VALÈNCIA. “Las desgracias son bendiciones disfrazadas para pasar al siguiente nivel”. Con esta frase, Tamara y Tiffany Gascón recuerdan con emoción cómo la Dana las hizo más fuertes y les animó a impulsar un nuevo modelo de negocio para su empresa tras la catástrofe. Las hermanas Gascón son las propietarias de DekoArte, una empresa —en su momento dedicada a cuadros y objetos de decoración— que quedó completamente afectada por las inundaciones del pasado 29 de octubre.

Tras las inundaciones que devastaron la provincia de Valencia, la capacidad de mirar hacia adelante y seguir pese a la adversidad ha sido muy difícil para muchos de los afectados, que aún mantienen las imágenes de aquel 29 de octubre y los días y meses posteriores. En el caso de numerosos empresarios, las pérdidas fueron ingentes, y mantener sus negocios en pie se convirtió en un reto aún mayor debido a factores añadidos: la falta de ayudas y el retraso en las indemnizaciones por parte del Consorcio de Compensación de Seguros.

Tamara y Tiffany decidieron no quedarse paradas y vieron la catástrofe como una oportunidad para innovar, crecer, avanzar y abrirse a nuevos rumbos en su ámbito de trabajo: la decoración y el arte. Las hermanas necesitaban un cambio, no estaban a gusto con su modelo de negocio y el producto que ofrecía su empresa. Ya en 2021, tras el Covid, decidieron hacer cambios, pero como ambas dicen: "desde entonces sabíamos que nosotras habíamos cambiado, pero la marca no".

Fue entonces cuando decidieron dar un giro al negocio. Viajaron a Turquía y, según relatan a Valencia Plaza, comenzaron a explorar el lado más artístico, colaborando con un proveedor donde mujeres pintan los cuadros a mano: "Teníamos stock, clientes, un modelo de negocio consolidado... pero ya no nos representaba. Estábamos encasilladas en un tipo de producto con el que no conectábamos".

La Dana como impulso a un nuevo modelo

El pasado 2024 Tamara y Tiffany se vieron sorprendidas por la Dana. El almacen logístico de DekoArte estaba situado en el polígono de La Estación de Paiporta, el más afectado de la 'zona cero' de la Dana. Los daños de este parque empresarial destacan por una calle que siete meses después de las inundaciones continúa embarrada, la calle José Segrelles. Es precisamente ahí donde se situaba DekoArte.

El 30 de octubre, un trabajador del almacén que vive en Paiporta pudo llegar a la nave. La imagen era dantesca: "El agua levantó nuestra puerta, se llevó por delante el muro de 15x20 que separaba nuestra nave de la del vecino, y a él le arrancó la puerta", cuentan. Además, añaden: "el agua llegó a tres metros e iría con tal fuerza que salió todo flotando y no quedó nada en el almacén".

Cuando por fin pudieron llegar a Paiporta, y entrar a la nave, dos días después de la riada, se encontraron con un espacio vacío, sin nada de lo que allí tenían, sin el muro que les separaba de la nave vecina, con un casi un metro de lodo y una gran cantidad de cañas y escombros que arrastró la corriente.

En el momento en que Valencia Plaza realizó la entrevista con las hermanas Gascón, calculaban una cifra de daños que oscilaba entre los 120.000 y 150.000 euros, y todavía desconocían la cifra definitiva –pues habían cambiado tres veces de perito y se les retrasó el proceso–. El pasado miércoles, a punto de cumplir siete meses de la catástrofe, recibieron finalmente la valoración y cobrarán la totalidad de su póliza. 

Ante esta situación, pensaron: "¿Qué podemos hacer nosotros contra eso? Pues nada, trabajar y trabajar". Fue entonces cuando Tamara y Tiffany decidieron no rendirse ni esperar un pago que tardaría en llegar, sino apostar por invertir e innovar. "Durante los tres o cuatro meses de parón que tuvimos por la Dana, aprovechamos para volver a asentar las bases de la marca. Pudimos redactar una nueva propuesta de valor, mucho más alineada con lo que ahora sentimos y creemos. También redefinimos la estructura y los pilares de la empresa, partiendo de esa nueva visión", cuentan.

A pesar de los fondos perdidos durante la Dana, las hermanas cuentan que pudieron empezar a invertir y recuperarse tras recibir la ayuda de 8.000 euros que impulsó para los afectados el presidente de Mercadona, Juan Roig. Tras la Dana tuvieron que dejar el almacén de Paiporta y volvieron al barrio d Natzaret de València, donde comenzó DekoArte hace 15 años. 

Ayuda tras la tragedia

"Hemos creado una marca de personas para personas", afirman. Desde DekoArte apuestan ahora por un producto más personalizado y un trato más cercano, algo que sus propietarias quieren que destaque por encima de todo. Esa cercanía con el cliente permite incorporar un componente emocional que diferencia sus productos del resto. Las hermanas continúan vendiendo cuadros, pero esta vez todos ellos pintados por autores de la costa levantina.También crean un producto personalizado basándose en los intereses de los clientes. 

Tamara y Tiffany presentaron un proyecto a la Fundación Triodos a través de la iniciativa "Adopta un Comercio", con la que ya habían colaborado anteriormente. Fue esta misma organización la que las contactó para informarles de que Triodos seleccionaría tres proyectos de empresas afectadas por la Dana, con el objetivo de apoyarlas en su recuperación. Las hermanas enviaron su propuesta y fueron seleccionadas, y según cuentan, a la fundación le gustó especialmente el giro que habían dado a la empresa.

Como parte del proceso, han tenido que lanzar una campaña de crowdfunding con el objetivo de recaudar 2.500 euros por su cuenta y alcanzar un mínimo de 40 aportaciones. Una vez conseguido, Triodos les aportará 5.000 euros adicionales, una ayuda fundamental para poder ampliar su catálogo.

Explican que en este sector es bien sabido que, para tener una veintena de productos superventas, es necesario contar con un catálogo de al menos 150 o 200 referencias que ofrezcan variedad al cliente. Actualmente, en su web tienen unos 20 o 25 modelos, que es lo que han podido desarrollar con los recursos actuales.

Fotografiar los productos, escribir descripciones y preparar todo el material requiere tiempo y dinero y el impulso de la Fundación Triodos les ayudaría a ampliar la oferta y dar más opciones a sus clientes.

Hoy, DekoArte es mucho más que una tienda de decoración: es el reflejo de cómo una empresa puede reinventarse desde las ruinas, conectar con su propósito y transformar la adversidad en una oportunidad para crecer, no solo en lo económico, sino también en lo humano.