VALÈNCIA. El Gobierno central aprovechó que se cumplían siete meses de la Dana para presentar en la ciudad de València su 'Plan para la mejora de la resiliencia frente a las inundaciones del territorio afectado', un programa de actuaciones dividido en cuatro áreas, una de las cuales comprende cambios legislativos para hacer frente a futuras catástrofes. Así, el Ministerio de Transición Ecológica que dirige Sara Aagesen trabaja en modificaciones normativas que supondrán, a la postre, el endurecimiento de las condiciones para la implantación de determinados usos urbanísticos en zonas inundables.

Una de las normas que se van a tocar es el Reglamento del Dominio Público Hidráulico con diversos propósitos, uno de ellos es precisamente la "revisión de las limitaciones de usos del suelo en la zona inundable", según explicó la directora general del Agua, Mª Dolores Pascual Vallés, en el encuentro de este jueves. El Ministerio explica que se busca así "regular de forma más estricta los usos en las zonas inundables, así como incorporar medidas de resiliencia y adaptación al riesgo de inundación de los elementos vulnerables existentes en las zonas inundables". Además, se pretende mejorar la coordinación y la agilización de los planes urbanísticos municipales y con el Catastro y el Registro de la Propiedad.

Otra de las mejoras que se quiere implementar es que las obras de protección frente a inundaciones sean declaradas de interés público, con la agilización de trámites que ello conlleva. Para ello, se modificará el Real Decreto de evaluación y gestión de riesgos de inundación, y se aprovechará para incluir el Catálogo Nacional de Inundaciones Históricas, mejorar la coordinación con autoridades locales y la promoción de la adaptación al riesgo de inundaciones así como la formación en esta materia.

De hecho, a finales del pasado mes de marzo, el Ministerio lanzó la consulta pública previa para emprender estos cambios, que se incluirán en un Real Decreto cuyo borrador se quiere tener antes de verano, según dijo la ministra. "Esperamos que sirva para limitar los usos en zonas inundables, porque aunque parezca mentira, no siempre se limita en esas zonas, a la vista está, y tenemos que protegerlas", señaló Aagesen.

La consulta pública destaca entre los motivos de estos cambios la Dana del pasado 29 de octubre, que batió el récord nacional de intensidad de la precipitación acumulada. "Esta situación se desmarca de lo que, hasta ahora, se consideraba en los mapas de peligrosidad como escenarios de probabilidad alta, media (retorno de 100 años) y baja (retorno de 500 años)", recoge el documento de la consulta pública, ya finalizada.

En ese sentido, llama la atención sobre el "agravamiento del riesgo de inundación" al que se enfrenta España: "Si bien siempre ha habido inundaciones en España, y en especial en el levante peninsular, podemos estar ya en un escenario, en el que, al igual que en materia de incendios forestales, es posible que estemos también ya en inundaciones de nueva generación, sobre todo y en especial en la zona mediterránea de nuestro país".