VALÈNCIA. El patrimonio cultural de la provincia de Valencia sigue sumando elementos en peligro. En los últimos años, la asociación Hispania Nostra ha venido alertando sobre la fragilidad de numerosos bienes patrimoniales que, por falta de conservación o el paso del tiempo, se encuentran en riesgo de desaparecer. La Lista Roja de esta organización sin ánimo de lucro es un termómetro que mide el estado de nuestro legado histórico y sus nuevas incorporaciones reflejan la alarmante situación de algunos monumentos valencianos que, pese a su valor, no cuentan con la protección o las intervenciones necesarias.
En el periodo comprendido entre 2023 y 2024, se incorporaron trece bienes valencianos a este listado, de los cuales solo dos han conseguido salir gracias a su restauración: los baños árabes de Xàtiva y el lienzo de la muralla almohade del castillo de esta misma localidad. Sin embargo, el problema persiste y la situación ha empeorado en el último año. De este modo, ocho nuevos elementos se han sumado a la Lista Roja entre 2024 y 2025; todos con un denominador común: el abandono institucional.
Desde monasterios históricos hasta palacetes señoriales y otras joyas del modernismo, la degradación de estos inmuebles avanza de forma inexorable. Conforme pasan los años, el deterioro se acelera, las estructuras se debilitan y los elementos decorativos desaparecen, víctimas del expolio. Así, la falta de planificación y financiación pública para su conservación evidencia la fragilidad de un patrimonio que, sin intervención inmediata, corre el riesgo de quedar relegado a la memoria colectiva.
Ermitas medievales y edificios modernistas olvidados en La Ribera
En la comarca de La Ribera Alta, el abandono patrimonial ha hecho mella en edificaciones de gran valor histórico y cultural. La ermita de los Santos Abdón y Senén, en Algemesí, incorporada a la Lista Roja el pasado 14 de febrero, es un claro ejemplo de ello. Esta pequeña capilla barroca, construida entre 1810 y 1820, se sitúa en pleno centro urbano y ha sufrido el derrumbe de su bóveda, la desaparición de sus puertas, asi como la pérdida de sus bienes materiales debido al saqueo. Pese a estar catalogada como un Bien de Relevancia Local (BRL), la humedad, agravada por la Dana, ha acelerado su deterioro "hasta un punto crítico", según Hispania Nostra.
Por su parte, la Casa dels Frares, una antigua granja monástica del siglo XVII ubicada en Guadassuar y vinculada a los dominicos de Carlet, se añadió al listado de esta asociación en julio de 2024. Este edificio todavía conserva un reloj de sol fechado en 1670 y una campana con inscripciones, pero su estructura se encuentra "prácticamente en ruinas". Una desamortización que se produjo en el siglo XIX en este municipio lo condenó al abandono y, desde entonces, el expolio y la falta de mantenimiento han agravado su degradación.
- Ermita de los Santos Abdón y Senén, en Algemesí. -
- Foto: HISPANIA NOSTRA
El modernismo valenciano también ha quedado desprotegido en Alginet, donde el edificio situado en el parque de l'Hort de Feliu ingresó en la Lista Roja el 9 de enero de 2024. Construido a principios del siglo XX, este inmueble destaca por su ornamentación historicista y su uso como residencia vinculada a la actividad agrícola. En los últimos años, el abandono por parte de las administraciones públicas ha provocado "un grave deterioro estructural", acelerado por la anexión de construcciones contemporáneas que, a su vez, han alterado su morfología original.
Tampoco se libra del abandono patrimonial la comarca de La Ribera Baixa, donde Hispania Nostra determinó la inclusión de la torre y ermita de Sant Miquel, en Corbera, en mayo de 2024. Situadas en una colina de origen romano y andalusí, ambas construcciones formaban parte del sistema defensivo del castillo del municipio. De hecho, la iglesia, que se fundó en el año 1258 por orden de Jaume I, se convirtió en un importante centro de peregrinación medieval. Sin embargo, en la actualidad se encuentra en ruinas, con la espadaña inclinada y los muros "a punto de colapsar". Pese a estar clasificadas como Bien de Interés Cultural (BIC), su deterioro resulta "imparable" si no se interviene lo antes posible.
Xàtiva, la ciudad con más patrimonio en peligro
Xàtiva es, con diferencia, el enclave valenciano que alberga más bienes en riesgo de desaparición. Es más, de los trece bienes que Hispania Nostra sumó entre 2023 y 2024 a su Lista Roja, seis pertenecían a la capital de La Costera y, recientemente, se han sumado dos más ubicados en esta ciudad. Uno de ellos es la Casa de los Quadrado, una masía del siglo XVIII situada en el valle de Bisquert, fue incorporada al listado en septiembre de 2024.
Su estructura rectangular con patio central aún conserva retablos cerámicos del municipio de Manises (l'Horta Sud) que datan del siglo XIX, pero el colapso de los techos, la desaparición de elementos decorativis y el abandono institucional han puesto en peligro su existencia. A pesar de su catalogación como BRL, esta edificación sigue sin recibir intervenciones que frenen su progresivo deterioro.
- Casa de los Quadrado, en Xàtiva. -
- Foto: HISPANIA NOSTRA
Otro caso "preocupante", según la asociación, es el refectorio y claustro del convento de Sant Domènec, incluidos en la Lista Roja el 10 de junio de 2024. Fundado en 1291, este convento ha sido "víctima del expolio y la dejadez de las instituciones". Aunque su iglesia fue restaurada, el claustro y el refectorio permanecen en un estado de abandono, con las estructuras debilitadas y expuestas a la erosión. En ese contexto, Hispania Nostra señala a que su condición de BIC no ha sido suficiente para garantizar su conservación.
El convento que se desvanece en Albaida
El convento de Santa Ana, en Albaida, fundado en 1538 para la conversión de los moriscos es otro ejemplo de patrimonio cultural y natural en peligro. Su ermita, la más antigua del conjunto arquitectónico, data del siglo XV y fue incorporada a la Lista Roja el pasado 27 de enero. La asociación apunta a que la desamortización del siglo XIX marcó el inicio de su declive, "pasando a manos privadas y quedando relegada al olvido institucional".
Lo cierto es que, aunque en su momento fue un enclave religioso destacado para la comarca de la Vall d'Albaida, su estructura se ha visto gravemente afectada por el abandono y los múltiples saqueos que se han producido en la zona. Sus muros, resquebrajados por el paso del tiempo, así como la vegetación que invade su interior amenazan con hacer desaparecer por completo este BRL. En la actualidad, una valla impide el acceso debido al riesgo de derrumbe, aunque no hay planes de intervención que aseguren su conservación.
- Ermita de Santa Ana, en Albaida. -
- Foto: HISPANIA NOSTRA
El templo de San Roque en Ayora, devorado por el tiempo
La ermita de San Roque, situada en Ayora, se incorporó a la Lista Roja el 4 de abril de 2024. Construida en 1599 como una promesa tras la epidemia que asoló este municipio de la Valle de Ayora-Cofrentes, este templo ha atravesado varias etapas como resultado de las múltiples reconstrucciones hasta quedar "completamente en ruinas". De hecho, la última restauración documentada data de 1867, pero, desde entonces, ha permanecido en un estado de deterioro imparable.
Sus muros de mampostería aún se mantienen en pie, pero la cubierta ha colapsado y los arcos de piedra que sostenían la estructura han empezado a ceder. Desde Hispania Nostra, explican que la exposición a las inclemencias del tiempo ha provocado la desaparición de su espadaña y la pérdida de elementos decorativos. A pesar de su importancia histórica y su cercanía a la ermita del Santo Ángel, no existen proyectos de conservación a la vista.
