VALÈNCIA. Catarroja es uno de los municipios que con más dureza vive las consecuencias de la Dana del 29 de octubre. Como en todas las localidades afectadas, los vecinos de Catarroja llevan meses tratando de rehacer sus vidas tras una barrancada histórica, calificada como la mayor catástrofe natural de la Comunitat Valenciana en los últimos años.
Catarroja tiene zonas mejores y peores, todo el municipio sufrió daños, pero según comentan sus vecinos ya hay “cierta normalidad”. Muy diferente es el caso del barrio de la Rambleta. Como su nombre indica, la avenida principal de este barrio era una rambla proveniente del barranco del Poyo.
Según explica a Valencia Plaza el concejal de Urbanismo de la localidad, Martí Raga, “este es un barrio que nace en los años 60 y 70… Siguiendo los criterios propios de vivienda de aquellos años”. En un contexto de migración de españoles a ciudades y zonas industriales, tanto Catarroja como muchos municipios de l’Horta Sud se vieron ante un rápido incremento de su población durante estos años.
El desarrollo industrial de esta comarca provocó la necesidad de construir viviendas para aquella población que venía de toda España. En el caso de Catarroja, se llevó a cabo en la zona por la que transcurría aquella rambla, y por lo que hoy se denomina el barrio de la Rambleta.
El barrio del Fumeral, por el que también transcurre esta avenida de la Rambleta, vivió la misma situación. “Es una zona muy urbanizada de los años 80; muy cerca del barranco del Poyo”, cuenta el concejal. El nombre de este barrio también hace referencia a lo que hace unas décadas predominaba en sus calles, los históricos fumerals (chimeneas) de las fábricas que durante años conformaron el tejido industrial de l’Horta Sud. En palabras de Raga, este barrio representa “la nueva Catarroja”.
En declaraciones a este periódico, Raga aseguró que el consistorio cifra los daños causados por la riada en 150 millones de euros, y manifestó que la localidad necesita actualmente “recursos económicos, técnicos y de gestión” para hacer frente a la situación 109 días después del trágico 29 de octubre. En ese sentido, Catarroja recibirá 128 millones de euros del Gobierno estatal para la reconstrucción de espacios municipales.
Hace 3 meses, los vecinos de Catarroja paseaban por la avenida de la Rambleta para acercarse a los múltiples servicios que ofrecía. En esta calle hay comercios de todo tipo; desde tiendas de ropa y complementos, restaurantes y cafeterías, hasta la farmacia que más factura en el municipio o la horchatería más emblemática de l’Horta Sud. Los vecinos aseguran que el agua llegó “casi a los 4 metros de altura” en las plantas bajas de el Fumeral y la Rambleta. Según Raga, “el récord en Catarroja lo tenemos en 3,88 metros”. Paseando por estas calles “se hace evidente la devastación”; el agua proveniente del barranco del Poyo “bajaba literalmente como en una rambla”, y llegó hasta el techo de algunos comercios y viviendas.

- Mapa de la altura de la inundación en Catarroja. La línea roja es la avenida de la Rambleta -
- UPV

- Restaurante afectado del barrio de la Rambleta -
“Son viviendas más vulnerables”
En el Fumeral se puede observar que las viviendas tienden a ser algo más modernas y con infraestructuras de mejores calidades, incluso con piscina o zonas comunes. Sin embargo, el concejal de Urbanismo señala que las viviendas de la Rambleta, el barrio colindante, son “más vulnerables” y que “hoy en día no cumplirían con la normativa” actual de edificación.
Este es el caso de edificios como los de la calle Castelló. Las plantas bajas no tienen puerta al patio, solo se puede acceder a las viviendas por la calle; “en la normativa actual deberían tener una salida de emergencia también por el patio”, que posiblemente hubiera “evitado muertes aquel día”.

- Vivienda afectada de la calle Castelló de Catarroja -
En ese sentido, el concejal catarrogí afirma que a partir de ahora se debe “evitar la degradación de infraviviendas”. Raga asegura que en esta calle perdieron la vida varias personas la noche de la barrancada, no solo por un aviso de emergencias tardío, sino también por la “vulnerabilidad” de las edificaciones y espacios del barrio. El concejal ha denunciado que también se necesita “dotar de soluciones habitacionales a los vecinos”, ya que ninguna vivienda en esta calle ha sido rehabilitada.
Posible reurbanización de la Rambleta
Actualmente se estudia desde el consistorio un plan de reurbanización de la avenida de la Rambleta y las calles colindantes: “Es un espacio con muchos recursos y bienes; hace falta financiación para la rehabilitación” del barrio. Además, alude a la necesidad de adaptar las infraestructuras a posibles inundaciones, “aquí estamos muy cerca del barranco, y el agua vino con mucha fuerza en muy poco tiempo”.
La mayoría de comercios denuncian la necesidad de las indemnizaciones del Consorcio de Seguros. En la avenida de la Rambleta, la mayoría no han abierto sus puertas y ni siquiera han podido reconstruir los locales 109 días después de la riada; Raga afirma que “están conviviendo comercios abiertos con los que esperan las compensaciones”. Los que han podido abrir cuentan que lo hiceron “mediante financiación propia” o “ayudas privadas a particulares”, como las ya conocidas de la Fundación Amancio Ortega o la Fundación Juan Roig.
Catarroja lamentó el 29 de octubre la pérdida de 25 vecinos. Desde la administración local aún se están evaluando los daños que causó la Dana del 29 de octubre, y actualmente continúan trabajando en la recuperación de los espacios públicos de la localidad. Como ya informó Valencia Plaza, el consistorio aprobó de manera urgente tras la barrancada el gasto de 6 millones de euros para llevar a cabo los trabajos de reconstrucción.