VALÈNCIA (EP). El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV) dedica su videoconsejo de marzo a una labor que a menudo desconoce la sociedad: el papel "crucial" de los fisioterapeutas en situaciones de emergencia como se evidenció tras la riada que asoló la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2024, según señala la entidad colegial en un comunicado.

Al respecto, explica que ante una catástrofe, los primeros movilizados son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los bomberos y los servicios sanitarios para atender a las víctimas inmediatas. Sin embargo, los fisioterapeutas también desempeñan una función" esencial, trabajando en un segundo plano para aliviar situaciones complejas que afectan tanto a la población como a los equipos de emergencias".

Por ello, el decano del ICOFCV, Josep Benítez, ha destacado: "Queremos visibilizar la labor de los fisioterapeutas en las catástrofes para que la sociedad conozca su aportación, mayoritariamente altruista, y también para rendir homenaje a quienes lo dejan todo para asistir a las víctimas de catástrofes y a los héroes que se desplazan para ayudarlos".

Como destaca el videoconsejo, los fisioterapeutas intervienen en hospitales de campaña y centros de emergencia habilitados para atender a las víctimas y a los servicios que trabajan para resolver la situación. Además, también se desplazan a los domicilios de los afectados más vulnerables, como mayores, enfermos crónicos o personas con movilidad reducida.

En este sentido, la labor del fisioterapeuta en emergencias y catástrofes se centra en tres objetivos prioritarios. El primero ayudar a dinamizar la recuperación de los convalecientes con programas específicos para cada paciente, enfocados a su recuperación y bienestar físico y mental, teniendo en cuenta el impacto que suponen estos eventos traumáticos.

En segundo lugar, atender a las personas vulnerables y enfermos crónicos ya que esituaciones de catástrofe, como ha sucedido con la riada, las rutinas de los ciudadanos se ven interrumpidas, lo que afecta también a sus tratamientos médicos y fisioterápicos, que "en ocasiones ni siquiera se pueden reanudar por haberse destruido las infraestructuras o resultar inaccesibles". Así, el papel del fisioterapeuta de emergencias consiste en desplazarse al domicilio o refugio del paciente para que "pueda continuar con su terapia y evitar tanto el empeoramiento de sus condiciones de salud como la pérdida de movilidad".

Por último, se encargar de asistir a los equipos de emergencias ante posibles lesiones derivadas de su labor. Los bomberos, personal del ejército, policías, guardias civiles o sanitarios pueden sufrir lesiones por las duras condiciones de trabajo en las que se ven obligados a actuar. De este modo, exponen que las largas jornadas, los riesgos derivados de la propia catástrofe o la dificultad para atender a todas las víctimas en el menor tiempo posible pueden tener como resultado contracturas, roturas de huesos o lesiones por sobrecarga muscular, que los fisioterapeutas desplazados sobre el terreno ayudan a tratar.

Fisioterapeutas voluntarios: una ayuda imprescindible 

Además, el colegio destaca que muchos fisioterapeutas que acuden a zonas de catástrofe lo hacen de manera voluntaria, ofreciendo también atención a otros voluntarios. Un ejemplo de ello es el programa SOS Fisioterapia ICOFCV, cuyos profesionales "se desplazaron a las localidades valencianas más afectadas por la riada para prestar asistencia gratuita".

Los voluntarios de este programa del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunitat Valenciana atendieron a domicilio a pacientes con ELA, enfermedades respiratorias, patologías neurológicas y problemas de movilidad. También ayudaron en la rehabilitación de niños con fracturas y trataron a vecinos y voluntarios con lesiones derivadas de las labores de limpieza y desescombro.

"Estamos muy orgullosos del papel que han jugado los fisioterapeutas en la riada y el que juegan habitualmente en situaciones críticas, casi siempre de forma altruista y voluntaria, y siempre con el objetivo de ser parte de la solución. Porque juntos somos más fuertes, como decimos en el vídeo, y todos podemos aportar mucho a quienes lo han perdido todo", subraya Benítez.

La voz de los pacientes

La importancia de la labor del fisioterapeuta en las catástrofes es "muy valorada" por los usuarios que se han visto afectados por alguna, como ocurrió en Valencia el año pasado. Es el caso de Sara Mauri, vecina de Picanya: "Vivimos en una planta baja que se inundó. Días antes del desastre ya tenía lumbalgia y acudí a mi fisioterapeuta en Paiporta, pero tras la riada empeoré. Estuve sacando barro, vaciando la casa, y eso me provocó ciática. Fui dos veces al hospital, pero la medicación no me hacía efecto. Llamé al servicio de voluntariado del Colegio de Fisioterapeutas y vino Clara, una fisioterapeuta voluntaria. Su ayuda fue increíble. Se preocupó muchísimo por mí y gracias a ella mejoré. Ahora sigo tratándome con ella en su consulta y no puedo estar más agradecida. Muchas gracias al ICOFCV y a Clara por todo."

Jorge Fernández, de Paiporta, también relata su experiencia: "Sufro espondilitis anquilosante y necesito fisioterapia continua. Con las inundaciones, me resultaba imposible desplazarme. Vivo en Paiporta y la situación aquí era como una guerra sin balas. Vi el teléfono solidario del Colegio y decidí llamar. El fisioterapeuta que vino, Renato, es excepcional. Su atención fue fundamental para mí. En medio de esta catástrofe, se convirtió en mi verdadero ángel.