VALÈNCIA. Ocho meses después de la Dana que azotó el 29 de octubre la provincia de Valencia, el 98,5% de los transportistas valencianos admite haberse visto afectado directa o indirectamente por las consecuencias de las inundaciones, que obligaron a detener rutas logísticas clave y provocó daños en numerosos vehículos, instalaciones y mercancías. 

La Federación Valenciana del Transporte y la Logística (Fvet) ha presentado este martes los resultados de su encuesta anual sobre la situación del sector del transporte por carretera en la Comunitat Valenciana. El estudio ha sido un año elaborado a partir de una encuesta entre empresas asociadas a la federación, y según afirman desde Fvet, confirma “las dificultades estructurales que arrastra el sector”, añadido a un nuevo factor, la Dana.

Según ha informado el presidente de Fvet, Carlos Prades, lo más “alarmante” es que el 45,1% de los afectados asegura que, a día de hoy, aún no ha podido retomar la normalidad. Además, el 44% de las empresas afectadas todavía no ha recibido la indemnización del Consorcio de Compensación de Seguros, agravando más aún si cabe la situación económica en la que se encuentra el sector. Según Prades, alrededor de 1.200 camiones y vehículos industriales se vieron afectados el 29O. 

Desde Fvet aseguran sentirse “ninguneados” por las administraciones. Las ayudas empezaron a llegar hace 7 meses, “no son lo suficiente que deberían haber sido para un sector que siempre es el primero ante los desastres”, “para recibir soporte de las administraciones siempre somos los que no necesitamos nada”, afirmaba Prades en la rueda de prensa que este martes ha convocado la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) junto a Fvet. 

Fvet ha escenificado hoy la necesidad de una hoja de ruta con objetivos adaptados a las circunstancias excepcionales de las empresas valencianas que todavía no han conseguido recuperar su plena actividad tras los efectos del temporal. 

Un mejor cierre de año 

Sin embargo, los resultados presentados por Prades junto al vicepresidente de Fvet, Juan Ortega, y el secretario general, Carlos García, desgranan previsiones de crecimiento para este año. De cara al segundo semestre de 2025, ya en fase de reconstrucción y desescalada de la emergencia, el sector del transporte y la logística mantiene una visión moderadamente optimista: la mayoría de las empresas sitúa sus expectativas de negocio entre el 5 y el 6 sobre 10, aunque solo un 30% cree que su rentabilidad mejorará. 

Durante el primer semestre de 2025, el 46,5 % de las empresas del sector lograron mantener su nivel de actividad, reflejando una relativa estabilidad en el contexto económico actual. No obstante, un 35,2 % de las empresas reportaron una reducción en su actividad, mientras que solo el 18,3 % experimentó un crecimiento, y este fue inferior al 25 %.

Entre las compañías que indicaron haber reducido su actividad, el 80 % lo hizo en una proporción menor al 25 %, mientras que el 20 % restante sufrió caídas de entre el 25 % y el 50 %. 

Los principales problemas se mantienen

La falta de chóferes, el precio del combustible y los bajos precios, principales problemas del sector. El informe de FVET recoge además los principales problemas que afectan a las empresas de transporte por carretera en estos momentos. El 79,6% de los empresarios señala la falta de chóferes como la principal amenaza para la actividad.

Le siguen los bajos precios del transporte (57,1%) -que presionan a la baja los márgenes del sector- y el incremento de los costes (44,9%), especialmente en vehículos, talleres, seguros, costes laborales y otros suministros, entre otros.

Otros factores señalados en este estudio son la problemática laboral y el absentismo (38,8%), los plazos de pago demasiado largos (22,4%) y la elevada fiscalidad (20,4%). “La realidad es que llevamos años acumulando dificultades sin que se adopten soluciones estructurales. 

La Dana no ha hecho más que agravar una situación ya de por sí complicada”, añade Prades.

Descarbonización: el 85,9% de los transportistas considera que el sector no está

El 86% de los encuestados considera que el transporte por carretera no puede asumir las exigencias de descarbonización por falta de ayudas para la renovación de flotas (66%); precios más competitivos para poder rentabilizar la operativa con vehículos más sostenibles (62%);  Un periodo de transición más amplio para amortizar inversiones (45%) y  más puntos de carga y repostaje alternativo (37%).

“Queremos avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente, pero no podemos hacerlo sin las herramientas necesarias. Esta transformación requiere inversión y acompañamiento por parte de las Administraciones”, indica el presidente de FVET.