VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Chiva acogió el pasado miércoles un taller de participación ciudadana en el que se dieron a conocer las actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en el barranco de Chiva, dentro del Plan estratégico de recuperación y mejora de la resiliencia frente a Inundaciones en las zonas afectadas por la Dana.
El encuentro, que contó con la presencia del alcalde de Chiva, Ernesto Navarro, fue presentado por el concejal Enric Roig, quien destacó la importancia de mantener informada a la ciudadanía y fomentar la participación en proyectos clave para la seguridad y sostenibilidad del municipio, así como la colaboración entre administraciones.
Durante el encuentro, el responsable de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Teodoro Estrela, que estuvo acompañado por Vicente Botella, director de las obras en el barranco de Chiva, expuso los detalles técnicos y las medidas que se están implementando para reducir el riesgo de inundaciones. Estrela recordó que, durante la Dana, se llegaron a registrar caudales de hasta 1.000 metros cúbicos por segundo, una fuerza que arrasó el material del cauce y dejó al descubierto la roca.
Estrela detalló que la CHJ trabaja junto al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) en soluciones técnicas para guiar las aguas y aumentar la seguridad del cauce, con el objetivo de evitar que episodios similares vuelvan a causar daños tan graves. “El riesgo cero no existe, pero sí podemos prepararnos para que los efectos sean los menores posibles”, afirmó.
“Chiva es uno de los puntos más sensibles de la cuenca y una de nuestras grandes preocupaciones”, reconoció el responsable de la CHJ, quien subrayó que el objetivo final es reducir la velocidad y los niveles de agua que llegan a la población.
El objetivo de este plan es reducir la exposición, vulnerabilidad y peligrosidad de las zonas afectadas, de forma que, aunque se produzcan lluvias similares, los caudales que lleguen al núcleo urbano sean mucho menores. Entre las medidas previstas se incluye la creación de zonas de almacenamiento en el barranco del Gallo, aguas arriba de Chiva, lo que permitiría reducir el caudal a la mitad.
Las actuaciones previstas en el barranco de Chiva se dividen en tres ejes principales: la creación de una zona de amortiguación que permita laminar avenidas, la vehiculización controlada del agua y la profundización del tramo final del barranco, para incrementar su capacidad hidráulica.
Parte de las intervenciones han sido encargadas a la empresa pública Tragsa, lo que permitirá acortar los plazos de ejecución, mientras que otras actuaciones se licitarán próximamente. Se prevé que las principales obras se desarrollen en un periodo de entre uno y dos años.
El taller permitió conocer de primera mano el plan estratégico de recuperación y mejora de la resiliencia. El encuentro, celebrado en un salón de plenos lleno, permitió reforzar la coordinación institucional y recoger las opiniones e inquietudes de los ciudadanos en la mejora de protección del municipio.