ALBAL (EFE). La dirección de la centenaria fábrica de laminados decorativos Formica de Albal (Valencia), que resultó gravemente dañada en la dana del 29 de octubre, y los representantes de los trabajadores han llegado a un preacuerdo de indemnizaciones que ha sido ratificado en asamblea y que afectará a unos 111 empleados.

El preacuerdo, que será firmado mañana viernes por las partes, surge del acercamiento de posturas que se produjo tras la reunión del pasado lunes y que fue trasladado en una asamblea informativa a los trabajadores este miércoles, en la que el 95 % de los asistentes ratificó el acuerdo, según ha informado a EFE el presidente del comité de empresa, David García Colorado.

De los cerca de 200 empleados de la planta, 111 ó 112 se incluirán en el ERE, en tanto que 43 serán recolocados en un gran almacén que el grupo tiene previsto abrir en Picassent (18 trabajadores) o reubicados en factorías en Finlandia, Italia y Francia.

El pasado lunes hubo una concentración de los afectados a las puertas del hotel Primus de Valencia para defender la viabilidad de la planta y rechazar su cierre, después de que en los últimos meses hubieran pedido la reapertura de la fábrica, que se hallaba en una zona inundable del polígono industrial de Albal y que sufrió cuantiosos daños en la maquinaria al alcanzar la riada entre los 2,3 y 3 metros de altura.

Aunque en un primer momento la empresa, propiedad desde 2019 de la compañía holandesa Broadview, transmitió a los trabajadores la voluntad de reabrir y reanudar la actividad, el pasado 25 de febrero comunicó la supuesta inviabilidad de la reapertura y el inicio del proceso de despido colectivo.

El Grupo Formica, que cuenta con centros de distribución en Madrid, Barcelona y Bilbao, se dedica a la fabricación de laminados utilizados en el revestimiento decorativo de mobiliario de aglomerado de interior, por ejemplo en cocinas y otras superficies de cambiadores o, incluso, vestuarios.