún centro en zona inundable. Por otra parte, estamos en un municipio de casi 100.000 habitantes, con un gran número de alumnos y docentes que vienen de otros municipios. Si mantengo las clases abiertas, ¿qué hago con el alumnado que llega en autobús? ¿A unos les digo que sí y a otros que no? La mayoría de los docentes también vienen de fuera de Torrent. Es complicado, porque además está la cuestión de la conciliación familiar: los padres se preguntan dónde y con quién dejan a los niños.
Por eso creo que debemos hacer una reflexión conjunta entre las administraciones —local, autonómica e incluso estatal— para repensar el protocolo. Quizás deberíamos establecer que, cuando haya alerta naranja, los centros educativos permanezcan cerrados, pero que la actividad lectiva se mantenga de forma online, como se hizo durante el Covid. A nivel meteorológico tenemos mucha incertidumbre: cuando ves una alerta naranja, ya no sabes cuándo puede pasar a roja.

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado. -
- Foto: MARGA FERRER
-Hablando del 29 de octubre, ¿cómo valora usted la gestión de la Generalitat Valenciana aquel día? En concreto, el presidente, en una entrevista reciente con À Punt, culpaba a la AEMET por falta de información durante esa jornada e incluso en los días previos. ¿Coincide usted con esa versión?
-A ver, lo que tengo claro del 29 de octubre es que nosotros fuimos siguiendo poco a poco las alertas. Yo eché de menos información por parte de la Confederación sobre lo que venía por el barranco. Nadie me informó del caudal que bajaba por el barranco de l’Horteta o el del Poyo. Posiblemente nos faltan mejores sistemas de medición y alerta, y eso es lo que echo en falta como alcaldesa. Además, no fue algo que nos ocurriera solo en Torrent, sino también en otros municipios: de repente ves llegar un auténtico tsunami y, sin embargo, no había llovido. Faltó información tanto por parte de la Confederación como de la Aemet. De la Aemet, nosotros seguíamos los avisos que emitían, pero la Confederación, que es la encargada de los cauces, nos decían que llovería sobre las cuatro y media o cinco de la tarde, y no llovió.
-Mazón decía que el ES-Alert enviado a las 20:11, cuando el barranco ya estaba desbordado, se había enviado a tiempo porque el enfoque en el Cecopi estaba puesto en la presa de Forata.
Respecto a lo que comentaba el presidente sobre que la alerta se envió a las 20:11, cuando el barranco ya estaba desbordado, entiendo que el enfoque estaba en la presa de Forata y en el CECOPI, pero nosotros no estábamos en ese centro de coordinación, así que no recibimos esa información en tiempo real. Creo que ese día no éramos conscientes de la magnitud de lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor. Al menos en Torrent, no tuvimos una percepción clara de lo que había pasado hasta dos o tres días después, cuando vimos la dimensión real de los daños y del número de municipios afectados por la Dana. Recuerdo que a las seis o seis y cuarto de la tarde fuimos a ver el barranco, y aquello era literalmente un tsunami.

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado. -
- Foto: MARGA FERRER
-Usted fue una de las pocas alcaldesas que habló con el president de la Generalitat en la noche de la dana, me gustaría que contara cómo fue esa llamada.
Pues esa llamada se hace de madrugada, y además no es a mi teléfono. Nosotros, sobre las tres de la madrugada, perdemos todas las comunicaciones. En un momento dado, —serían las tres y media o las cuatro— una persona de mi equipo de gobierno empieza a golpear mi puerta, porque no había timbre, no había teléfono. Entonces tengo esa llamada, —entiendo que desde el CECOPI—, y a través de ese teléfono conseguimos una comunicación, muy entrecortada, tanto con el presidente de la Generalitat como con la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. Nos preguntan cómo estamos y nos hacen una propuesta delicada: ceder un espacio municipal para una situación específica. Les digo que uno de los pabellones ya está ocupado, pero que puedo ofrecer otro. En esa llamada, que seguía cortándose, les explico que tenemos cerca de mil personas alojadas en el pabellón, entre vecinos de Torrent y gente que llega de la autovía, y que la situación es complicada.
-Me gustaría hacer una cronología de cómo fue exactamente ese día en Torrent. ¿Con quién mantenía contacto? ¿Qué informaciones recibía?
Yo, a nivel personal, nunca había vivido una alerta roja. Y lo primero que te da es muchísimo respeto. Miras fuera y dices: “no está lloviendo, hay medio sol…”. Según las previsiones, llovería a las cinco, así que decidimos cerrar los pasos inundables, los parques y los jardines. Convocamos una reunión de crisis urgente a las 10 de la mañana con el equipo de gobierno, la Policía Local, Protección Civil y el secretario del Pleno. Lo primero que decidimos es suspender la actividad escolar, las extraescolares, las deportivas y todas las que se realizan en centros municipales. Mientras tanto, Protección Civil se desplazó por todo el municipio para cerrar y vigilar los pasos inundables. Sobre las tres de la tarde, decidimos acercarnos a ver el barranco y llevaba agua. Hacia las tres y media o cuatro, volvimos a casa y decidimos reencontrarnos en el Ayuntamiento a las seis. Y recuerdo perfectamente que a las cinco y media de la tarde digo: “vámonos ya al Ayuntamiento”. No sé por qué, pero algo me decía que había que moverse. Cuando llegamos a un punto concreto del barranco era un tsunami. Nunca he visto algo así. Con la Policía Local empezamos a evacuar a la gente y nos movimos hacia El Pantano, que es el primer núcleo urbano de donde viene el agua. Cuando llegamos, la Policía Nacional ya está allí y nos avisa: hay una persona fallecida.
Eran las seis y media, casi siete de la tarde. Ya era de noche. Y la imagen… era dantesca. Veías vehículos flotando con las luces encendidas, olas enormes arrastrando todo. Le pregunté a un policía: “¿de dónde vienen esos coches?”. No hay carreteras ahí. Era una corriente brutal. Nos advierten que debemos salir o quedaremos incomunicados. Conseguimos salir, aunque ya no pudimos llegar a la Masía del Juez. Regresamos hacia el casco urbano, hacia la zona del Xenillet, que estaba muy afectada, y vimos cómo empezaba a inundarse completamente. Eran las siete menos cuarto cuando decido abrir el pabellón del Vedat, y llamé a Cruz Roja y a las asociaciones de vecinos para pedirles ayuda con comida, mantas y apoyo. Empiezo a decirle a la gente: “Subid al pabellón, subid al pabellón”. Con la Policía Local y Protección Civil empezamos a trasladar a todos allí.

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado. -
- Foto: MARGA FERRER
-Mazón no ha descartado presentarse a la reelección. ¿Cree usted que después de todo es la mejor alternativa para los valencianos?
-Yo creo que él lo ha dejado claro: ahora está centrado en la reconstrucción, y me parece lo más coherente. Igual que los alcaldes estamos volcados en la reconstrucción de nuestros municipios, ese debe ser también su foco. Lo que vaya a hacer o no en el futuro será una decisión que se tomará en su momento. Pero ahora lo importante es centrarse en la recuperación y en garantizar la seguridad, asegurando que las cosas puedan seguir avanzando y que los municipios puedan volver poco a poco a la normalidad.
-Y sobre el Gobierno de España, ¿echa algo en falta? Por ejemplo, una visita del presidente Pedro Sánchez a Torrent.
Sí, he echado en falta atención por parte del Gobierno de España. Le he enviado dos cartas y no he recibido respuesta. En los días posteriores a la Dana, recibí llamadas tanto del president de la Generalitat como de diferentes consellers interesándose por cómo estábamos. También recibí la llamada de Sus Majestades los Reyes de España. Del presidente del Gobierno, solo recuerdo una llamada, la única que hizo. Y le hemos pedido que viniera, pero entiendo que no ha querido venir ni a Torrent. Le remitimos una carta con una petición muy clara: el año que viene todos los municipios de España tenemos la obligación legal de poner en marcha una nueva tasa de recogida de basuras, un impuesto nuevo. Pedíamos una moratoria de tres años para todos los municipios afectados por la Dana: Esa propuesta se aprobó en pleno por unanimidad, con el apoyo también del Partido Socialista. Se volvió a enviar la petición, se volvió a pasar por pleno y se remitió otra carta… y no han contestado. Quedan tres meses para que acabe el año, y los torrentinos, como todos los vecinos de los municipios afectados, van a tener que pagar un impuesto nuevo. Un impuesto que es para toda España, pero que, en nuestro caso, resulta profundamente injusto. Porque aquí se han generado toneladas de residuos a causa de la DANA. ¿Cómo le explico yo a un vecino que su propio gobierno le va a cobrar por la basura que ha tenido que generar al perderlo todo? ¿O a un empresario que ha visto su nave industrial destruida? ¿O a una tienda, a una comunidad de vecinos sin ascensor porque se lo llevó el agua?

- La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado. -
- Foto: MARGA FERRER
-¿Qué tal la recepción con los reyes el pasado 12 de octubre?
-Quiero agradecer que nos invitaran ese domingo a los alcaldes para poder compartir ese momento y por la preocupación que trasladaron, tanto el Rey como la Reina, durante una conversación que duró cerca de veinte minutos, preguntando cómo estábamos en Torrent. Nos preguntaron personalmente a los alcaldes de los municipios afectados cómo estábamos, cómo iba la recuperación. Me sorprendió lo informados que estaban. El presidente, en cambio, pasó como un suspiro. Lo vimos salir y no hubo momento para poder explicarle nada. Y sinceramente, creo que debió venir. El día que vino Su Majestad el Rey Felipe VI, fue una sorpresa total. Mucha gente me preguntaba si lo sabía, y no, no lo sabía. Creo que ese día no he corrido más en mi vida con tacones. Fue sorpresivo y muy humano. La gente se sintió muy arropada por él. Visitó una zona sencilla, un barrio muy normal, y lo hizo sin prisas, con cercanía y con empatía.
-Me gustaría saber qué has aprendido como alcaldesa de la Dana y de todo lo que hemos vivido. ¿Qué cambiarías de aquel día?
La imagen que te queda es que la naturaleza es incontrolable. Esa imagen de las olas, yo creo que nunca la olvidaré. El sentirte tan pequeña, como una hormiga en medio de toda esa locura. Y lo más duro es saber que has perdido a vecinos tuyos, que no puedes contactar con ellos, que nadie te dice quiénes son las víctimas y que tienes que ir descubriendo quiénes son las familias afectadas. Solo piensas en ofrecerles lo máximo desde el primer momento. Al día siguiente pusimos en marcha una oficina de atención a todos los vecinos afectados y también un servicio de atención psicológica. Pero dentro de todo ese dolor, hubo cosas que te llenan de esperanza, como la solidaridad. Recuerdo llegar al pabellón y ver la cantidad de asociaciones volcadas en ayudar, y cómo durante semanas llegó ayuda de toda España. No tuvimos ni tiempo de calcular cuántas toneladas llegaron, porque hubo un momento en que era imposible.
Y algo que también aprendí es que la Dana no tiene fronteras. Cuando ves que tu municipio vecino está igual que tú, o peor, lo primero que haces es descolgar el teléfono: “¿Cómo estás? ¿Qué necesitáis? ¿Tienes botas? Yo no tengo. Espera, que llega un camión con 40 pares: 20 para ti, 20 para mí”. Hace poco hicimos un acto de reconocimiento en Torrent a todos ellos, y vinieron. Ver a dos ertzainas con su uniforme diciendo “teníamos que venir, necesitábamos volver”, o a miembros de la UME de Zaragoza que viajaron con sus familias solo para estar presentes… te emociona. Me decían: “Torrent se nos ha quedado dentro”. Intentaré quedarme con lo mejor de todo aquello, con esa parte humana tan enorme que vivimos.