VALÈNCIA (EP). La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha exigido soluciones frente a la mancha negra y una hierba invasora que mengua la cosecha de la chufa.
La organización agraria ha indicado en un comunicado que, a pesar de la elevada demanda de la hostelería y la industria, y de la consecuente estabilidad de los precios en origen, "la rentabilidad a pie de campo no deja de estrecharse debido a la escalada del 40% de los costes de producción y a la pérdida del 25% de la productividad en apenas una década".
Por ello, la entidad, presidida por Cristóbal Aguado, ha solicitado a las administraciones la puesta en marcha de medidas a corto y largo plazo que consoliden la rentabilidad del cultivo de la chufa, especialmente la búsqueda de soluciones fitosanitarias o biológicas para hacer frente a la enfermedad de la mancha negra de la chufa y a una nueva mala hierba invasora que menguan la cosecha.
La mancha negra causa graves daños en la piel de la chufa que deprecian su valor comercial, lo que dispara los destríos --es decir, el desperdicio alimentario-- en los secaderos.
Aunque esta enfermedad fue detectada por primera vez hace 15 años --coincidiendo con las primeras noticias relacionadas con la plantación de semillas de chufa africana en nuestro suelo--, la Conselleria de Agricultura "aún no ha proporcionado al sector suficiente información sobre el tipo de la enfermedad, las causas de su introducción y los métodos eficaces para su prevención y lucha", han lamentado.
En ese sentido, AVA-Asaja solicita al Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) que redunde en sus estudios para tratar de mejorar el control de la mancha negra.
El otro y más reciente factor que contribuye a disminuir la productividad de la chufa a niveles nunca antes vistos es una mala hierba invasora, que se sospecha que probablemente pudo introducirse a través de chufas de países terceros que se confeccionaron en lavaderos de la huerta valenciana.
"Los agricultores carecen de materias activas autorizadas para tratar esta especie --la cual tiene el mismo ciclo vegetativo que la planta del propio cultivo-- y al intentar arrancarlas a mano pueden provocar que los fragmentos no retirados --como ocurre con las cañas-- arraiguen al año siguiente. Al tratarse de una hierba más vigorosa que el cultivo, puede llegar a infestar campos enteros", han insistido.