VALÈNCIA (EP). Los Centros de Educación Infantil de Casa Caridad València, situados en Torrent, Benicalap y Petxina, atenderán este curso escolar a más de un centenar de niños y niñas de uno a tres años en situación de vulnerabilidad y de los que un 67 por ciento se encuentra en "dificultad habitacional" y reside en viviendas compartidas con otras unidades familiares.
Según ha informado la entidad en un comunicado, estos centros continúan siendo un recurso pionero en la Comunitat Valenciana al ofrecer educación "gratuita y de calidad", junto con un conjunto de servicios complementarios que garantizan una atención integral: almuerzo, comida y merienda; material escolar y uniformes; actividades extraescolares; escuela de verano y acompañamiento familiar a cargo del equipo de intervención social.
La información recogida por Casa Caridad en los procesos de admisión para este curso muestra un "empeoramiento" en las condiciones habitacionales y laborales de las familias que han solicitado plaza en las escuelas infantiles: el 45% de ellas no cuenta con redes de apoyo cercanas y el 33% son monoparentales.
En 2024, estos centros atendieron a un total de 861 personas entre alumnado y sus familias. El objetivo de este servicio es "educar en igualdad de oportunidades, atendiendo la diversidad familiar y trabajando de forma conjunta con los progenitores para fortalecer competencias, vínculos y valores como el respeto, la empatía o la solidaridad", explica la entidad.
El perfil de los padres y madres que han solicitado plaza para sus hijos e hijas es de personas jóvenes (el 72% de los progenitores tiene entre 18 y 35 años) y sin ingresos estables: tan solo el 28% cuenta con una nómina regular. Destaca además que el 19% de los hombres y el 82% de las mujeres se encuentra en desempleo y un 12% de ellas son víctimas de violencia de género.
El problema de la vivienda en la ciudad y su entorno se refleja en las familias: el 67% de ellas reside en viviendas compartidas con otras unidades familiares (con y sin parentesco): el 24% en habitaciones alquiladas, el 18% en centros de acogida temporal y el 17% en casa de familiares o conocidos, entre otras fórmulas habitacionales. Estas cifras reflejan la "pérdida de autonomía residencial" de los menores y sus familias.
Tan solo el 3% de los progenitores cuenta con vivienda en propiedad (con y sin hipoteca) y el 30% restante reside en pisos de alquiler. De ellos, el 13% acumula deudas de vivienda o suministros básicos.
Intervención educativa y social
Además de la labor pedagógica en el aula, el equipo de intervención social de Casa Caridad realiza un seguimiento individualizado de cada familia a través del Programa Escuela Familia, que aborda de manera integral áreas clave como vivienda, empleo, salud, extranjería y cobertura de necesidades básicas. Este acompañamiento se complementa con formación parental, apoyo educativo y la gestión de ayudas económicas propias.
"La educación en la primera infancia es un recurso transformador y un punto de partida para el cambio. En nuestras Escuelas Infantiles no solo se acompaña a los niños y niñas en su desarrollo, sino que se trabaja también con sus familias para ofrecerles estabilidad y nuevas oportunidades", señalan desde la entidad.