VALÈNCIA. A las puertas de MN4, cientos de personas aguardaban con expectación. En el interior, la familia Martí, trabajadores del centro, efectivos de la Policía Local y Guardia Civil de Alfafar, y miembros de la corporación municipal. Todos ellos con la mirada puesta en Antonio Martí y su mujer, encargados de cortar la cinta que marcaría un nuevo comienzo. 

Y así ha sido: el centro comercial MN4, uno de los más castigados por la Dana del pasado 29 de octubre, ha reabierto este jueves tras casi nueve meses cerrado a causa de las graves inundaciones y los cuantiosos daños sufridos.

“Hemos invertido 10 millones de euros en la reforma”, ha explicado Antonio Martí, director general del Grupo Martí, quien calcula que todavía faltan entre cuatro y cinco millones más por invertir en un plazo de seis a nueve meses. Porque lo que ocurrió en MN4 no fue una simple inundación: fue una catástrofe sin precedentes.

Los niveles de agua superaron los dos metros en superficie, y en los sótanos se llegaron a acumular casi ocho metros de agua. El acceso a las dos plantas del aparcamiento subterráneo —de 22.000 metros cuadrados cada una— quedó completamente anegado, con una densa capa de lodo que dificultó cualquier intento de limpieza. Aproximadamente 1.600 plazas de aparcamiento se vieron afectadas, y durante horas reinó la incertidumbre sobre cuántos vehículos o incluso personas podían haber quedado atrapados.

La planta baja quedó completamente devastada: locales comerciales, escaleras mecánicas, sistemas eléctricos, ascensores, climatización, ventilación y redes de seguridad resultaron inoperativos o directamente inservibles. No fue hasta finales de enero, concretamente el día 31, cuando se logró vaciar el sótano -2, tras semanas de dificultades logísticas para conseguir bombas de achique con la potencia suficiente.

Desde entonces, MN4 ha vivido una rehabilitación integral: renovación de las redes eléctricas, sistemas contra incendios, climatización, drenaje y evacuación de aguas pluviales. Una reconstrucción total, de abajo arriba

“Una empresa familiar”

Solo dos días antes de la Dana, el 27 de octubre, MN4 cumplía 20 años abierto al público. “Somos una pequeña empresa familiar de Catarroja”, ha recordado con emoción Antonio Martí. El nombre del centro no es casual: MN4 responde a las iniciales de Martí, el fundador y patriarca; Navarro, su mujer —“sin la que nada de esto sería posible”— y el número 4 por los cuatro hijos del matrimonio: Antonio (actual director general), Javier, Carla y Teresa. Todos ellos estaban presentes y visiblemente emocionados durante el acto de reapertura, tras los difíciles meses que han vivido.

“Nos planteamos cerrar, claro que sí. Pero ese pensamiento solo nos duró unas horas”, confesó Martí. “MN4 no es solo un espacio para comprar. Es un lugar para disfrutar, reunirse, compartir... Es, ante todo, un punto de encuentro para toda esta zona de l’Horta Sud”. 

Tras nueve meses, el centro reabre con mucho trabajo por delante, “con lo que no se ve”, y es que aún queda por arreglar “las tripas del centro comercial” para estar al 100%.

Pasadas las 10 de la mañana de este jueves, tras el corte de cinta, el estallido de la pólvora y la apertura simbólica de sus puertas, el centro comercial MN4 vuelve a latir. Vuelve a acoger a los vecinos de l’Horta Sud, que durante nueve largos meses han esperado el regreso del centro comercial de Alfafar, uno de los corazones comerciales de Valencia.