VALÈNCIA. Un estudio encargado por parte de la Conselleria de Agricultura del anterior gobierno del Botànic en 2023 a la Universitat Politènica de València y al Instituto de Ingeniería del Agua y el Medio Ambiente determinó que las pedanías de La Torre, Forn d’Alcedo y Castellar-Oliveral, situadas al sur del nuevo cauce del Turia, no se integrarían en el sistema de la nueva EDAR de l’Horta Sud en Alcàsser que estaba proyectada en aquel momento pero que el nuevo Consell descartó. 

Actualmente, las tres pedanías vierten sus aguas al Colector Oeste que transcurre por municipios como Paiporta, Picanya o Sedaví en su tramo final, pero su incorporación a aquel nuevo esquema requería infraestructuras adicionales muy costosas y complejas, por lo que se optó porque las aguas de estas pedanías continuaran virtiendo junto a las de la capital en la depuradora de Pinedo.

Todo ello por un motivo: la estricta normativa del Ayuntamiento de València sobre aguas pluviales —que obliga a diseñar las nuevas redes para soportar precipitaciones con un período de retorno de 25 años— dificulta la financiación estatal y autonómica. Por este motivo, la anterior Conselleria consideró más viable mantener estos barrios conectados a la EDAR de Pinedo.

Tras la Dana, con el dinero que el Gobierno de España facilitó a los ayuntamientos afectados por la catástrofe, el Ayuntamiento de València está financiando las obras de reparación, restitución y reconstrucción de infraestructuras en las pedanías de La Torre, Forn d'Alcedo y Castellar-Oliveral.

Soluciones adaptadas para cada pedanía

El informe técnico planteaba alternativas diferenciadas. La Torre: dispondría de un sistema independiente, aprovechando el tanque de tormentas ya existente, suficiente para cumplir con la normativa municipal. Desde allí, las aguas se bombearían hacia Pinedo.

Forn d’Alcedo contaría con una solución provisional. Se interceptaría su ramal en el punto de conexión con el Colector Oeste y, mediante un pequeño bombeo y un colector de 193 metros, se deriviaría el caudal hacia el sistema de Castellar-Oliveral.

Castellar-Oliveral tendría un nuevo colector principal de un kilómetro de longitud y tres secundarios, junto a un tanque de tormentas ubicado en la avenida Doctor Ruiz i Comes. Desde allí, las aguas residuales y pluviales se bombearían hasta Pinedo a través de Mercavalencia. El diseño se ha adaptado para discurrir principalmente por suelo rural, con menor impacto en el casco urbano y garantizando la evacuación de caudales hacia la acequia del Ribàs.