VALÈNCIA.La ruta del colesterol es un recorrido muy popular entre los habitantes de l’Horta Sud. Con más de cinco kilómetros de vía ciclopeatonal, atraviesa seis municipios de la comarca y es frecuentada por quienes salen a caminar, correr o dar un paseo en bicicleta. Su trazado conecta localidades como Sedaví, Alfafar, Benetússer, Massanassa, Catarroja y Albal, convirtiéndose en una opción habitual para la actividad física al aire libre.

La ruta del colesterol está pegada a la CV-400, una carretera que quedó gravemente afectada por la Dana del pasado 29 de octubre, al igual que la propia ruta ciclopeatonal. Actualmente, miembros del colectivo comarcal de l'Horta Sud de Acció Ecologista-Agró y también algunos vecinos de estas localidades denuncian que la ruta esté cerrada. Desde el grupo ecologista van más allá del uso deportivo y de ocio que tiene este recorrido, AE-Agró insiste en que la ruta es una alternativa de transporte para aquellos que perdieron su coche tras la Dana y se mueven ahora para ir a trabajar u otras tareas.

Si bien es cierto que es un tramo saludable para hacer deporte, la realidad también es que sirve como modo de conexión con la ciudad de València para estas poblaciones de l'Horta Sud, ya sea para acudir al trabajo o a cualquier quehacer en el Cap i Casal.

Los miembros de la sectorial comarcal afirman que la falta de alternativas seguras ha impedido de golpe el desplazamiento de viandantes por esta vía y ha obligado a las bicicletas a circular por la carretera, condición que según señalan, provocará el abandono de este medio de transporte por parte de muchos de los usuarios de l'Horta Sud.

El tramo actualmente cortado abarca cerca de un kilómetro a la altura de Benetússer. A esto se suma el siguiente sector, hasta el puente de la Solidaridad, en el barrio de La Torre, que también permanece en obras y cerrado al paso. Aunque en este último caso existe una ruta alternativa, desde AE-Agró advierten que no está señalizada, las vallas están deterioradas y carece de alumbrado, lo que dificulta el tránsito, especialmente en determinadas horas del día.

Héctor Campos, vecino de Massanassa, cuenta en Valencia Plaza cómo le afecta el cierre de este camino: "Yo corro casi todos los días por la ruta, y precisamente hago el recorrido desde Massanassa hasta el puente de Sedaví, casi todo el tramo que ahora está cortado", cuenta. "A mi personalmente me fastidia bastante porque tengo que alterar mi ruta y mis tiempos, habrá gente que cambie el recorrido y le dé igual, pero a mi no".

Por otra parte, los miembros de Agró han incidido en la necesidad de potenciar y fomentar el uso de la bicicleta para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y combatir la emergencia climática. Explican que este camino es una alternativa para ello y no puede permanecer cortado.

Los ecologistas lamentan que los cortes siempre vienen dados por obras en la carretera adyacente a la ruta, la CV-400. Cuentan que de las obras siempre derivan cortes para bicicletas y peatones, pero nunca para coches.

AE-Agró considera especialmente doloroso que el mismo tramo que, en los días posteriores a la Dana de octubre, permitió el acceso de miles de voluntarios de toda España para ayudar a sacar del fango a la comarca de l'Horta Sud, ahora permanezca cortado en varios puntos sin ofrecer alternativas para peatones y ciclistas. Todo ello, además, sin haberse cumplido aún cinco meses de la tragedia.