Comunitat Valenciana

El cáncer de próstata, con cada vez más opciones de curación y el reto pendiente de un programa nacional de 'screening'

Desayuno VP con motivo del día mundial del cáncer de próstata

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VALÈNCIA. El 11 de junio se conmemora el día mundial del cáncer de próstata, una enfermedad que mejora año a año en tasas de curación, hasta superar la barrera del 90%. Los avances tecnológicos, especialmente aquellos vinculados a la Inteligencia Artificial, auguran un futuro en el que el diagnóstico y tratamiento de esta dolencia será mucho más efectivo. Mientras tanto, los expertos echan en falta un programa nacional de screening que permita un mayor control de esta enfermedad en el conjunto de la población.

 

Con el objetivo de abordar todas estas materias y concienciar a la población en torno a esta enfermedad, Valencia Plaza organizó un desayuno que contó con la presencia del Dr. Juan Casanova, jefe del Servicio de Urología del IVO; el Dr. Pedro de Pablos, médico adjunto Servicio de Urología del IVO; el Dr. Antonio Conde, del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital La FE; Oscar Pellicer, de la Universidad de Valencia; Ramiro Martínez Arres, paciente del Hospital Clínico de València; y Marcos Calvo Martínez, Coordinador Psicosocial en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

 

La jornada, dividida en cuatro bloques, abordó aspectos como el diagnóstico y la prevención de este tipo de cáncer, su impacto psicológico, así como la concienciación social en torno a esta patología. Arrancó las intervenciones el Dr. Casanova, que hizo un breve balance sobre el estado actual del diagnóstico precoz y aseguró: “El gran avance en los últimos años ha sido la introducción de la resonancia magnética. Antaño pasábamos de una elevación del PSA a la biopsia, pero ahora se pasa por una resonancia, que nos permite ahorrar en torno a un 30% de biopsias”.

 

En este punto cabe explicar que el PSA es una prueba del antígeno prostático específico, es decir, un indicador del nivel prostático. Se trata de una herramienta que sirve como una variable más para la detección temprana ante este tipo de tumores y que es estudiada en las analíticas, lo que permite hacer una campaña importante de diagnóstico precoz.

 

Tal y como explicó el propio Casanova en el desayuno celebrado hace justo un año, el PSA es “como el warning naranja de un coche”: “No tiene por qué pasar nada, pero hay que mirarlo”, señaló. Más allá de este indicador, de Pablos explicó que uno de cada ocho hombres fue diagnosticado el año pasado en España, con una probabilidad de curación bastante elevada: por cada 10 personas que se curan, 2 no consiguen hacerlo.

En este sentido, remarcó que las estrategias de diagnóstico precoz “han demostrado su eficacia”, aunque reconoció que aún queda por avanzar para “curar a todos los pacientes”. Siguiendo con Cifras, Casanova aseguró que “gracias al diagnóstico precoz”, es decir, a “coger el cáncer a tiempo”, se está pudiendo curar al 90% de las personas afectadas.

 

Tras ello, Conde lamentó en términos de prevención: “A día de hoy no hay un programa nacional de screening como existe con el cáncer de mama”. “Es un área muy susceptible de mejorar porque permitiría un análisis más exhaustivo”, consideró. En este punto, incluso lo llevó al terreno económico para demostrar la rentabilidad de una acción de este tipo: “Nos vamos a ahorrar mucho como sociedad si diagnosticamos a tiempo a los pacientes”. “Igual con eso pasaremos de curar un 90% a un 94%”, apuntó Casanova.

En este punto, Pellicer, experto en Inteligencia Artificial aplicada a este tipo de tareas, aseguró que esta tecnología va a permitir una mejora del diagnóstico precoz y reducir la cantidad de biopsias que se realizan. Además, señaló: “Va a tener una influencia muy importante en la reducción de costes”.

El hombre, cada vez menos reacio a acudir a revisiones

Durante la jornada también se abordó la postura de los hombres respecto a acudir a revisiones oncológicas, algo a lo que históricamente ha habido cierta reticencia, aunque “ha cambiado en los últimos años”, en palabras del doctor Casanova.

 

En este punto, Martínez explicó su experiencia: se enteró de que padecía cáncer de próstata debido a que su médico de cabecera solicitó el PSA en uno de sus análisis. Tras los resultados, acudió al especialista, se le practicó una biopsia y fue diagnosticado con esta enfermedad. El tumor pasó a la columna y ya no era operable. Actualmente se encuentra testando un medicamento experimental de Estados Unidos

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Avances en el diagnóstico y el tratamiento

Una de las ventanas de este debate abordó los avances en los avances que se han producido recientemente en esta rama del conocimiento. Casanova, de la misma manera que el pasado ejercicio remarcó el PET PSMA, que permite conocer a los profesionales mejor a su paciente y determinar una estrategia más concreta para cada uno de ellos.

 

También destacó el tratamiento focal del cáncer de próstata, que permite únicamente tratar la parte de la próstata en la que se encuentra el tumor. Una fórmula que tiene una elevada tasa de curación y que permite a los pacientes mantener tanto la continencia como la potencia. “Con estos avances, hemos conseguido que el cáncer de próstata pueda ser una enfermedad crónica. Lo más probable es que el paciente se muera por cualquier enfermedad, pero no por el cáncer de próstata”, explicó.

 

Conde también destacó el PET PSMA, una herramienta con la que el porcentaje de detección de metástasis pasa del 65% al 92%. En este sentido, explicó que la prueba del PET es “cada vez menos costosa” debido a su extensión en el mercado: “El precio de realizar una prueba de estas características ha bajado de los 1.000 euros”. Además, respecto a los avances, apuntó: “Si antes la radioterapia duraba hasta 38 sesiones para tratar la próstata, ahora se puede hacer en cinco sesiones. En una semana, el paciente recibe el tratamiento”.

 

Como no podría ser de otra manera, en este punto apareció la Inteligencia Artificial, sobre la que Casanova destacó el potencial de sus beneficios en materia de diagnóstico: Trataremos mejor y con menos efectos secundarios”. En este sentido, Conde explicó que actualmente ya se cuenta con algoritmos de Inteligencia Artificial para delimitar estructuras”. Mientras que Pellicer abogó por “no cerrar” la puerta abierta a la Inteligencia Artificial debido a su capacidad para “mejorar y abaratar” en el campo de la medicina. Unas declaraciones que tuvieron el consenso de los allí presentes, entre ellos Conde, que expresó: “No va a ser una herramienta que sustituya a los médicos, sino que los acompañará”.

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El apoyo psicológico, un pilar fundamental

Uno de los pilares fundamentales para los pacientes oncológicos es el del apoyo psicológico. En el caso del cáncer de próstata, existen problemáticas derivadas de esta enfermedad que deben gestionar tanto las personas afectadas como sus familiares más cercanos, como es la posible pérdida de potencia o la incontinencia. Calvo explicó que se ha “mejorado” el papel de los hombres en el cuidado de su salud mental, aunque normalmente precisan de unos servicios distintos a los de las mujeres.

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“Los hombres demandan más los grupos donde se maneja información más objetiva, más médica. Compartir emociones les resulta más difícil, pero se sienten cómodos en grupos donde los médicos explican los tratamientos un fisioterapeuta comenta técnicas de mejora de la incontinencia”, explicó. En esta línea, señaló que los hombres mejoran su estado psicológico “cuando adoptan un papel activo”.

 

Por su parte, Martínez, aseguró que al principio pensaba que no necesitaba ayuda psicológica: “Estuve pensando durante un año que era suficientemente fuerte como para no necesitar ayuda, pero con el tiempo me di cuenta que la necesitaba”. “La psicóloga me está ayudando mucho”, reconoció este paciente, que sentenció: “Al final entiendes que toda ayuda es buena”.

 

De Pablos abogó por “invitar de forma entusiasta a los pacientes a que vayan al psicólogo”. “Todos los pacientes que acuden a atención psicológica se muestran agradecidos por recibir esta ayuda”, aseguró este doctor. Mientras que Conde hizo referencia a estudios que revelan que hasta un 25% de los pacientes con cáncer de próstata tienen síntomas depresivos, porcentaje que “podría ser incluso mayor” teniendo en cuenta los efectos secundarios de algunos medicamentos.

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La conversación poco a poco fue caminando hacia el impacto psicológico que tiene el diagnóstico sobre el paciente. “Tienes que coger en 15-20 minutos e informar al paciente sobre el diagnostico, el pronóstico, las alternativas, saber sus dudas, explicarle sus opciones y tener en cuenta el impacto psicológico. Lo suyo sería disponer de un tiempo más amplio para las consultas y muchísimo más adaptado para los pacientes”, consideró Conde.

 

Una cuestión que también reconoció Martínez desde su perspectiva como paciente: “Cuando te dan la primera noticia, te quedas en shock. Tiene que pasar un tiempo para procesarla y meterte en situación. “A mí siempre se me ha informado de las opciones y le he hecho caso al profesional. Yo no conozco la materia, siempre se me han explicado opciones y posibilidades y siempre he estado aconsejado por el profesional, que creo que es lo correcto”, explicó Martínez, que aseguró estar “súper encantadísimo” con la atención del personal del centro en el que está recibiendo tratamiento.

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De hecho, este paciente consideró que una de las asignaturas pendientes en todo este proceso sería la mejora de los tiempos en las consultas: “En el Clínico éramos 25 médicos esperando a un mismo doctor, que igual tenía 10 minutos para cada persona. Ahí hay un déficit de poder explicar las cosas con un poco más de tiempo”. En esta línea, Casanova apuntó que el paciente oncológico “necesita mucho más de 10 minutos en una consulta” debido a que no se trata “de curar un cáncer determinado, sino a una persona determinada”, por lo que el doctor debe tener tiempo para poder conocer bien a su paciente.

Importancia de la prevención, incluso antes de los 50 años

Los asistentes insistieron en la importancia de llevar a cabo una prevención, en algunos casos incluso antes de los 50 años. Casanova insistió en que a día de hoy el cáncer de próstata “es curable”, pero deben hacerse “las revisiones a tiempo”. Conde, en esta misma línea, apuntó: “Una simple analítica puede marcar tu salud”, y animó a los pacientes a revisar su estado a los 50 años “o incluso antes si hay antecedentes familiares”.

 

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En este punto, Casanova reivindicó el papel que puede jugar el PSA basal, es decir, realizarse una revisión a los 40 años de edad para tener un marcador prostático de referencia de cara a poder analizar datos cuando empiecen las revisiones 10 años después. Según explicó Casanova, este PSA Basal permitiría conocer el cambio del nivel en los últimos años y tener una marca específica en cada paciente: “Sería un dato de referencia muy importante”.

 

Por su parte, de Pablos, enfatizó en la “necesidad de evaluarse y de estudiarse”. “Un PSA basal me parece una estupenda idea”, consideró este profesional, que, no obstante, explicó en la importancia de que estos marcadores sean estudiados por personas con mucho conocimiento en la materia para saberlos entender: “Hacen falta profesionales especializados y formados en cáncer de próstata. Especialmente, para evitar el sobretratamiento”.

 

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En cualquier caso, Casanova lanzó un mensaje de calma al explicar que el cáncer de próstata es de muy lenta evolución, lo que permite un mayor margen de maniobra para actuar: “Un tumor de testículo o lo opero ayer o se me escapa de las manos, pero un tumor de próstata lo puedo operar mañana”, ejemplificó.

¿Qué avances podemos esperar en los próximos 5-10 años?

Respecto a la mirada a medio y largo plazo, Conde esperó una mejora del diagnóstico gracias al PET PSMA, así como a las diferentes herramientas que están surgiendo: “Las plataformas genómicas pueden cambiar hasta un 30% la decisión que tomemos”. Mientras que, de cara a los tratamientos, destacó el impacto de la cirugía robótica “en mejorar la función del paciente y reducir la estancia hospitalaria”.

 

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Por su parte, Pellicer, explicó que el campo de la IA en sanidad camina hacia “modelos fundacionales que incluyen un montón de pruebas y de otros tipos de datos”. Una cuestión que va a permitir tener un bagaje con “una cantidad enorme de datos”, lo que permitirá disponer de “una visión global del paciente” y mejorar aspectos tanto relacionados con el diagnóstico como con la recomendación del tratamiento.

 

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“Al final, un médico está limitado a su memoria o a lo que ha podido ver a lo largo de su vida, pero estos modelos pueden tener en su memoria decenas de miles de casos. A la hora de dar predicciones sobre un tema concreto van a ser mejores porque han visto decenas de miles de imágenes”, consideró. Por su parte, de Pablos se centró en aspectos como la telecirugía, es decir, la operación a distancia: “Es un campo ya en desarrollo. La telecirugía permitirá centralizar las operaciones en aquellos profesionales más cualificados”. Por último, añadió “mientras seamos los humanos quienes operemos...”.

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