MADRID/VALÈNCIA (EFE). El 20,2 % de los valencianos tenía en 2023 un cuadro depresivo grave activo, lo que significa más del doble de casos que la media nacional, seguida, pero muy de lejos, por Baleares (8,93 %) y Madrid (8,62 %), según la Encuesta de Salud de España publicada este martes por el INE.

Según la encuesta, a nivel nacional el 14,6 % de los ciudadanos mayores de 15 años tenía un cuadro depresivo en 2023, un 3,7 % más que en 2020, aunque el incremento fue aún mayor en los casos más severos, que subieron 5,5 puntos hasta alcanzar al 8 % de la población.

El grupo que presentó las depresiones más intensas fue el de los mayores de 65, en los que la prevalencia fue del 10,5 %, seis puntos porcentuales más que el año que estalló la pandemia, seguido del de los de 25 a 64, en cuyo caso, la prevalencia se incrementó 5,5 puntos al pasar del 2 % de 2020 al 7,5 % tres años después.

Mientras, en los más jóvenes de 15 a 24, los casos de depresión grave subieron cinco puntos, del 1 % al 5,9 %. En otros cuadros depresivos se reproduce el mismo patrón: las cifras más altas se dieron en los mayores de 65 (un 9 % frente al 3,3 % de 2020), seguidos de los de 25 a 64 (1,8 % vs. 6,2 %) y los de 15 a 24 (que pasaron del 1,3 % al 4,5 %).

Por comunidades, la Valenciana presentaba más del doble de casos de depresión grave activos que la media nacional (20,52 %), seguida, pero muy de lejos, por Baleares (8,93 %) y Madrid (8,62 %). De otros cuadros depresivos, el mayor porcentaje fue el de Galicia (9,67 %) y La Rioja (8,22 %) y Canarias (8,11 %). Y por sexos, la depresión se cebó más con las mujeres que con los hombres, siendo mayor la diferencia en los cuadros más graves (9,52 % frente al 6,35 %).

Atendiendo a su ocupación, la cifra mayor la padecieron los incapacitados para trabajar (28,41 % de las más severas y un 13,72 % de otros cuadros depresivos), por delante de desempleados (11 % y 9,58, respectivamente) y personas dedicadas a las labores del hogar (10,22 y 8,22 %).

En cuanto al lugar de origen, la encuesta apenas revela diferencias: los casos activos de depresión severa entre los nacidos en España fue del 8,1 % frente al 7,3 % de los extranjeros. En otros cuadros depresivos, los nativos españoles superaron a los foráneos en apenas un punto (6,84 % y 5,72 %, respectivamente).