VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Llíria ha puesto punto final a la posibilidad de ampliar el museo del Forn de la Vila con la aprobación de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que recalifica como suelo residencial dos inmuebles colindantes a este edificio histórico. La medida, que afecta a los números 10 y 12 de la calle de la Santíssima Sang, en pleno núcleo medieval del municipio, regulariza su uso real como viviendas y descarta su destino al equipamiento cultural.
La decisión se apoya en el expediente municipal, en el que figura un informe arqueológico fechado del pasado 9 de enero, así como el propio documento de inicio de la modificación urbanística. Ambos coinciden en que las edificaciones afectadas "carecen de un valor patrimonial relevante", más allá de un lienzo de muralla medieval que deberá conservarse, y presentan "graves limitaciones" para su integración con el Forn de la Vila.
Estas limitaciones incluyen la ausencia de conexión física directa con el espacio museístico, así como la existencia de barreras arquitéctonicas "insalvables sin intervenciones costosas" y una estructura interna "poco adecuada" para usos culturales. El Forn de la Vila, declarado Bien de Relevancia Local (BRL), forma parte del catálogo patrimonial protegido del casco histórico de Llíria. Construido entre finales del siglo XIII y principios del XIV, funcionó como un horno de 'pan cocer'.
Durante la década de 1990, el Ayuntamiento de Llíria adquirió los inmuebles colindantes con la intención de habilitarlos como una ampliación del espacio cultural. Sin embargo, ese proyecto nunca se ejecutó y los edificios terminaron utilizándose de forma esporádica como almacenes.

- Antiguo horno de pan cocer, en Llíria, convertido en un espacio museístico. -
- Foto: GVA
Según detalla el documento urbanístico, mantener su calificación como equipamiento público implicaba unos gastos elevados para las arcas municipales, ya que no se trata de parcelas de cesión gratuita. Además, no existe ninguna previsión futura para ampliar el museo, por lo que la reserva de suelo resultaba innecesaria y suponía un "uso inadecuado de los recursos de la hacienda local".
Frenar la degradación del casco histórico
La modificación puntual del PGOU ha seguido el proceso de evaluación ambiental pertinente y ha recibido el informe favorable del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Llíria, según constata el anuncio publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Además, el texto aprobado señala que no se modifica la edificabilidad existente ni se incrementan los volúmenes: las viviendas mantendrán tanto su estructura actual como su uso residencial.
Con esta medida, el consistorio busca también facilitar la regeneración del casco histórico, uno de los principales retos urbanísticos del municipio. Al eliminar la reserva para el uso educativo-cultural de estos inmuebles, se desbloquea la posibilidad de que los propietarios rehabilten de forma legal sus viviendas, lo que podría contribuir a frenar la pérdida de población en el centro antiguo.
Por su parte, el Forn de la Vila continuará cumpliendo su función como espacio patrimonial visitable, abierto al público mediante cita previa y con una musealización parcial de su interior, sin cambios en su uso actual.